Fernando Molina, decano de la UAM: “En
materia penal muchas veces se legisla según la
portada del periódico”
Manejar más con menos. Es la complicada tarea a la que se enfrenta cada día el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), quien afirma que tras el recorte de presupuesto han tenido que acudir a la caja de reserva para seguir garantizando el nivel de formación de los alumnos y, evitar, a través de becas propias, que algunos futuros abogados se vean obligados a abandonar los estudios por falta de medios. Fiel defensor de la educación pública y del papel investigador que juegan las universidades, Fernando Molina, catedrático de derecho penal, aboga por que los partidos políticos dejen de cambiar leyes cada vez que llegan al poder y alcancen, de una vez por todas, pactos de Estado en temas tan importantes como la educación, la sanidad o la justicia.
El sector de la abogacía está cambiando mucho en los últimos años. ¿Qué formación exigen los despachos a las universidades en la actualidad?
Sí, en el sector de la abogacía han cambiado algunas cosas como, por ejemplo, la internacionalización de los despachos, mientras que el volumen de trabajo y el número de profesionales se ha multiplicado. Cuando yo estudiaba, los bufetes eran individuales y con poca gente. Ahora hay despachos enormes. También han venido muchas firmas internacionales a instalarse a España.
Los mejores despachos piden para nuestros licenciados y graduados un perfil internacional cada vez más marcado. Nos demandan, además, licenciados con mucha formación, que no sólo sepan derecho sino también otras cosas. En la Autónoma tenemos un doble grado de derecho y administración de empresas, ya que los bufetes valoran mucho esa doble preparación. También tenemos la doble formación en derecho y ciencia políticas. Requieren también un nivel de inglés muy alto, lo cual indica que se mueven en un terreno que no es el local. Además, buscan un perfil de gente con capacidad para trabajar en equipo, personas abiertas al mundo, que hayan participado en programas internacionales como Erasmus o en voluntariados. En resumen, el abogado que se demanda hoy en día es una persona con muy buena formación jurídica, complementada con formación en otros ámbitos, especialmente economía e idiomas.
Por lo que cuenta, la manera de formar a los abogados ha cambiado bastante en los últimos años.
La formación de los abogados ha cambiado como ha cambiado todo. Sobre todo después de la incorporación de España al Sistema de Bolonia, pero también ha cambiado porque el perfil de lo que nos demanda la sociedad se ha modificado. Nuestros programas atienden un poco más a esa preparación que luego los despachos valoran mucho. Y no sólo los despachos sino otras profesiones jurídicas. Hacemos un gran esfuerzo por integrar ese tipo de conocimientos que nos demandan dentro del propio plan de estudios. Una parte importante de nuestro plan son prácticas en despachos, juzgados y otras instituciones jurídicas.
¿Y es fácil conseguir practicas para tantos alumnos?
Somos una universidad grande pero con un tamaño que todavía se puede manejar con mucho esfuerzo y dedicación. Somos, además, pioneros en el tema de las prácticas. Llevamos muchos años estableciendo como obligatorias las prácticas -otras universidades lo están haciendo ahora-, por lo que tenemos un conjunto de relaciones importantes con los operadores jurídicos que nos permite facilitar a todos los alumnos prácticas. Es verdad que la colocación de los estudiantes cada vez se hace más complicada. Antes éramos pocos los que lo hacíamos y ahora lo hacen todos. Sin embargo, los que empezamos antes y contamos con una formación valorada por el mercado tenemos alguna ventaja.
Cada vez tenéis más competencia de las universidades privadas. ¿Cómo se lleva eso?
