Francia convierte en sagrado el derecho al aborto
Francia dio ayer un paso decisivo para flexibilizar la legislación sobre aborto. La Asamblea Nacional aprobó el lunes, rozando la medianoche, el artículo más controvertido del proyecto de ley sobre la igualdad de hombres y mujeres, que suprime la noción de "desamparo" como requisito para que una mujer pueda interrumpir voluntariamente un embarazo.
Mientras que, en España, un anteproyecto de ley presentado el pasado 20 de diciembre por el gobierno de Mariano Rajoy pretende restringir el aborto a los casos de violación debidamente denunciada y peligro para la vida o la salud de la madre, el texto legal que se discute estos días en el Palais Bourbon, a instancias de la mayoría parlamentaria socialista, indica que una mujer tiene derecho a abortar si "no desea proseguir un embarazo" y aumenta la cuantía de las multas y sanciones para quienes obstaculicen tal derecho.
La nueva norma viene a suprimir uno de los puntos cruciales de la Ley Veil de 1975, considerada 'obsoleta'
Esta nueva norma, integrada en la futura legislación sobre paridad, viene a suprimir uno de los puntos cruciales de la Ley Veil de 1975, considerada "obsoleta", que estipulaba que la mujer debía estar "en situación de desamparo" para poder abortar. "Contrariamente a lo que la actualidad podría hacer pensar, no se trata de una reacción a lo que ocurre en España", había explicado antes de la votación la ministra de los Derechos de las Mujeres, Najat Vallaud-Belkacem, insistiendo en la necesidad de "convertir en sagrado" el derecho al aborto.
Tras dos horas de apasionado debate, la cámara baja dio el visto bueno al artículo 5dC de la reforma propuesta por Vallaud-Belkacem, que proclama el derecho de la mujer a disponer libremente de su cuerpo, con los votos favorables de todos los partidos de izquierda y apenas un centenar de diputados presentes en el hemiciclo a esas horas. Para algunos de los oradores que intervinieron antes de la votación, el aborto "no es un acto banal sino una decisión dolorosa" que las mujeres no adoptan "por diversión" o como "método anticonceptivo".
Críticas
Para Christian Jacob, en cambio, "el término 'desamparo' nunca ha impedido que una mujer tenga acceso al aborto". Según el jefe de filas en la Asamblea de la conservadora Unión por un Movimiento Popular, "la izquierda rompe con este proyecto lo que venía siendo un consenso desde hace décadas, por simples intereses partidistas".
La candidata a la alcaldía de París, Anne Hidalgo, ha animado a las mujeres españolas a 'movilizarse para defender' el aborto
"Las evoluciones en ciertos países vecinos demuestran que no estamos a salvo de una vuelta atrás de 40 años", había advertido previamente la ministra de los Derechos de las Mujeres, en clara alusión a nuestro país. En la misma línea, la titular de Asuntos Sociales, Marisol Touraine, consideró que el anteproyecto español "constituiría una regresión sin precedentes y, de ser adoptado, devolvería a las mujeres a la edad de piedra". Por su lado, la candidata socialista a la alcaldía de París, Anne Hidalgo, cuya familia tiene raíces en San Fernando (Cádiz), exhortó a "todas las mujeres españolas a movilizarse para defender ese derecho fundamental".
Y es que la nueva normativa española está haciendo correr ríos de tinta en el Hexágono. El domingo anterior, además, tuvo un especial protagonismo en la jornada de manifestaciones organizadas en París a favor o en contra del artículo 5dC. "¡Viva España!", jaleaban las 15 asociaciones pro-vida que pedían en la explanada de los Inválidos mayores restricciones legales para la interrupción voluntaria del embarazo. "¡No queremos ser como España!", proclamaban por su parte los colectivos de feministas y trabajadoras del sexo que defendían en la Plaza de la Bastilla el derecho a decidir.
Unos 220.000 abortos se realizan anualmente en Francia, donde la interrupción voluntaria del embarazo es legal desde 1975 y corre a cargo de la Seguridad Social desde enero de 2013.
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