Ana Botella se niega desde hace cuatro años a pagar una deuda contraída con las selecciones de Perú y Ecuador por un partido benéfico
El objetivo del encuentro, que no llegó a celebrarse, era recaudar fondos para facilitar el acceso a agua potable de varias poblaciones del Amazonas peruano
Los jugadores ecuatorianos y peruanos se desplazaron a la capital y ambas federaciones siguen esperando el dinero prometido
Durante la campaña de la candidatura Madrid2020, el presidente del COE, Alejandro Blanco, recibió la queja del Comité Olímpico Peruano.
Mientras el pasado sábado 7 de septiembre en Buenos Aires, Ana Botella reclamaba la confianza de los miembros del COI y garantizaba el cumplimiento de los compromisos adquiridos por la candidatura Madrid 2020, en Guayaquil (Ecuador) seguía en directo la retransmisión del evento el secretario general de la Federación Ecuatoriana de Fútbol,Francisco Acosta.
Acosta resume sin pelos en la lengua sus pensamientos durante el discurso de la alcaldesa: “¡qué sinvergüenza!”. Aún así deseaba que la delegación madrileña consiguiese los JJ.OO. Si la capital española era la elegida para albergar las olimpiadas de 2020 se mantendría viva la última esperanza que tenían las federaciones ecuatoriana y peruana de fútbol para poder cobrar la deuda que desde el año 2009 mantiene con ellas, aunque no reconoce, el Ayuntamiento de Madrid. 52.500 dólares en el caso de la federación ecuatoriana y 75.000 dólares en el caso de sus vecinos de Perú.
En octubre del 2009 la entonces concejala de Medio Ambiente y teniente de alcalde de Madrid, Ana Botella, contactó con ambas federaciones mediante una carta firmada en la cual les informaba sobre el programa 'Agua Solidaria' en el que colaboraba el consistorio y cuyo objetivo era posibilitar el acceso a agua potable de varias poblaciones del Amazonas peruano. Con el fin de recaudar más fondos para que el proyecto “pueda dar esperanza de vida”, Ana Botella les proponía la celebración en Madrid de un partido de fútbol entre ambas selecciones y en cuya organización incluía a la Real Federación Española de Fútbol.
Ese fue el punto de partida de la 'Water Cup'. Un encuentro amistoso con fines benéficos que Perú y Ecuador nunca llegaron a jugar y cuya gestión por parte de la concejalía que dirigía Ana Botella fue motivo de queja del Comité Olímpico Peruano ante el presidente del COE,Alejandro Blanco, en plena campaña latinoamericana de la candidatura Madrid 2020.
Una urgencia humanitaria
La primera toma de contacto entre las partes tuvo lugar en la sede de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid el 13 de noviembre de 2009. En la reunión participaron Ana Botella (llegó y se fue con la reunión en marcha), el asesor del Ayuntamiento, Tomás Vera; el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, Luis Chiriboga y el citado secretario general, Francisco Acosta; un interlocutor de la Real Federación Española de Fútbol en representación de la federación peruana y Javier Maza, director de la empresa La Tienda de Campañas S.L. a la que Vera le había encargado la organización del evento deportivo.
Apelando a la urgencia humanitaria, el Ayuntamiento consiguió el compromiso de ambas selecciones para participar en la 'Water Cup'. En el caso de Ecuador, la federación cambió incluso la planificación de la temporada de la selección “porque la causa lo habilita”. En la reunión ambas federaciones pusieron precio a su participación y acordaron, de forma excepcional y “por tratarse de ustedes”, cobrar en dos plazos: un 25% antes de salir de sus países y el resto, durante su estancia en Madrid para jugar el partido. El representante municipal garantizó que “a través de sí mismo o de empresas que lo patrocinen el Ayuntamiento de Madrid cubre el 100% de lo que significa organizar el partido”.
