Vuelven las hipotecas baratas, pero sólo para los privilegiados
- La banca abre el puño, pero sólo para quienes puedan garantizar un alto nivel de solvencia. Las exigencias están muy por encima de los estándares de un español medio.
- De la noche a la mañana, las entidades financieras han iniciado una gran ofensiva para captar nuevos clientes por la vía de las hipotecas.
Además de pagar religiosamente su hipoteca, ¿puede usted destinar 3.500 euros al año a un plan de pensiones? ¿Realiza compras de al menos 5.000 euros al año con su tarjeta de débito? ¿Gana un mínimo 3.000 euros al mes? ¿Está dispuesto a contratar un seguro de protección e pagos o de hogar? Si la respuesta es afirmativa, usted es uno de los privilegiados que puede contratar una de las hipotecas de bajo diferencial sobre el Euribor que los bancos españoles están poniendo en circulación en las últimas semanas.
De la noche a la mañana, las entidades financieras han iniciado una gran ofensiva para captar nuevos clientes por la vía de las hipotecas. Han rebajado los diferenciales alrededor de un 50%, pero a cambio exigen una extraordinaria vinculación a los clientes. Dicho de otra forma, están abriendo el puño crediticio, pero sólo para quienes puedan garantizar un alto nivel de solvencia. Las exigencias están muy por encima de los estándares de un español medio.
A finales del año pasado, Bankinter fue la primera entidad en mover ficha. Su Hipotica ofrece una diferencial del 1,95% sobre el Euribor –la principal referencia para fijar el precio de las hipotecas cerró este miércoles en el 0,565%- pero a cambio exige la contratación de un seguro de vida, otro del hogar y otro de protección de pagos. Éste último se abona de una sola vez y garantiza el pago de la cuota de la hipoteca en caso de desempleo o incapacidad laboral temporal. El coste se suele situar entre el 1% y el 1,5% del importe de la hipoteca.
En cualquier caso, Bankinter cobra un tipo fijo del 3,9% el primer año y, si no se contrata el seguro de protección de pagos, el porcentaje se dispara al 4,2% reduciendo mucho el atractivo de la oferta, que por otra parte exige a los prestatarios unos ingresos mensuales conjuntos de al menos 3.000 euros. Algo menos, 2.500 euros, exige Santander, que acaba de reducir el diferencial de su hipoteca hasta el 1,99%.
¿Son realmente asequibles estas ofertas? No para la inmensa minoría, empezando por las exigencias económicas. Según la última encuesta de estructura salarial publicada por el Instituto Nacional de Estadística el pasado mes de junio, el salario mediano –el que se encuentra a medio camino entre los sueldos más bajos y los más altos- se situaba en 2011 en España en los 19.287,2 euros. Una cifra que supone 1.607 euros al mes y que con toda seguridad se habrá reducido en los dos últimos años de ajuste duro en los sueldos.
Por lo tanto, sigue excluida la inmensa mayoría de potenciales compradores que quieren comprar una vivienda en solitario o los muchos jóvenes que están cobrando salarios de ‘mileuristas’ y que forman el grupo con más necesidad de acceder a una casa. Las cifras del INE dicen que el sueldo anual bruto más frecuente en 2011 se situó en 15.500 euros. Es decir, poco más de 1.290 euros al mes.
Con estas cifras sobre la mesa, conseguir una hipoteca sigue siendo una utopía para la inmensa mayoría de los españoles. Las nuevas ofertas están limitadas. Por ejemplo, Bankinter exige un valor de tasación mínimo de 150.000 euros para conceder una hipoteca, del que como Santander o Cajasur –entre las entidades que tienen las mejores ofertas del mercado- financian un máximo del 80% para la vivienda habitual.
Estas exigencias contrastan con los últimos datos sobre hipotecas. Los datos del INE de octubre dicen que el importe medio fue de apenas 103.246 euros –aunque llegó a caer hasta los 94.000 euros en abril-, una cifra escasamente atractiva para los bancos que están lanzando las nuevas ofertas. Las grandes cifras del mercado hipotecario español demuestran que cada vez es más selectivo: el número de hipotecas concedidas en octubre se desplomó un 23,2% hasta las 14.704.
Pagos con tarjeta
Las nuevas hipotecas también son exigentes en cuanto a las compras con tarjeta que las entidades piden a los prestatarios. Santander solicita 500 euros al trimestre y Cajasur amplía la cifra hasta los 5.000 euros con la tarjeta de débito. Unas condiciones que contrastan con la reducción sustancial del uso de dinero de plástico entre los españoles.
Según el último barómetro de las tarjetas en España que elabora Mastercad, en 2013 el gasto medio con tarjetas de crédito se redujo un 4%. Y aún más, un 6%, el realizado con las de débito. Los españoles están poniendo bajo control sus gastos mensuales, lo que ha supuesto una caída del gasto medio con tarjetas de crédito hasta los 286 euros, frente a los 338 euros de 2011. Planes de pensiones, domiciliación de nómina y de recibos… Las exigencias de los bancos crecen y crecen. Están abriendo la mano, pero no a cualquier precio.
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