La competencia siempre es buena porque nos obliga a todos a ser más exigentes. Pero nos gusta que sea con armas similares. Por ello todas las universidades públicas hemos pedido que no se desatienda la financiación. La enseñanza es muy cara y queremos mantener el estatus que tenemos hasta ahora. La competencia con las universidades privadas es buena lo que pasa es que todavía en ciertos sectores es inexistente. La universidades tenemos dos grandes tareas: docencia e investigación. Las privadas han entrado con fuerza en docencia y, está claro, que están dando un servicio a la sociedad que debe valorarse muy bien. Pero en materia de investigación es otra cosa. Hoy por hoy la investigación se hace de forma, casi exclusiva -en algo menos del 95%-, en la universidad pública. No hemos visto todavía la voluntad de las universidades privadas en invertir en investigación, quizás porque es muy cara. Sólo da sus réditos a largo plazo y eso, quizás, es muy difícil de explicar en un consejo de administración que quieren ver los frutos pronto. En cambio, en las universidades públicas está asumido el coste y esfuerzo que supone la investigación. Es sabido que la inversión en un buen investigador tiene su rendimiento en un plazo de 15 años, cuando empieza a hacer sus grandes publicaciones.
Me imagino que los recortes también estará afectando a la investigación.
Han afectado, pero de forma desigual. Hay universidades que han sufrido más recortes que otras y también unas tenían mejor situación financiera que otras. La Autónoma, que es de la que yo puedo hablar, siempre ha llevado sus cuentas de una forma muy razonable, hasta tal punto que se puede decir que su situación económica es buena en estos momentos. Pero, indudablemente, los recortes nos están afectando muchísimo. Hemos tenido que acudir a reservas, reducir programas de investigación, salarios, becas… Todo esto, de nuevo, a corto plazo no se nota pero a largo sí. No se si el Gobierno se ha dado cuenta de ello. Hay unanimidad en toda la comunidad internacional dedicada a la investigación: el recorte puede causar un retroceso trágico para un país que con un esfuerzo titánico, hecho en los últimos años, había conseguido ponerse en un lugar que nunca había estado en materia de investigación.
¿Y en concreto cómo ha afectado el recorte presupuestario en el área de investigación de la facultad de Derecho de la Autónoma?
La investigación en el mundo de las ciencias sociales y especialmente en derecho es, evidentemente, más barata que en otras áreas. Es indudable que un buen profesor con una buena biblioteca y su mesa de trabajo puede seguir haciendo su investigación. Ha sido más trágico en otras universidades, como las de ciencias naturales, donde si no tienes una subvención para comprar determinados aparatos es imposible hacer una investigación en estos momentos. Podía hacerlo Newton en su momento con un lápiz y un bolígrafo pero ahora en el mundo de la ciencia, o uno dispone de aparatos costosísimos, o no puede avanzar nada. Nosotros lo notamos también porque tenemos muchos menos investigadores jóvenes y, desde luego, la buena investigación, y eso toda la comunidad lo sabe, se hace cuando uno es joven. En una institución como la universidad el no tener remplazo de investigadores jóvenes supone sencillamente aniquilarla.
Algunas universidades privadas presumen de que aunque son costosas son un seguro de cara a colocarse una vez finalizados los estudios. ¿Qué opina?
Radicalmente falso. Los mejores profesores, que suelen coincidir con los mejores investigadores, mayoritariamente están en la pública. Eso cualquiera lo diría. Los números uno de todas las ramas jurídicas están, todos o casi todos, en las universidades públicas y eso se nota.
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En cuanto a la colocación, nosotros tenemos unos índices de colocación extraordinarios. Animo a cualquiera que se pase a Foro de Empleo Jurídico que celebramos este mes. Acuden todos los grandes despachos, instituciones como notarías, fiscales, abogados del estado, con stands en los que reciben a los estudiantes, quienes presentan su curriculums. Muchos de ellos salen con ofertas inmediatas de trabajo. Algunas universidades públicas, no todas, somos la principal fuente de empleo de los grandes despachos, hoy por hoy esto es así. Aunque hay que reconocer que algunas privadas han hecho una buena gestión en esa materia. Pero, insisto, les falta una parte que es fundamental para una universidad: la investigación.
¿Y cómo afecta la subida de tasas?
