El juez prepara una nueva citación para la infanta Cristina
- Decenas de papeles pueden probar que la hija del Rey se benefició de las irregularidades de su marido
- El fiscal sigue sin ver materia para mantener la acusación en un juicio, pero valora no oponerse a la declaración, porque cree que Castro esta vez no va echar marcha atrás
La prueba documental ya es vastísima. Informes policiales, declaraciones de Hacienda, facturas, 'emails', actas de reuniones, escrituras, extractos bancarios, movimientos de tarjetas. Un buen número de papeles que el juez del caso Nóos, José Castro, como una hormiga, extrae con precisión quirúrgica de entre los más de 20.000 folios del sumario para volver a citar en breve a la infanta Cristina de Borbón como imputada. Son los papeles que apuntan a la existencia de un rosario de supuestas tretas, posibles trampas y pequeñas irregularidades que tocan, a veces de perfil a veces directamente, a la hija del Rey y que el magistrado quiere que ella explique en persona en los juzgados de Palma. Papeles que dan a entender que podría estar al tanto y haberse beneficiado de los 'pelotazos' de su marido, pero que la Fiscalía sigue sin verlos con suficiente fundamento para mantener una acusación seria durante un juicio. Son los documentos que Anticorrupción examina hasta la extenuación antes de decidir, cuando el magistrado le pregunte en unos días qué hacer con la infanta, si se opone o no a una citación que, en cualquier caso, va a ser muy difícil de frenar por la tozudez del instructor, empeñado en ver a Cristina de Borbón hacer el paseíllo hasta el juzgado. Aunque sea solo por los delitos de fraude o blanqueo, los únicos por los que le permite acusar la Audiencia Provincial.
AIZOON, CONTROL EN LA SOCIEDAD
Los papeles más comprometidos para la hija del Jefe del Estado son los referidos a la empresa de la que es coopropietaria al 50% junto a su marido. Su defensa siempre ha sostenido que ella nada tenía que ver con esa sociedad que sirvió para desviar a bolsillos privados 897.554 euros de dinero público conseguido por Nóos. Pero las pruebas documentales para rebatir esa afirmación se acumulan.
Cristina de Borbón participó en todas las reuniones de la Junta General Ordinaria de Aizoon, desde su nacimiento hasta la actualidad, según las actas que firmaba su marido. En esos encuentros se aprobaban por unanimidad de los socios unas cuentas a las que la hija del Rey dio el visto bueno. En esas mismas juntas, en las que aparece la firma de Cristina de Borbón, entre otras cosas, se avaló que Urdangarin defraudara facturando a la sociedad dinero que obtenía por sus trabajos profesionales.
Ella, y así también lo confirman los dosieres de la Agencia Tributaria, fue titular de la primera cuenta a nombre de Aizoon que se abrió en 2003. Giró facturas contra esa firma como si fuera un proveedor externo por valor de 3.828 euros. Hay papeles del fisco que demuestran que en una cuenta compartida con su marido recibió más de 47.000 euros de Aizoon sin contraprestación alguna. Es más, la infanta tenía acceso a otro depósito al que se desviaron en 2007 al menos 150.000 procedentes de la inmobiliaria familiar y cuyo origen sigue siendo una incógnita, aunque todos los informes del sumario dan por hecho que eran fondos opacos.
Cristina de Borbón, apuntan los papeles del sumario, recibía cada semana desde las arcas de Aizoon pagos de entre 600 y 700 euros sin más concepto que "su factura".
GASTOS PERSONALES, FACTURAS Y TARJETAS
Si comprometedores son los documentos que prueban que tendría acceso a las cuentas de Aizoon como si fuera una gestora más, aún más delicadas son las facturas de la compañía. Como la que constata que la sociedad pagó sus cursos profesionales de "asesoramiento" y "coaching" desde 2005 a 2007. En total, casi 8.000 euros.