El 27 de noviembre, dos semanas después de esa reunión, Tomás Vera remitió a las federaciones un fax en el que informaba que “han sido aceptadas las propuestas económicas para que sus selecciones se desplacen a España a participar en la primera edición de la Water Cup” y pedía indicaciones de cómo efectuar el primer pago comprometido.
A pesar de que en las federaciones enviaron a Madrid los números de cuenta en los que debía ser ingresado el dinero, el Ayuntamiento nunca realizó ese pago. Fue la empresa La Tienda de Campañas S.L. la que el 16 de diciembre efectuó los pagos comprometidos (30.000 €) ante la negativa de las federaciones a volar si no recibían el dinero. Gracias a esta gestión, al día siguiente en el Estadio Vicente Calderón, Ana Botella acompañada por Enrique Cerezo y los embajadores de Perú y Ecuador, presentaba ante los medios la Water Cup.
Más compromisos incumplidos
El pago del alquiler del Estadio Vicente Calderón fue otro de los compromisos incumplidos por parte del Ayuntamiento. A falta de tres días para la celebración del partido fue de nuevo La Tienda de Campañas S.L. la que tuvo que desembolsar la cantidad acordada con el Atlético de Madrid (30.000€) con el objetivo de poder disponer del estadio con tiempo suficiente para acondicionarlo.
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Esta empresa dedicada a la organización de eventos también vio como el Ayuntamiento incumplía otros puntos del acuerdo de colaboración al que habían llegado. Desde el consistorio se adquirió el compromiso de ceder espacios municipales para la instalación de carteles publicitarios. “Los carteles se imprimieron, se enviaron a un almacén municipal y la mayoría fueron devueltos porque el Ayuntamiento no liberó los espacios comprometidos”, asegura Javier Maza quien acusa al Ayuntamiento de “dejación de funciones durante la preparación del evento y no asunción de responsabilidades después de su cancelación”. Según este empresario la Concejalía de Medio Ambiente utilizó el componente humanitario de la Water Cup para implicar a su empresa y a las federaciones y pedirles que asumieran esfuerzos extras derivados de los incumplimientos económicos del Ayuntamiento.
Con las selecciones de Perú y Ecuador ya en España (se alojaron en el hotel de la Real Federación Española de Fútbol en Las Rozas), y a solo 24 horas de celebrarse el partido, las entradas vendidas no llegaban al centenar y la repercusión del encuentro era prácticamente nula incluso entre las comunidades peruanas y ecuatorianas de la capital.
El 21 de diciembre de 2009 la ciudad de Madrid amaneció cubierta de nieve y el Ayuntamiento decidió cancelar el encuentro por razones meteorológicas. En la recepción del Hotel Residencia Ciudad del Fútbol los jugadores de ambas selecciones acordaban exigir a sus respectivas federaciones el pago de sus honorarios por haber viajado a España independientemente de que no se llegase a celebrar la 'Water Cup'.
En el caso de la selección ecuatoriana, los jugadores recibieron la garantía de su vicepresidente, Carlos Villacís, de que cobrarían lo pactado. En una tensa reunión celebrada ese mismo día, Villacís se lamentaría de haberse comprometido con sus jugadores tras ser informado por Tomás Vera de que, una vez más, el Ayuntamiento de Madrid no abonaría la cantidad acordada un mes antes.
En esa misma conversación el representante del Ayuntamiento adquirió nuevos compromisos: celebrar la 'Water Cup' en mayo de 2010 y abonar las cantidades pendientes del primer plazo en el transcurso de un mes. “Vean que no tenemos nada firmado porque es un pacto de caballeros. No hay mayor muestra de confianza” fue la frase utilizada por los responsables de la federación ecuatoriana para aceptar la propuesta del asesor de Ana Botella.
Cuatro años intentando cobrar
Desde entonces han pasado casi cuatro años y a pesar de la urgencia inicial del Ayuntamiento (“cada día que no actuamos mueren muchos niños”, llegó a decir Tomás Vera en la reunión del 13 de noviembre de 2009), las federaciones de Ecuador y Perú no han sido convocadas para jugar la 'Water Cup' y no han recibido ni un euro del Ayuntamiento de Madrid. La empresa La Tienda de Campañas S.L. tampoco recibió el dinero que adelantó para desbloquear los viajes de las selecciones y el alquiler del Vicente Calderón; hace dos años que se vio obligada a cancelar su actividad tras dejarse en la Water Cup 200.000€.
