¿Hasta cuándo aguantaremos los españoles?
Carmela Díaz.
Se nos presupone desde la cuna el puro nervio, la pasión plena, la furia ibérica, y mira, resulta que somos unos mansitos de órdago; o más santos que el bíblico Job. De lo contrario, se me antoja incomprensible nuestra placidez ante tal cúmulo de basura, mierda y despropósitos día sí y día también. ¿Hasta cuándo esta paciencia épica? Observen a los cariocas liándola parda o unificando su voz contra las injusticias en su santo santorum -el mismísimo Maracaná- ante los ojos del mundo. ¿Imaginan una final de la Copa del Rey con todo el estadio a una vociferando “recortes no, corruptos fuera”? A lo más que hemos llegamos es a que unos descerebrados piten la Marcha Real, actuación que deben considerar como el súmmum de su hombría, cuando lo único que demuestran es lo paletos y maleducados que son.
Y es cada día nos desayunamos algún nuevo sapo. Esta semana han conseguido que estemos criando una manada de anfibios en nuestros sufridos estómagos. Ahora nos cuentan que por eliminar defensores del pueblo o cámaras de cuentas van a reformar la administración. ¡Ay qué risa! Por enésima vez: acometan unadelgazamiento del Estado en condiciones, que aborde unaracionalización severa de las comunidades autónomas, la eliminación de órganos de dudosa utilidad -como el Senado o las diputaciones provinciales-, unifiquen ayuntamientos, eliminen cargos públicos innecesarios, fulminen las duplicidades entre administraciones, y solo entonces, algo de credibilidad ganarán. Mientras tanto el “cambiemos algo para que todo siga igual”, una de las máximas de todo político que se precie, ya no cuela.
Los imputados crecen como los champiñones. A puñados. Últimos premiados: los privatizadores de la Sanidad pública madrileña. ¿Están comenzando nuestros enfermos a sufrir calamidades en los hospitales porque estos avispados se lo llevaron calentito? ¿También acusarán a este juez de lunático y excéntrico?
Luego que si Urdangarín era un comercial raso, un simplón, un mandado… ¡Pobriño! Si es que él solo pasaba por allí para recoger el parné a manos llenas. Va a resultar que tampoco se enteraba de nada como su abnegada señora. Ahora bien, los billetes morados, las mansiones y el estilo de vida de altísimos vuelos bien que lo disfrutaban. Del DNI número 14 de Cristina Federica Victoria Antonia ya ni hablamos: sencillamente delirante. Propongo que elevemos a caso de estudio para las más prestigiosas escuelas de negocio a la familia Urdangarín: de cómo dos lerdos que no se enteraban de nada acumularon millones de euros sin despeinarse. Ana Mato puede configurar el anexo: la ilusa e ignorante esposa que dirigió un ministerio. Nuestros estudiantes nos lo agradecerán.
Las manos que mecen las cunas no pueden estar gestionando peor el caso Urdangarín: en vez de sacarla a flote, están desprestigiando la Monarquía. A este golfo se le tenía que haber dado un tratamiento implacable y ejemplarizante desde el minuto cero para salvaguardar la credibilidad de la Corona. Todo lo demás es un esperpento.
Entre medias asistimos al deshojar de la margarita Blesa: cárcel sí, cárcel no, cárcel sí, cárcel no… Jueces versus fiscalía, fiscalía versus jueces, injerencias del poder en la Justicia contra la imparcialidad obligada… Otro espectáculo infame que vuelve a demostrar una vez más que no funciona ni un solo poder del Estado. Ni uno.
Y no olvidemos que mientras se siguen destapando los millones de euros de Bárcenas por el mundo, este individuo sigue de rositas sin renunciar a su estratosférico nivel de vida. Algo incomprensible para el sentido común y para cualquier ciudadano de bien.
¿Han advertido que en junio de 2013 las dos personas más poderosas de España son Diego Torres y Luis Bárcenas?Es decir, dos delincuentes de manual. ¿Será porque tienen enganchadas por los huevos a las dos instituciones clave del país, el Gobierno y la Monarquía?
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