Es un debate complejo. En las universidades públicas hay un consenso, casi unánime, en que la subida es desproporcionada. Los incrementos han sido mayores en algunos sitios que en otros. En la comunidad de Madrid, la subida ha sido muy rápida y demasiado fuerte. Es verdad que se podía detectar anteriormente algunas disfuncionalidades que podían hacer razonable una revisión de las tasas. Eso nadie lo negaba, pero de ahí a lo que ha sucedido… Esta no es una buena política y lo que va a hacer es expulsar a gente de la universidad. Ya lo empezamos a notar. Ahora no ha bajado mucho la matrícula de grado debido, fundamentalmente, a que la situación económica y el paro hacen que la gente estudie más, pero pensamos que en unos años va a ser peor. Sí ha bajado muchísimo, en cambio, la cantidad de créditos en los que la gente se matricula y los cursos de posgrado. Se sabe ya que hay carreras en las que algunos posgrados, sencillamente, no podrán sobrevivir. ¡Con esos precios no se puede! Empieza ya a haber problemas de impagados.
Desde el punto de vista de la igualdad social, una universidad con precios públicos relativamente baratos y que podamos pagar todos sigue teniendo mucho sentido. Algunos de los mejores países del mundo y más preocupados por la educación siguen teniendo un sistema de educación superior accesible a todos. Es verdad que luego puede haber abusos, gente que viene a la universidad y se pasa muchos años sin estudiar, pero eso ahora con los sistemas de permanencia y las matrículas sucesivas cada vez más costosas prácticamente ha desaparecido.
¿Qué se hace con un alumno impagado y que es buen estudiante?
Normalmente se busca algún tipo de solución. Por ejemplo para amortiguar el efecto negativo de la subida de tasas, algunas universidades hemos creado un sistema de becas propio con nuestros recursos para ayudar a pagar la matrícula. La Autónoma es de las universidades públicas que ha hecho un mayor esfuerzo en este sentido, precisamente por nuestra buena salud financiera. Este año hemos tenido un fondo de medio millón de euros, es una cantidad importante, para becas para personas sin recursos.
¿Cuándo se hace pública, año tras año, la mala nota de España en el Informe Pisa qué se le pasa por la cabeza?
Creo que a cualquiera que esté preocupado por su país, por la juventud, le debe alarmar muchísimo ese informe. Preocupa mucho que después de muchos años de idas y vueltas entre unos gobiernos y otros no hayamos conseguido consensuar una política educativa en los niveles de enseñanza básica que nos hayan permitido estar mucho más arriba de lo que estamos. Es verdad que muchos países de nuestro entorno están en una situación similar pero hay otros que no. A los que nos gusta la educación y nos dedicamos a ello sabemos que hay una correlación casi exacta entre el nivel de educación y de bienestar de un país. Eso es evidentemente. Por lo tanto, todo el dinero que se destine a educación es bueno pero hay que saberlo invertirlo bien y donde más hace falta. Los que hemos pasado por distintas etapas educativas sabemos que lo que más marca tu formación es la enseñanza básica. En algún país como Finlandia han incentivado tanto la educación básica que los mejores profesores van a las escuelas. La enseñanza básica es fundamental. Aquí en la universidad podemos enseñar ciertas cosas pero la influencia sobre los estudiantes es mucho menor que la que tiene un profesor de primaria. Por eso mi opinión es coincidente con la de muchos. Es necesario un pacto nacional por la educación en él que todos nos tendríamos que poner de acuerdo en cuestiones básicas. En segundo lugar, invertir mucho dinero y conseguir que la profesión de docente se convierta en la más prestigiosa del país. De nuevo el resultado de esto no lo veremos a corto plazo pero sí en menos tiempo que lo que imaginamos. La inversión en educación es siempre muy rentable si se hace bien.
¿Y crees que es posible llegar a un gran pacto educativo?
Visto lo que en este país cuesta ponerse de acuerdo en ciertas cosas es difícil pero no imposible. Los dos partidos mayoritarios tienen una gran responsabilidad, además, a la par. Es posible que haya cuestiones ideológicas que hayan enturbiado el debate pero es una parte menor que hay que dejar al margen y ponerse de acuerdo en lo básico. Además, hay que incentivar al profesor seleccionar a los mejores para conseguir una mejor docencia en esa etapa.
