La desigual Policía de Ana Botella: Más ingresos para los jefes vía guardias y menos a los agentes al limitar las horas extra
- La función que hace diez años realizaba un solo mando, requiere ahora de diez superiores
- Un tercio de los servicios extraordinarios los ‘disfrutan’ los jefes policiales en su casa, pues son los denominados no presenciales, que únicamente requieren tener el teléfono encendido
El número de jefes de la Policía Municipal de Madrid que hacen guardia en días festivos o vísperas se ha multiplicado por seis en los últimos diez años. En 2004, tan solo había un mando de la corporación de servicio los fines de semana. Hoy son necesarios hasta diez superiores para hacer la misma labor. En concreto, se trata de tres jefes que realizan el trabajo de modo presencial y otros tres que lo hacen desde sus casas, por si es necesario su apoyo en un momento determinado, además de cuatro coordinadores de zona. Todos cobran el correspondiente complemento derivado de estar de guardia ese día.
El pasado sábado, por ejemplo, seis mandos del cuerpo supervisaban la seguridad de la ciudad: el jefe de Subinspección de Guardia, el jefe de Subinspección de Guardia no presencial, el jefe del Servicio de Guardia, el jefe adjunto del Servicio de Guardia, el jefe del Servicio de Guardia no presencial y el jefe adjunto del Servicio de Guardia no presencial. A los que hay que añadir los cuatro coordinadores de zona, figura que se introdujo el pasado 17 de enero.
La situación ha llegado hasta aquí después de que, durante los últimos diez años, se hayan ido tomando decisiones políticas encaminadas a que los mandos vayan cogiendo más horas en los días festivos. En 2005, el entonces alcalde Alberto Ruiz Gallardón introdujo las guardias presenciales y no presenciales, además de un complemento de productividad para el inspector jefe, los jefes de unidad, jefes de subinspección, subinspectores y jefes de inspección que hicieran ese servicio.
El acuerdo del Ayuntamiento argumentaba que introducía este plus “por la consecución de los objetivos” de la corporación “en aras de una progresiva adecuación de esta Policía a la realidad de una ciudad dinámica y cambiante que demanda la potenciación de políticas preventivas (…) y la existencia de una Policía próxima y resolutiva que incremente la percepción de seguridad”.
Más productividad
El complemento se concretaba en tres incrementos retributivos (productividad por disponibilidad, por resultados y por servicios especiales), que iban de los 400 a los 900 euros mensuales según la categoría profesional del mando policial en el primero, de 3.600 a 6.500 euros anuales en el segundo y de una cantidad más compleja de definir en el tercero.
Posteriormente, en 2007 se creó la figura del oficial adjunto, que se incorporó al acuerdo de productividades y, por lo tanto, a la realización de guardias.
Más recientemente, el pasado 30 de diciembre, el Boletín Oficial delAyuntamiento de Madrid (BOAM) publicaba que el Consistorio había aprobado la creación de una nueva modalidad para los inspectores y subinspectores, la denominada media guardia no presencial, que consiste en estar disponible y localizable durante 12 horas los días laborables. “Estas medias guardias serán remuneradas con la mitad del importe”, rezaba el BOAM.
Pero no queda ahí la apuesta por las guardias. Toda esta amalgama de posibilidades para que los jefes del cuerpo cobren por estar disponibles requiere de los consecuentes coordinadores. De ahí que la Jefatura, desde el pasado 17 de enero, haya “considerado necesario establecer la creación de un servicio extraordinario de coordinación operativa, que implemente, colabore y trabaje bajo la supervisión directa de los diferentes grados de los jefes de servicio de guardia a fin de conseguir la máxima eficacia en el despliegue operativo nocturno (…), especialmente los viernes y sábados”, argumenta la orden de la Jefatura, que justifica que “la multitud de servicios que el Cuerpo de Policía Municipal viene realizando son elevados y heterogéneos” y “se producen en horario nocturno y especialmente los fines de semana”. En concreto, son cuatro los coordinadores de zona, uno por cada una de las áreas en las que se divide la capital de España, que se han incorporado a las guardias tras la aprobación de la citada medida.
A pesar de este incremento de las guardias de los jefes, motivado esa nueva "realidad", y por lo tanto de los ingresos que éstos recibían vía productividad, las horas extras de los funcionarios de base, lejos de haber aumentado de forma paralela, han experimentado una notable reducción desde la instrucción de la Jefatura en 2012. Hoy, de hecho, en la práctica, únicamente se circunscriben a la vigilancia del rastro y al botellón de los fines de semana.
Muestra del malestar generado entre los funcionarios es el cartel colocado en todas las dependencias policiales por CCOO, que acusa a la alcaldesa de derrochar fondos públicos en guardias innecesarias. Según el sindicato, parece que a la corporación municipal “le sobra el dinero para pagar a suboficiales, oficiales, subinspectores e inspectores, por estar en casa: guardias imaginarias, adjuntos de guardias imaginarias, adjuntos a los adjuntos de guardias imaginarias”.
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