Nada frena el auge del Bitcoin
Una moneda. Una criptodivisa. Un sistema de pago. Una materia prima. Un activo refugio. Una commodity. Una entelequia. Una tecnología. El engranaje de una estafa piramidal. Una herramienta para el mercado negro. Qué es exactamente Bitcoin no está muy claro, pero de lo que no hay ninguna duda es de que se trata de un fenómeno a escala mundial y que no para de crecer. Y como todo lo que no nace del Estado ni está sometido de forma estricta a su control, inquieta mucho.
Bitcoin es, simultáneamente, por lo menos dos cosas:una moneda virtual y una red descentralizada para hacer o recibir pagos. Y cuanto más se habla de él, más crece (hay una relación casi perfecta entre el número de búsquedas en Google de la palabra y su cotización).
Para empezar a usarlo basta con descargar un monedero digital y gratuito para móvil o tableta. O instalar un programa en el ordenador. O acceder desde una web como Coinbase, que ya tiene más de 1,5 millones de usuarios. Con ese monedero, asociado a un número personal de cuenta, se pueden recibir y enviar monedas, con las que pagar en tiendas, restaurantes, agencias de viajes, empresas, etcétera.
¿Cómo se consiguen los bitcoins?
¿Cómo se consiguen los bitcoins?Se pueden regalar. Se pueden comprar (mediante una transferencia desde el banco o en efectivo a alguien que los posea y que los remita a tu monedero), se pueden adquirir en cajeros automáticos (donde ingresas, pero no sacas) o se pueden fabricar. Los bitcoins no dependen de ninguna autoridad, de ningún banco central. Se crean de la nada y ya desde el inicio está establecido su máximo para controlar la masa monetaria: nunca habrá más de 21 millones de unidades en circulación.
Los bitcoins nacen mediante minería. A través de complicados cálculos matemáticos se resuelven ecuaciones que dan vida a bitcoins. Un ordenador personal tardaría muchísimo tiempo en completarlas, así que se puede tener paciencia, se pueden unir diferentes usuarios individuales en pools, para combinar la potencia de cálculo de sus equipos. O se pueden adquirir dispositivos específicos de minería. El modelo Neptune, de KnCMiner, uno de los últimos en salir al mercado, se vende por ejemplo a 9.995 dólares más impuestos.
Una moneda virtual y una red descentralizada para hacer o recibir pagos
El proyecto y la tecnología de Bitcoin nació de la mano de Satoshi Nakamoto, pseudónimo de una persona o grupo, entre 2008 y 2009. Creció lentamente y en 2013 se disparó su éxito (ver gráfico). En las últimas semanas, gobiernos y bancos centrales de todo el mundo han reaccionado, a mayor o menor escala, contra los bitcoins y sus semejantes. Alertan de la volatilidad, del riesgo, de los vacíos legales. Pero, de momento, nadie puede con el fenómeno.
El lunes, el Banco Central ruso, en medio de una crisis profunda del rublo, que ha perdido más de un 5% de su valor en lo que va de año,advirtió a los ciudadanos de que el bitcoin es «un sustituto del dinero legal», y por tanto contrario al artículo 27 de la Ley Federal. Además, el regulador, avisaba de que por la «naturaleza virtual» del bitcoin, los rusos podrían verse involucrados consciente o inconscientemente en «actividades ilegales como el lavado del dinero de bandas criminales o financiando el terrorismo». Advertencia clara.
Otro caso es el alemán. Si bien el pasado verano reconocía a esta tecnología como «unidad de cuenta» legal, esto es, un tipo de dinero «privado» aceptado para algunas operaciones, y por lo tanto sujeto a algún tipo de gravamen específico, el Bundesbank ahora alerta de que «debido a su constitución, y como consecuencia de su volatilidad, los bitcoins son altamente especulativos».
Dinamarca considera inestable este tipo de divisas virtuales (hay más de 120 en funcionamiento en realidad, de los que Bitcoin es la más popular) pero estima que las empresas no necesitan, por el momento, permisos ad hoc para intercambios económicos. China sacó una nota recientemente indicando a sus bancos que no hagan transacciones con bitcoins ni hagan fondos de inversión, por ser algo muy especulativo e incierto. Las casas de cambio echaron el freno y en un día la moneda virtual pasó de 1.200 a 500 dólares, aunque se ha recuperado y las autoridades han aflojado la presión.