En estos cuatro años, la Federación Ecuatoriana de Fútbol ha reclamado el pago de 50.000 dólares a través de cartas remitidas al despacho de Ana Botella a las que nunca obtuvieron respuesta e incluso su presidente, Luis Chiriboga, recurrió a la RFEF para hacerle llegar sus quejas a la actual alcaldesa. “Es más fácil que contesten del cielo a que lo haga Ana Botella” afirma resignado Francisco Acosta quien asegura que no quisieron denunciar la situación al Comité Olímpico Ecuatoriano para no perjudicar la candidatura del Madrid 2020.
La Federación Peruana de Fútbol se vio envuelta en un conflicto con el sindicato de jugadores a raíz de aquel viaje a España y acabó pagando a los futbolistas las cantidades que le reclamaban. En palabras del Presidente de la Federación Peruana de Fútbol: “lo que hizo con nosotros el Ayuntamiento de Madrid fue abusivo puesto que pusimos todo de nuestra parte cuando nos reclamaron para un evento benéfico que repercutía en nuestro país”.
Tras varios intentos infructuosos de comunicarse con Ana Botella, el presidente Manuel Burga elevó queja al Comité Olímpico Peruano para que el asunto fuese tratado con el Comité Olímpico Español tal y como acabó sucediendo en una visita realizada por miembros de la candidatura olímpica a Lima para vender el proyecto Madrid 2020 y que encabezaba el presidente del COE, Alejandro Blanco a quien se le informó del impago.
Después de tres años reclamando el dinero “de todas las formas imaginables”, la federación peruana recibía en octubre de 2012 una carta del Ayuntamiento de Madrid firmada por Antonio de Guindos (en ese momento Concejal de Medio Ambiente) informando que la administración local se desentendía definitivamente del asunto argumentando “no haber sido promotores de ningún evento deportivo”.
En cuanto a La Tienda de Campañas S.L., la respuesta que obtuvo por parte del Ayuntamiento a sus demandas de cobro fue la convocatoria a una reunión en el despacho del alcalde de Torrejón de Ardoz con un abogado del consistorio madrileño. La persona en cuestión era Pablo Casado, actualmente diputado por Ávila del PP y en aquel momento asesor vocal de la Oficina del ex presidente del Gobierno, José María Aznar y por tanto sin ninguna relación laboral con el Ayuntamiento madrileño.
Tras analizar la documentación presentada por Javier Maza, Casado se desentendió del asunto afirmando que “a Ana Botella no le implica para nada” y responsabilizando de lo ocurrido al asesor municipal. Tomás Vera dejó de trabajar en la Concejalía de Medio Ambiente en 2011 y actualmente dirige una consultora especializada en la internacionalización de empresas en Latinoamérica que ofrece entre otros servicios “relación con las Administraciones Públicas”.
La ciudad de Madrid ha sido rechazada por tercera vez consecutiva como sede de unas olimpiadas cuya organización exige un grado de compromiso máximo con el Comité Olímpico Internacional. Por eso llama la atención que la alcaldesa Botella optase por arriesgarse a no satisfacer las reclamaciones de las federaciones peruana y ecuatoriana después de que estas aceptaran participar en un partido con fines benéficos, puesto que de haberse hecho pública antes del 7 de septiembre esta actuación del Ayuntamiento podría haber comprometido definitivamente la candidatura madrileña a la cita olímpica del 2020.
Más llamativo resulta el proceder de Ana Botella atendiendo a las cifras; el total de las cantidades reclamadas desde Ecuador y Perú suman 127.500 dólares (95.000 euros), menos de la mitad de lo que la Candidatura Madrid 2020 destinó a un contrato de teatro infantil.
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