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viernes, 4 de octubre de 2013

FABRA Y UN SENADOR CON 145 DECIMOS DE LOTERIA PREMIADOS


El senador de los 145 décimos de lotería premiados, en los tribunales


zerolo
MADRID // Los dos políticos españoles que más dinero han ganado en sorteos de lotería de los últimos años –el expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, y el senador de Coalición Canaria Miguel Zerolo, con un misterioso historial de 145 papeletas premiadas– son protagonistas estos días por presuntas tramas de blanqueo de dinero, tráfico de influencias o malversación de fondos. El que acumula más foco mediático es Fabra, autor en 2008 de la frase: “He comprado el 27.931 y, si me toca, me sacaré la pirula y mearé en la sede de IU”.
Esta semana, el ex presidente de Castellón ha tenido su primer cara a cara con el juez, por la denuncia que presentó un empresario contra él en 2003. El político le reclamó varios millones de euros a cambio de influir, desde su cargo, en favor de sus empresas, según la acusación.
Menos popular, pero deslenguado como Fabra, es el senador de Coalición Canaria Miguel Zerolo, al que ya tiene echado el guante el Tribunal Supremo (TS). En mayo, el TS pidió a la Cámara Alta la autorización para juzgar a Zerolo, debido a que había acumulado sospechas fundadas. Dos meses después, en julio, el pleno del Senado le dio el permiso y levantó el aforamiento del parlamentario. Ahora, la sala estudia su caso.
28 meses sin sacar un euro del banco
Zerolo es uno de los senadores más ricos (posee 486.000 acciones en minas de Perú, Uruguay, Canadá, Reino Unido, Bostswana, Mongolia, EEUU y Australia) y, en su día, fue capaz de vivir 28 meses con un tren de vida de lujo sin sacar un euro del banco, según la Policía. En el archipiélago canario, es muy popular porque fue alcalde de Santa Cruz de Tenerife durante 16 años (1995-2011).
Pero, en Madrid, no es tan conocido. Ocasionalmente, Zerolo acude a la Cámara Alta, donde su actividad es una de las menos prolíficas de todos los senadores: desde que se dio de alta, el 19 de julio de 2011, sólo ha presentado una única iniciativa. Entonces, en 2011, ya que había quienes intuían que su designación como senador era una estrategia para dilatar el caso Las Teresitas, uno de los dos por los que está siendo investigado, junto al García Cabrera.
Zerolo camina anónimo por las calles de Madrid. Sin ser reconocido. Nadie le pregunta por los misteriosos 57.000 euros que ganó en dos sorteos seguidos de la Lotería de Navidad 2001 (43.000 euros por 10 décimos del número 61.941) y del Niño 2002 (14.605 euros, por 135 décimos del 23.427). Con aquel dinero, compró una finca a una anciana tía de Juan José Dehesa, con quien Zerolo mantenía una “amistad”, según las escuchas telefónicas practicadas por la Policía.
La finca, La Tejita, ubicada en Granadilla de Abona, le fue permutada a Zerolo posteriormente –a raíz de una declaración de reserva natural especial– por otros terrenos que el regidor logró vender a continuación por 668.227 euros. Así, su inversión inicial se multiplicó por diez. La policía judicial cree que el senador tenía información privilegiada y que esa operación fue una trama para blanquear dinero.
A los agentes también les llamó la atención que tres días antes de comprar la finca se ingresasen en una cuenta unas cantidades en concepto de décimos premiados por un valor similar al de la compra de la finca. ”Y también es mucha casualidad adquirir 10 décimos y 135 décimos de dos sorteos consecutivos, con un desembolso considerable de 3.000 pesetas por décimo, que suman 435.000 pesetas y que resulten todos premiados”, remata el informe. La Policía también encontró otro indicio en las cuentas bancarias: no reflejaron el cargo de las 405.000 pesetas que costaban 135 papeletas para el Sorteo del Niño en 2002.
Novedades en el caso Las Teresitas
Además del escándalo de la finca La Tejita, el caso de Las Teresitas tiene más ramificaciones. En una de ellas, el caso ha dado un giro sorprendente esta semana: el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha descubierto unos documentos que acreditan que el frente de la playa que la propia corporación compró por 53 millones de euros –siendo alcalde Zerolo, en 2001– a los empresarios Antonio Plasencia e Ignacio González era de propiedad del municipio desde 1967. Esto es, el Ayuntamiento pagó a Plasencia y González por algo que ya era suyo.
En una entrevista en la Cadena Cope, Zerolo reaccionó el miércoles con sorpresa: “No tengo ni puta idea ni lo puedo saber ¿Son bobos? ¿No se dan cuenta de que [en 1967] yo tenía diez años? ¿Se creen que la gente es tonta?”

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