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domingo, 8 de diciembre de 2013

IZQUIERDA UNIDA Y UPyD SE ALIAN PARA CONDICIONAR EL PODER


Izquierda Unida y UPyD se preparan para condicionar al poder

Ambas formaciones trabajan para convertirse en fuerzas decisivas tras la crisis del bipartidismo

  • El ejemplo andaluz y la advertencia asturiana

Tienen ADN y programas radicalmente distintos, pero otean el mismo horizonte: ser decisivos en la formación de los próximos Gobiernos o, si los equilibrios parlamentarios no lo permiten debido a una excesiva fragmentación, condicionar su proyecto político. Izquierda Unida y UPyDse preparan para dar el salto desde una premisa común: la crisis del bipartidismo y la sed de regeneración democrática reflejadas en todas las encuestas. El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) arroja unos resultados en intención de voto que permitirían a ambas formaciones duplicar sus escaños —actualmente, la Izquierda Plural cuenta con 11 diputados y UPyD tiene cinco parlamentarios—. Además, Rosa Díez y Cayo Lara se confirman como los líderes mejor valorados por los ciudadanos, aunque con notas por debajo del 5.
Las direcciones de los dos partidos se enfrentan a este escenario con euforia y cierto vértigo, aunque aseguran que pretenden desvincular la mejora en las encuestas de su acción política. Esto es, se trata de no perder la perspectiva y ahondar en sus respectivos proyectos con vistas al primer examen: las elecciones europeas de mayo de 2014.
Una cita que, al igual que las autonómicas y municipales y las generales de 2015, IU afrontará con “mejores perspectivas”. “Aunque no nos conformamos con ello”, precisa Ricardo Sixto, diputado y responsable de comunicación de la formación. “Tenemos que coordinar esfuerzos para plantarle cara a ese mastodonte que es el sistema”.
No obstante, el panorama obliga al partido de Cayo Lara, que atraviesa —con algunas salvedades— una etapa de paz interna, a replantearse el futuro. En primer lugar, si se confirman las previsiones de los sondeos, tendrá que gestionar y organizar el crecimiento. En este contexto, Sixto recuerda que se están entablando conversaciones en tres direcciones. Por la vía interna, a través del diálogo con las federaciones; por la vía política, en referencia a la relación con otras formaciones como Iniciativa per Catalunya; y también con colectivos sociales, plataformas, grupos de la órbita del 15-M. El objetivo final consiste en condicionar al Gobierno tanto en Madrid como en los Ayuntamientos, y en todos los Parlamentos autonómicos, como ya ha ocurrido en Andalucía, donde IU gobierna con el PSOE.
Un estudio interno de proyección de escaños basado en los últimos cinco sondeos del CIS atribuye a la formación 35 diputados con un 12% de los sufragios. En cualquier caso, incluso con los 25 diputados que le otorga Metroscopia, la formación deberá pensar en nombres y en su estrategia. “Nosotros con 110 diputados como el PSOE habríamos puesto España patas arriba, pero los socialistas han optado por hacer oposición blanda. IU ha hecho oposición, no solo en el Parlamento. Hemos sido la voz de la calle en el Parlamento”, señala un dirigente.
Las encuestas profetizan que duplicarán sus escaños
Los nombres no constituyen el problema, aseguran en la formación, donde de momento apenas se discute el liderazgo de Cayo Lara. El vicepresidente andaluz, Diego Valderas, la consejera Elena Cortés y el coordinador regional Antonio Maíllo forman “un plantel capaz de encabezar candidaturas”. En Valencia, destacan Marga Sanz y Esther López Barceló. Yolanda Díaz, en Galicia. En Madrid, el coordinador, Eddy Sánchez, y la diputada autonómica Tania Sánchez. Mientras, el joven diputado Alberto Garzón se confirma como valor en alza y un enlace clave con los colectivos, el llamado “bloque social”. “Vamos a tener buenos resultados en las europeas. Eso nos va a dar presencia y visibilidad”, enfatiza Ramón Luque, secretario de Acción Política. A partir de ahí, la meta consiste en perfilarse como la fuerza imprescindible para construir un proyecto alternativo al PP.
También UPyD aspira a dar el salto, como quedó demostrado en el segundo congreso de la formación, celebrado a principios de noviembre. “Hemos hecho una tarea muy importante para preparar el partido para gobernar, para ser un instrumento de gobierno, no dentro de mucho, sino dentro de muy poco tiempo”, proclamó entonces Rosa Díez.
El número dos de la formación, Carlos Martínez-Gorriarán, explica que ese camino pasa necesariamente por los valores fundacionales de UPyD, que giran en torno a un modelo territorial inequívoco y ahora inciden en la urgencia de una reforma de la Constitución y de la ley electoral: “Desde luego tendremos que hablar de la reforma constitucional y del cambio de la ley electoral para ir hacia un nuevo modelo político”. El cónclave de la formación magenta incorporó a dos nombres nuevos en la ejecutiva: Ramón Marcos, diputado en la Asamblea de Madrid, y Andrés Herzog, el abogado autor de la querella contra Bankia. Y, el pasado lunes, la hermana del jefe de policía asesinado por ETA Maite Pagazaurtundua dejó la puerta abierta, durante un acto con Díez, a la posibilidad de ocupar puesto en la lista de las elecciones europeas. Próxima parada: Bruselas.

El ejemplo andaluz y la advertencia asturiana

En el mapa autonómico hay dos precedentes que reflejan las ambiciones, el ideario y la hoja de ruta de Izquierda Unida y Unión, Progreso y Democracia. Cayo Lara mantuvo hace unos meses, en una entrevista en EL PAÍS, que “la protesta es importante, pero las leyes se cambian por elBoletín Oficial del Estado”.Es decir, su formación aspira en última instancia a construir un proyecto político desde la acción de Gobierno y no solo desde la oposición al sistema.
Lo está haciendo en la Junta de Andalucía, donde IU gobierna con la socialista Susana Díaz y ocupa la vicepresidencia con Diego Valderas. El decreto antidesahucios andaluz —impulsado por la consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés, y después suspendido por el Tribunal Constitucional tras el recurso del Gobierno central— fue para todos los dirigentes de IU la muestra de que se puede intentar cambiar el sistema desde las instituciones.
Ese es el planteamiento de la formación para al futuro y una forma de explorar alianzas con el principal partido de la oposición, con el objetivo de hacer frente a las políticas del Partido Popular.
La formación de Rosa Díez también aspira a gobernar y a influir en las decisiones de los dos principales partidos. Y está dispuesta a respaldar un proyecto no con el mero objetivo de entrar en un Gobierno, aseguran en UPyD, sino para lograr las reformas imprescindibles para su hoja de ruta de regeneración de la política.
Ocurrió en Asturias, donde el diputado autonómico Ignacio Prendes apoyó al Ejecutivo de Javier Fernández hasta la ruptura del acuerdo por “incumplir el pacto sobre la reforma de la ley electoral”, una de las banderas de UPyD. “A partir de hoy, el Gobierno socialista de Asturias se queda en minoría porque el PSOE ha preferido mantener un pacto electoral con el PP que respetar el pacto institucional y por la regeneración democrática que firmó con UPyD”, proclamó Rosa Díez coincidiendo con la inauguración del segundo congreso de la formación. Un anuncio medido, que pretendía dar una imagen de independencia y dejar claro que la formación magenta no se casa con nadie.

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