Cambiemos de tema. ¿Qué opinión le merece la reforma penal?
Como muchos otros penalistas considero que tiene aspectos positivos pero muchos otros claramente negativos. Es una reforma que va en una dirección que a muchos nos preocupa. Una dirección en la que el derecho penal cada vez intervenga más y más, de mayor criminalización. Y una buena muestra de ello es una nueva disposición: prisión permanente revisable. Es verdad que una parte importante de la población la apoyaría, quizás también por falta de información, pero la mayoría de los profesores de derecho la rechazamos. La prisión perpetua revisable no existía siquiera en la época de Franco. Aquí ya tenemos un sistema durísimo de sanciones penales e inexplicable para un país con un bajo índice de criminalidad como es España, uno de los menores de Europa. En las estadísticas se ve como, en los últimos años, la criminalidad ha bajado de forma sostenida mientras las reformas de los gobiernos siempre han ido hacia un mayor castigo. Eso no es explicable y, desde luego, no hay ninguna necesidad social ni por razones preventivas que aconsejen imponer la prisión permanente revisable, salvo por un guiño a una parte de la sociedad que puede verla con buenos ojos.
Además está demostrado que no tiene un efecto positivo en prevención de delitos y los países de Europa que la tienen como Alemania, lo cierto es que al final no la aplican. De hecho, la estancia media en prisión en ese país es menor actualmente que la que tiene España.
¿Cree que es necesaria la reforma del código penal en este momento?
El código penal nuestro es del año 95 y ha tenido 26 reformas. Aunque la materia penal en general es muy estable, este código no lo ha sido en general porque los dos gobiernos han querido reformarlo basándose en datos fragmentados, incorrectos o sin datos que es peor. Muchas veces se ha legislado en materia penal basándose en las noticias de portada de los periódico o de los telediarios y eso de ninguna manera puede hacerse. En otras materias sin duda hacen falta cambios. Por ejemplo, la Ley de Indulto, que es más que centenaria, está necesitada de una revisión desde hace tiempo. Sin embargo, ahí no se quiere abordar ningún cambio, seguramente porque el indulto es un privilegio del poder legislativo que es quien tiene la iniciativa en materia legislativa y no quiere perder ese privilegio. Pero, hoy en día, es inaceptable según está. Sería necesario conocer como se han dado los indultos en los últimos años y luego, con toda la información disponible, hacer una ley más garantista.
Hay leyes que tienen que ser muy estables como por ejemplo la Constitución. Claro que hay que hacer retoques. La Constitución española se ha tocado algo y algo más hay que retocar. Por ejemplo: todo el mundo está de acuerdo en que en algún momento se tendrá que afrontar el retoque de la sucesión de la Corona. Hoy en día es difícilmente explicable que no se cambie y siga teniendo preferencia el varón sobre las mujeres. Pero en general la Constitución debe de ser muy estable. El código penal que algunos han llamado una constitución en negativo también debe ser muy estable, debe cambiarse poco. No lo han entendido así nuestros gobernantes en los últimos años.
La otra gran reforma en la mesa es la del aborto
Sí es una reforma muy conflictiva. Toca la fibra sensible de mucha gente y, además, en las dos direcciones. Este es un tema que pasa como en el de la educación, en el que la única forma de que vivamos en paz es llegar a un tipo de acuerdo. Teniendo en cuenta que la sociedad en este tema está claramente divida no queda más remedio que el legislador tome una postura intermedia. Las posturas intermedias, sobre todo cuando hay otros dos posicionamientos extremos, no gustan a nadie. Pero bueno es un buen síntoma que no satisfaga a nadie. Es preciso que haya un acuerdo y se diga: llegamos hasta aquí y no llegamos más allá. Y los que quieren favorecer el aborto en más casos admitan, que una parte de la sociedad no lo quiere y no se puede ir más allá y los que no admiten el aborto en ningún supuesto, que asuman que hay una parte de la sociedad que no piensa así. Por ejemplo, es dificilísimo mantener argumentos en contra del aborto motivado por violación.
