INFORMACION TOTALAMENTE ACTUALIZADA

martes, 21 de enero de 2014

FRANCIA: CONDENA A LA EMPRESA TUV POR IMPLANTES MAMARIOS ADULTERADOS

Ratifican condena en Francia a certificador de prótesis adulteradas



París, 21 ene (PL) Un tribunal de apelaciones de Francia ratificó hoy la condena contra la empresa alemana TUV, que durante años certificó la calidad de los implantes mamarios adulterados fabricados por la firma Poly Implant Prothese (PIP).

La entidad germana tendrá que pagar tres mil euros como compensación a cada una de las mil 700 víctimas del engaño, tal y como dictaminó la corte de comercio de la ciudad de Toulon el 14 de noviembre del año pasado.

Este veredicto, en el cual se afirma que TUV faltó a sus obligaciones de control y vigilancia, abre el camino para que otras mujeres afectadas por la estafa puedan iniciar acciones judiciales y obtener una indemnización.

La empresa PIP nació en la sureña ciudad de Marsella en 1991 y pronto se ubicó entre los más grandes fabricantes de su tipo, con una producción anual de unas 100 mil prótesis, el 80 por ciento de las cuales se exportaban a 60 países.

El propietario, Jean-Claude Mas, comenzó a adulterar el producto con un gel industrial mucho más barato que el autorizado para fines médicos, lo cual le permitió obtener ganancias adicionales de hasta un millón de euros anuales.

La silicona empleada por Mas contiene sustancias desaconsejadas para el uso en seres humanos, como el aditivo para carburantes conocido como Baysilone, utilizado también en la construcción de componentes electrónicos.

Además, se descubrió la presencia de Silopren y Rhodorsil, ambos productos vinculados a la industria del caucho.

Las sospechas comenzaron a extenderse cuando se detectó que los implantes PIP sufrían un índice exagerado de roturas respecto a otras marcas y causaban molestas a sus portadoras, como irritación de los tejidos y dolor.

Fue hasta 2010 cuando las autoridades francesas retiraron todos esos implantes del mercado y ordenaron el cierre de la fábrica. Un año después se recomendó a las portadoras extraerse esos artefactos como medida de precaución.

Durante ese tiempo la certificadora alemana otorgó la garantía de calidad europea a los productos PIP, con lo cual contribuyó a su venta en todo el mundo.

Según los directivos de TUV, ellos también fueron víctimas del fraude porque cuando inspeccionaban las fábricas recibían documentos falsos sobre el origen de las materias primas.

No obstante, los magistrados ratificaron la condena, al considerar que la empresa no cumplió con su deber.
FUENTE

No hay comentarios:

Publicar un comentario