O como las que prueban que el matrimonio usaba la inmobiliaria fantasma para cargar gastos personales para desgravar, entre ellos viajes de lujo con habitaciones de hotel de 1.720 euros la noche en Roma, comidas, safaris y hasta libros infantiles para sus hijos.
Difícil de explicar también para la defensa de la infanta es como, si ella era ajena a la empresa porqué los papeles del sumario Nóos constatan que usó durante siete años la Visa Oro Bussines de Aizoon para, entre otras cosas, pagar ropa para sus hijos, material escolar, floristerías, autopistas y comidas en restaurantes catalanes.
PEDRALBES, CÚMULO DE IRREGULARIDADES
El palacete de Pedralbes, la que era la residencia de la infanta y su familia, es otro de los puntos débiles de su defensa habida cuenta las innumerables facturas, documentos y albaranes que prueban que elmatrimonio cargó de forma irregular para deducirse el IVA al menos 691.506 euros invertidos en la reforma de la mansión. Trabajos que se hicieron casi íntegramente con dinero que entró a Aizoon desde la trama Nóos. Y no solo eso, sino que el matrimonio se autoalquilaba esa casa. Es decir, los dueños de Aizoon, ellos mismos, se pagaron a sí mismos más de 47.000 euros, según los documentos de la Policía.
NÓOS, RECIBIÓ DINERO DE LA TRAMA
La actas no dejan lugar a la interpretación.La infanta fue vocal de Nóos, la fundación usada para expoliar fondos públicos. Y lo fue entre 2004 y 2005, los años en los que se cerraron los mayores negocios con las administraciones balear y valenciana. Según su marido, su figura era solo decorativa y no participaba en los consejos ni estaba en el día a día de lo que ocurría en esa institución. Pero los papeles apuntan a otra cosa.
Un informe de la Policía revela que una de sus cuentas privadas, ni siquiera compartidas con su marido, recibió a su nombre 12.671 euros procedentes de Nóos Consultoría, una de las sociedades usadas para desviar dinero público. Además, por las cuentas que compartía con su esposo pasó buena parte del dinero que salía de Nóos con rumbo al bolsillo de Urdangarin por trabajos jamás realizados.
No tenía ninguna relación con Nóos, pero hay prueba documental de que al menos una de las declaraciones de Hacienda de la infanta fue confeccionada "ad hoc" por el contable de la trama, el abogado Miguel Tejeiro, cuñado de Torres.
No hay papeles que demuestren que la infanta participaba en las reuniones de la cúpula de Nóos a pesar de ser miembro.
Lo que sí hay en el sumario son dos 'mails' aportados por Diego Torres que apuntan a que sí que estaba al tanto de las actividades de su marido en el falso instituto sin ánimo de lucro y sus sucedáneos. En el primero de esos correos, fechado en octubre de 2007, Urdangarin comunica a Torres las gestiones que supuestamente la infanta hizo con el presidente valenciano, Francisco Camps, para que la fundación que sustituyó a Noos tuviera una base para un segundo barco español en la Copa América de Valencia. En el segundo correo, fechado en febrero de 2003, Urdangarin informa a su mujer de manera detallada de las gestiones que está haciendo con "clientes, colaboradores y amigos" para presentar en sociedad el Instituto Nóos.
TRABAJADORES FICTICIOS, SERVICIO DOMÉSTICO
Según consta en varios informes, el matrimonio rumano Nonosel, que trabajaron como empleados del hogar en casa de los Urdangarin-Borbón aunque nominalmente eran parte de plantilla de Aizoon, confesaron que la infanta estuvo presente en su entrevista de trabajo en la que en principio se les ofreció trabajar en negro y luego, a la vista de las reticencias de los extranjeros, se les incluyó en la nómina de la inmobiliaria ficticia. El tema de los empleados fantasmas fue una constante para el matrimonio Urdangarin-Borbón a la vista de los documentos del sumario. En uno de esos informes, Hacienda revela que la empresa del yerno y la hija del Rey tuvo 15 trabajadores ficticios para defraudar a la Seguridad Social.
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