La reforma propuesta no creo que vaya a calmar las aguas sino todo lo contrario. Se podían haber hecho retoques pero la propuesta del ministro de Justicia va mucho más allá de lo que una parte de la sociedad está dispuesta a admitir con lo que es probable que volvamos a tener una reforma en unos años y eso, que desgraciadamente me temo que es a lo que vamos a llegar, es lo peor que nos podría pasar. Gallardón en contra de su posición tradicional, diríamos más centrada, se ha puesto en una posición extrema hacía una parte de la sociedad.
Ha hablado reiteradamente de pacto de Estado.
Hay ciertas materias que son de consenso necesario. La Sanidad por ejemplo. En este país se ha conseguido un sistema sanitario casi perfecto en términos relativos, admirado en todo el mundo. Ponerle cortapisas, como esta pasando ahora desde el Gobierno y desde algunas comunidades autónomas, especialmente desde Madrid, me parece que es jugar con fuego. Es el camino erróneo. Hay que hacer reformas porque el sistema económicamente tiene que ser viable pero hay que hacer un pacto por la sanidad. No podemos admitir el más mínimo retroceso y lo mismo con la educación. Hay que seguir invirtiendo en la educación pública. Igualmente tiene que haber un pacto de Estado en temas como el aborto o las pensiones. En estos temas tiene que haber generosidad, debe ser algo que no so utilice como arma política como se ha hecho y se está haciendo. Son temas intocables.
¿Qué opina de la reforma de los colegios profesionales?
No es un tema que conozca lo suficiente para dar una opinión fundada. Así, a primera vista, los colegios cumplen una excedente función pero la colegiación obligatoria me parece más discutible. Es verdad que en algunas profesiones, como pueden ser los médicos y los abogados, la colegiación obligatoria puede tener ventajas y ahí hay un elemento de peso como para hacer una excepción.
¿Partidario de regular mucho las nuevas tecnologías?
Las normas que pongamos, en muchas ocasiones, no van a servir de nada porque internet tiene un atractivo y es que ha introducido un elemento de enorme libertad en el mundo, libertad para transmitir información, para conocer, para aprender, para todo. Es una auténtica revolución, diría que de las más importantes que ha tenido la humanidad. Con internet ya no hay aislamiento cultural y en ese sentido es maravilloso. Pero como siempre las grandes ventajas suelen tener también grandes inconvenientes. Igual que hay libertad para lo bueno pues la hay para lo malo. Por ejemplo: en materia delictiva ciertos delitos se han multiplicado de forma exponencial. Es el caso de la pornografía infantil. Algo que se tiene que atajar con la nueva legislación y, por supuesto, los gobiernos y el nuestro también se han puesto a ello. Luego están los atentados contra el honor. La posibilidad de atentar contra el honor ahora es inmensa. Cualquier persona ella sola, en cualquier momento y desde cualquier lugar, puede lanzar una injuria o calumnia que se puede ver en todo el mundo. Esto antes era impensable. Con la propiedad intelectual sucede lo mismo.
Pero no hay que tener miedo a internet y tampoco hay que cortapisarlo demasiado. Que las partes negativas no nos hagan perder la parte de frescura y positiva, que es absolutamente inmensa. Incluso los que tenemos ya algunos años no podemos entender el mundo ya sin internet.
¿Qué ha supuesto internet en la enseñanza?
En la enseñanza básica por ahora nada puede sustituir a la presencia física de un profesor en clase. Somos animales sicológicos. La presencia de otro hace que algo se mueva en el cerebro y le produce un mayor interés. Por supuesto que existen las clases a distancia y eso ha abierto todo un mundo de posibilidades. Uno en la Patagonia puede acceder a una exposición de un premio nobel en Internet en una universidad americana pero aún así el efecto que tiene para el docente y el enseñante la presencia física es insustituible, de la misma manera que el teatro no ha desaparecido por la aparición del cine. Aún así es cierto que hoy uno puede continuar con su docencia por la red. Nosotros tenemos muchos intercambios con América Latina por internet, aunque seguimos viajando allí para dar conferencias o cursos puntuales.
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