Tribunal suspende destitución del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro
Este miércoles parecía que el propio Gustavo Petro estaba a punto de darse por vencido. Pero sólo un día después, el jueves, dos nuevos fallos judiciales parecen haberle dado al alcalde bogotano un poco de aquello que más necesita: tiempo.
El alcalde pelea desde el 9 de diciembre pasado una complicada batalla en contra de una orden de destitución de la Procuraduría General de la República, que lo acusa de haber violado la ley al tratar de nacionalizar el sistema de recolección de basuras de Bogotá.
Y al dirigirse a sus simpatizantes, que ayer llegaron en miles a la Plaza de Bolívar de la capital colombiana, Petro llegó incluso a ponerle fecha a su salida del vecino Palacio de Liévano.
"El 29 de enero, el procurador (…) saca su edicto o finaliza su edicto y de allí pasa al presidente. Y yo la verdad creo que no se va a demorar un día en firmar, es decir, que el 30 este alcalde sale por esa puerta y deja de ser alcalde", dijo el regidor el miércoles por la noche.
Pero este jueves, dos magistrados del Tribunal Administrativo de Cundinamarca ordenaron la suspensión temporal de la sanción.
Y todo parece indicar que antes de que venzan los plazos judiciales, el alcalde podría tener la oportunidad de someterse al veredicto de las urnas, tal y como estaba pidiendo desde que se anunció su sanción.
El futuro de Petro sigue en una balanza
Efectivamente, el primer fallo a favor de Petro, se dio en respuesta a un recurso de tutela interpuesto por una ciudadana que sostenía que la sanción ordenada de la Procuraduría lesionaba, entre otros, "el derecho fundamental al control político consagrado en el numeral 4 del artículo 40 de la Constitución".
Y en su resolución el tribunal reconoce explícitamente que con la suspensión temporal de la destitución lo que busca es permitir la celebración de un referendo revocatorio convocado previamente por iniciativa de los opositores al alcalde.
"De no se suspender transitoriamente los efectos jurídicos del acto administrativo disciplinario en contra del Alcalde Mayor de Bogotá, ya no habría lugar a la realización de la consulta popular de revocatoria del mandato que estaba programada para el 2 de marso de 2014, circunstancia que flagrantemente limita el ejercicio del derecho fundamental de control político de los electores", se lee en la sentencia.
Aunque, el tribunal también acusó a la Procuraduría de haber desplazado al electorado al analizar y sancionar una política pública y no una cuestión meramente disciplinaria.
La protección del derecho a elegir y ser elegido fue, por su parte, el argumento central de una segunda sentencia favorable a la causa del alcalde emitida poco después por otro magistrado del mismo tribunal Administrativo de Cundinamarca.
Y aunque todavía hay muchas otras tutelas vinculadas al caso que están pendiente de fallo y varias no fueron admitidas por jueces de la misma corporación, la Procuraduría ya anunció que impugnará la decisión.
De optar por este camino, el efecto práctico a corto plazo de esta complicada disputa legal terminaría siendo el mismo: el caso Petro pasaría a ser revisado por el Consejo de Estado, el que podría tomarse hasta un mes revisando la cuestión.
Con esos plazos, el referendo revocatorio parece inevitable. Lo que significa que el futuro del alcalde de Bogotá seguirá pendiendo en la balanza por un tiempo más.
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