Hace un año cada unidad se podía cambiar por 30 dólares. Hoy, roza los mil
Según Bitlegal, a nivel mundial, sólo dos países, Islandia y Tailandia, mantienen una postura abiertamente «hostil». La isla prohíbe a las entidades domésticas comprar bitcoins de bancos de fuera del país, de acuerdo a la normativa de control de capitales instaurada en 2008. En el reino asiático el intercambio y la mayoría de operaciones tampoco se permiten. En India no han sido proscritas, pero antes de Navidades el banco central alertó de que los actores estaban actuando sin licencia, e «importantes negocios vinculados a los bitcoins»fueron inspeccionados por la Policía y Hacienda.
A nivel supranacional, la Autoridad Bancaria Europea (EBA) advirtió el 13 de diciembre del peligro de «comprar, tener o intercambiar divisas virtuales», ahora que gozan de «creciente popularidad», pues «la legislación no protege a los consumidores. Además de que deberían estar sometidos a algún tipo de imposición tributaria. El sentimiento en los mercados es más variado. Durante muchos meses se observó el fenómeno de la divisa virtual como algo minoritario, residual y sospechoso. Gigantes como Warren Buffett han prometido que no invertirán uno solo de sus dólares en ello. El último premio Nobel de Economía, Robert Shiller, experto en burbujas financieras, aseguró este mismo mes en el encuentro del Foro Económico Mundial, en Davos, que «Bitcoin es un ejemplo increíble de burbuja». Pero poco a poco cada vez más grandes actores participan en el debate.
Más de 12,25 millones de bitcoins en circulación
Félix Moreno, de la Bitcoin Foundation en España, señala que «efectivamente la red Bitcoin sigue siendo pequeña y vulnerable, no llega aún a los 10 millones de usuarios y está sujeta a muchas incertidumbres. Sin embargo eso es una preocupación para los inversores y especuladores; los usuarios pueden aprovechar la tecnología de Bitcoin y la red de pagos sin sufrir ningún riesgo de tipo de cambio, gracias a empresas como Bitpay o Coinbase que realizan la conversión a moneda local de forma instantánea y automática».
Hoy hay cerca de 200.000 usuarios en todo el mundo que operan con ella a diario
En la actualidad hay más de 12,25 millones de bitcoins en circulación. La Fundación calcula que hay cerca de 200.000 usuarios en todo el mundo que operan con ella a diario y cerca de 10 millones que lo hacen esporádicamente. En el último año se han registrado entre 60.000 y 70.000 operaciones diarias y hay decenas de miles de tiendas, restaurantes, páginas web, agencias de viajes y hasta centros educativos que lo aceptan como forma de pago. Lo que fue algo marginal para usuarios avanzados de la red se ha expandido por todo el mundo. Y el precio se ha disparado. El viernes, al cierre de esta edición, un bitcoin se valoraba en el mercado a 930 dólares. Hace justo un año, en 30. Cuando nació, cinco centavos de dólar.
Moreno de la Cova destaca que «lo revolucionario es la tecnología para enviar dinero por internet. Un avance que va a cambiar muchísimas cosas». Bitcoin, en ese sentido, sería un paso en el camino, pero no el definitivo. «¿Bitcoin moneda única? Se equivocan mucho los que lo ven así. Ha sido el primero masivo y será líder durante años, pero no creo que en el 2140 sea la única. Nos gusta la competencia».
Porque la hay, y cada vez más. Al menos 120 copias que hacen la competencia, replican lo mejor y trabajan para eliminar algunas de las deficiencias. Y hay, de forma creciente, competencia a nivel más institucional. La Reserva Federal de EEUU se plantea la viabilidad de «una moneda electrónica que aproveche sus ventajas y lo haga mejor. Canadá intentó una moneda electrónica que fue un fracaso». JP Morgan ha registrado la patente de un sistema de pago que permitiría efectuar pagos de forma anónima, sin comisiones. Y los grandes bancos españoles siguen muy de cerca estos sistemas.
¿Es todo ideal? El criptógrafo Adi Shamir, tras analizar decenas de miles de transacciones, denunció que apenas el 20% de los bitcoins realmente se mueve y que un número extremadamente reducido de propietarios controla la mayoría. Seguramente los que antes llegaron, cuando la minería era más sencilla y rápida, y ahora pueden vender y hacerse ricos. ¿Esquema Ponzi virtual?
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