10 mandamientos a tener en cuenta en una cita sexual con un desconocido.

Sin miedo. Para ir tranqui hay que tomar las medidas de seguridad que nos dicte el sentido común, a saber: mejor quedar en un hotel que en su casa, tener un cómplice que sepa con quién y adónde vamos, charlar por teléfono las veces necesarias, verse por cam, …

Profilaxis: dependiendo del grado de escrúpulo, se puede solicitar desde el inevitable condón hasta pruebas específicas de virus varios.

Franqueza en los previos. Sinceridad con los quilos, con los centímetros, con la edad. Hay que evitar mostrar exclusivamente las fotos en las que se está divin@. Que la otra persona tenga de nosotros una imagen realista, nos dará la tranquilidad de que es a nosotros a quien desea, y no una fantasía chachi piruli que hemos proyectado.

El atuendo ha de ser un aliado; el mejor guía no es el espejo, sino la percepción física, las emociones que determinadas prendas nos trasmiten. No es lo mismo vestir botas turnerque bailarinas, no se siente uno igual con corbata rígida que con t-shirt floja.

Disfrutemos de los preparativos, mimemos nuestro cuerpo que se convertirá en un regalo, en una fiesta. Eroticémonos, que fluya la voluptuosidad a chorros. Mantengámola -no nos masturbemos-.

Claudia La Vista

Mejor no tener demasiadas expectativas con la otra persona. Si al tenerle enfrente, finalmente no nos agrada, seamos amables pero vayámonos. Si al tenernos delante no le gustamos, tomémonoslo con deportividad, el que juega sabe que no siempre gana.

Si te gusta, enamórate de esa persona, un buen libertino es capaz de flipar de amor apasionado durante el breve lapso de tiempo de unas cuantas horas. Un encuentro sexual potente tiene tanta fuerza que la fusión permanecerá para siempre aunque la vida tenga el capricho de no volver a juntar a los amantes.

No vale tomar tranquilizantes químicos para calmar los inevitables nervios porque castran las genuinas emociones. Ojito con cualquier droga, ilegal o legal, que altere los sentidos, nos hacen falta los 5. Si la cita es en un restaurante, seamos cautos con la comida -no digestiones pesadas-.

Tener relaciones sexuales con alguien nuevo es muy excitante y al mismo tiempo impone siempre. Gestionar los tempos es complicado; hay que hilar fino para encontrar el equilibrio entre una fogosidad excesiva que lleve a finiquitar el asunto en un ¡ya!, y a dormirse en los laureles consiguiendo que el fuego se consuma solo.

Evitemos la charlatanería, la elocuencia y las disertaciones. Ahora es momento de desarrollar un tipo de comunicación no verbal.  Callémonos y concentrémonos para que cante el Dios o la Diosa lasciva y obscena que tod@s llevamos dentro.

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