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miércoles, 25 de septiembre de 2013

ANDALUCIA, CASTILLA-LA MANCHA Y VALENCIA, SUSTITUYEN FARMACOS NO AUTORIZADOS


Tres comunidades amparan la fabricación de fármacos no autorizados

Algunas Consejerías de Sanidad son las que alientan esta mala praxis, dando a los médicos cobertura legal

En Valencia, con la excusa del ahorro, quieren hacer copias de fármacos en sus hospitales para la artritis, esquizofrenia y alergias

Varios despachos de abogados tienen ya preparada toda una batería de argumentos legales para presentar las correspondientes demandas contra estas prácticas


Fachada del Hospital Virgen del Rocío / EP
Los españoles no están en condiciones de igualdad a la hora de acceder a la Cartera de Servicios del Sistema Nacional de Salud. Depende de la autonomía en la que vivan tendrán más o menos prestaciones. Es un hecho incuestionable y fácilmente demostrable, que ya es objeto de estudio en tesis doctorales, dentro y fuera de España. La guinda, ahora, está en las artimañas que ponen en práctica algunas comunidades autónomas para sustituir un fármaco por otro más barato de dudosa eficacia terapéutica. Pero lo más grave es que algunas consejerías de Sanidad son las que alientan esta mala praxis y pretenden darle cobertura legal. Además, otras autonomías intentan copiar el fármaco innovador para hacerlo con fórmula magistral. Así sale mucho más barato. Esta cadena de insensateces termina en el paciente, que es el gran perjudicado. Una vez más, los criterios economicistas priman sobre la práctica de la medicina.

Batería de demandas

Aún no ha trascendido a la opinión pública, pero determinados despachos de abogados tienen ya preparadas una batería de demandas contra estas prácticas contrarias a la Ley del Medicamento. En su momento las harán públicas a través de los medios de comunicación.
Pero en el mundo de la sanidad se sabe desde hace meses, por ejemplo, que en el hospital Virgen del Rocío, en Sevilla, se está intentando copiar con fórmula magistral un medicamento de última generación, biotecnológico, para la esclerosis múltiple. Para ello se han apresurado a adquirir varios kilos del principio activo de la molécula “Dimetil Fumarato”. Los médicos sevillanos están en contra de esta iniciativa, en la que intervienen al menos dos farmacéuticos pertenecientes a la plantilla de ese centro sanitario. Y, según hemos podido contrastar, actúan así porque la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía les avala. Desconocemos si la actual consejera, María José Sánchez, conoce esta situación a la que dio luz verde su antecesora, ahora en la Consejería de Hacienda, María Jesús Montero.
No es la primera vez que intentan algo parecido en este hospital sevillano. Hicieron lo mismo con el fármaco “Rebif”, que tenía dos presentaciones en jeringa: la de 22 y la de 44 microgramos. Adquirían la jeringa precargada de 44 y la dividían en dos partes como forma de ahorro.
Esto en Andalucía. Pero en Castilla-La Mancha también se están dando casos parecidos. Hay un fármaco, “Lucentis”, que trata la degeneración macular asociada con la edad (DMAE), aprobado por las autoridades sanitarias europeas y españolas para esta indicación, que se está sustituyendo por otro medicamento que no tiene nada que ver con esta patología. Se trata de “Avastin”, una droga antineoplásica muy conocida que, casualmente, tiene el mismo efecto que el medicamento innovador para esa enfermedad oftalmológica. Pero no está prescrito oficialmente para ello. En determinados hospitales castellano-manchegos se está aplicando a los pacientes porque es mucho más barata. Y también con el visto bueno de las autoridades sanitarias que, en este caso, dependen del consejero de Salud, Jose Ignacio Echániz, que también es el responsable de salud del Partido Popular.
Llegados a este punto, la pregunta más que lógica es: ¿Saben esto en el Ministerio de Sanidad? Porque si son conocedores de estas irreguaridades, ¿cómo es que no toman cartas en el asunto?
Por lo que respecta a la Comunidad Valenciana, su gobierno ha decidido fabricar determinados medicamentos en sus hospitales, para no tener que adquirir los distribuidos legalmente en las boticas, con el único objetivo de ahorrar. De momento, quieren copiar fármacos contra la artritis, esquizofrenia y alergias. El paciente queda en segundo plano; la prioridad es otra. Poco importa que la calidad y eficacia de los medicamentos “baratos” no sean las mismas que las de los regulados.
Esta decisión de Valencia, en la que se ha involucrado el presidente Fabradirectamente, se adopta cuando persiste el malestar del colectivo farmacéutico por el impago de las deudas contraídas con el sector por la administración regional.

Infracción “muy grave”

Como no podía ser de otra manera, la patronal de la industria farmacéutica, Farmaindustria, va a adoptar una serie de medidas legales -si no lo ha hecho ya- para parar este proceso, a todas luces ilegal, basándose en el potencial riesgo que supone para los pacientes. Argumentan desde Farmaindustria que se trata de una decisión “de gran trascendencia sanitaria con la que se pretende sustituir los actuales tratamientos, aplicados con medicamentos autorizados y dispensados en oficinas de farmacia, por unos preparados que no cuentan con la preceptiva autorización de comercialización, con los riesgos que ello puede implicar para los pacientes”.
Fuentes jurídicas consultadas confirman que estas prácticas suponen una infracción muy grave de la Ley del Medicamento, al tratarse de una fabricación y distribución de fármacos no autorizados.
Y ya para terminar esta crónica y no aburrirles demasiado, transcribimos la conversación que involuntariamente pudimos oír el pasado fin de semana, en un restaurante de Madrid, entre dos conocidos políticos del Partido Popular. Alzaban tanto la voz, que era imposible no escuchar lo que decían:
- ¿Qué te pareció la intervención de Ana Mato en el Congreso? -inquiere uno de los políticos a su compañero de mesa y mantel-. Le preguntaron por el copago hospitalario y contestó más o menos que el tranvía pasaba a las siete ….
- Ya -replicó el otro interlocutor- pero es algo normal en ella. No sabe lo que es el copago y no le interesa. Lo triste es que nos está dividiendo. Mira la postura de Castilla-León. No ha tardado ni milésimas de segundo en oponerse al copago hospitalario. Y son los nuestros…
- Lo triste -replica el otro político- es que en Moncloa no se enteran de lo que está pasando en el Ministerio de Sanidad. Todo lo maneja la gallega y nos va a hundir. Tendrían que apartarla definitivamente de la gestión sanitaria y que la ministra tomara las riendas, aunque no sepa de esto.
Dejamos a la inteligencia de los lectores la deducción de la personalidad de “la gallega”.

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