80 de los expertos que controlan el cerebro central de Hacienda son de firmas privadas
Ochenta expertos ajenos a la Administración General del Estado y no sujetos a las estrictas normas de responsabilidad y probidad de la función pública, participan en la gestión y el mantenimiento del “cerebro de la bestia”, como se conoce en el argot interno a los seis centros de proceso de datos (CPD) del Ministerio de Hacienda, la Intervención General del Estado y la Agencia Tributaria. En ellos se controlan los ingresos y los gastos públicos. Estos centros están situados el histórico edificio de Alcalá 9 –cuyas galerías subterráneas fueron el centro de mando de la defensa de Madrid durante la Guerra Civil–, el complejo administrativo de Cuzco, en La Castellana, y en la sede central de la Agencia Tributaria, situada en el edificio 37 de la calle Infanta Mercedes de Madrid.
La introducción de contratas privadas en la gestión y mantenimiento de las “megacomputadoras” de Hacienda, o “recursos internos”, en el argot del ministro Cristóbal Montoro, supone una transferencia importante de los 37,2 millones de euros presupuestados por la subsecretaría de Hacienda hacia el sector privado. Esta “externalización” contrasta con la política de amortización acelerada de las plazas de funcionarios para ahorrar recursos públicos. La contratación privada depende de la propia subsecretaría del departamento de Montoro y se realiza a través del departamento de “servicios de soporte de sistemas”.
El hecho de que una buena parte de los técnicos que controlan los centros de proceso de datos más sensibles del Estado pertenezcan a contratas privadas se ha conocido ahora debido a las preguntas formuladas por la dirigente socialista María González Veracruz. En los dos CPD de Hacienda hay varios técnicos ajenos a la función pública. De estos CPD dependen todos los servicios ministeriales, desde el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, al Tribunal Económico Administrativo Central, pasando por la Dirección General de Ordenación del Juego y la Dirección General de Tributos.
Otros diez técnicos privados se ocupan de la gestión y el mantenimiento de los ordenadores de la Intervención del Estado, el organismo del que depende el control previo y posterior del gasto del sector público, los fondos comunitarios del FEDER, los Fodos de Cohesión, el análisis de costes de personal activo y pasivo y la gestión y nómina de las pensiones de las clases pasivas del Estado.
Pero donde mayor es la presencia de técnicos y gestores informáticos de empresas privadas es en el CPD principal de la Agencia Tributaria, ubicado en un recinto de 1.143 metros cuadrados, con 522 servidores. De una plantilla de 215 especialistas, 61 proceden de contratas privadas. El CPD de la Agencia Tributaria cuenta con un duplicado pasivo en un local protegido de 776 metros cuadrados con 5 servidores, en cuya gestión y mantenimiento también interviene el sector privado.
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