¿Hasta cuándo aguantaremos los españoles?
Carmela Díaz.
Se nos presupone desde la cuna el puro nervio, la pasión plena, la furia ibérica, y mira, resulta que somos unos mansitos de órdago; o más santos que el bíblico Job. De lo contrario, se me antoja incomprensible nuestra placidez ante tal cúmulo de basura, mierda y despropósitos día sí y día también. ¿Hasta cuándo esta paciencia épica? Observen a los cariocas liándola parda o unificando su voz contra las injusticias en su santo santorum -el mismísimo Maracaná- ante los ojos del mundo. ¿Imaginan una final de la Copa del Rey con todo el estadio a una vociferando “recortes no, corruptos fuera”? A lo más que hemos llegamos es a que unos descerebrados piten la Marcha Real, actuación que deben considerar como el súmmum de su hombría, cuando lo único que demuestran es lo paletos y maleducados que son.

Los imputados crecen como los champiñones. A puñados. Últimos premiados: los privatizadores de la Sanidad pública madrileña. ¿Están comenzando nuestros enfermos a sufrir calamidades en los hospitales porque estos avispados se lo llevaron calentito? ¿También acusarán a este juez de lunático y excéntrico?
Luego que si Urdangarín era un comercial raso, un simplón, un mandado… ¡Pobriño! Si es que él solo pasaba por allí para recoger el parné a manos llenas. Va a resultar que tampoco se enteraba de nada como su abnegada señora. Ahora bien, los billetes morados, las mansiones y el estilo de vida de altísimos vuelos bien que lo disfrutaban. Del DNI número 14 de Cristina Federica Victoria Antonia ya ni hablamos: sencillamente delirante. Propongo que elevemos a caso de estudio para las más prestigiosas escuelas de negocio a la familia Urdangarín: de cómo dos lerdos que no se enteraban de nada acumularon millones de euros sin despeinarse. Ana Mato puede configurar el anexo: la ilusa e ignorante esposa que dirigió un ministerio. Nuestros estudiantes nos lo agradecerán.
Las manos que mecen las cunas no pueden estar gestionando peor el caso Urdangarín: en vez de sacarla a flote, están desprestigiando la Monarquía. A este golfo se le tenía que haber dado un tratamiento implacable y ejemplarizante desde el minuto cero para salvaguardar la credibilidad de la Corona. Todo lo demás es un esperpento.
Entre medias asistimos al deshojar de la margarita Blesa: cárcel sí, cárcel no, cárcel sí, cárcel no… Jueces versus fiscalía, fiscalía versus jueces, injerencias del poder en la Justicia contra la imparcialidad obligada… Otro espectáculo infame que vuelve a demostrar una vez más que no funciona ni un solo poder del Estado. Ni uno.
Y no olvidemos que mientras se siguen destapando los millones de euros de Bárcenas por el mundo, este individuo sigue de rositas sin renunciar a su estratosférico nivel de vida. Algo incomprensible para el sentido común y para cualquier ciudadano de bien.
¿Han advertido que en junio de 2013 las dos personas más poderosas de España son Diego Torres y Luis Bárcenas?Es decir, dos delincuentes de manual. ¿Será porque tienen enganchadas por los huevos a las dos instituciones clave del país, el Gobierno y la Monarquía?
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