Si Cascos habla Rajoy se acaba
PABLO SEBASTIÁN
Lo que le faltaba a Francisco Álvarez Cascos, después de haber sido maltratado porMariano Rajoy en el seno del PP, es tener que comparecer ante un juez que investiga la presunta financiación ilegal, cohecho y corrupción del PP por causa de la incapacidad de Rajoy y Cospedal para controlar el caso Bárcenas, lo que llevó al ex tesorero, tras su ingreso en ‘prisión sin fianza’- a petición del fiscal de Gallardón-, a tirar de ‘la manta’ del PP, confirmando con documentos originales y confesando de viva voz ante el juez.
Y ya veremos que hace y que dice Cascos porque si se decidiera a hablar -él tiene menos que perder y su tiempo está prescrito- la situación política de Rajoy empeoraría de manera exponencial, y puede que también la de Aznar, otro que vive a sus anchas y que tampoco se portó bien con el que fuera el secretario general del PP que lo llevó a la victoria en 1996.
En la Moncloa y en el PP están preocupados, y con razón, con la declaración de Álvarez Cascos ante el juez Ruz porque podría confirmar toda la contabilidad B de Bárcenas y los sobresueldos a Rajoy cuando era ministro de Aznar, lo que políticamente sería desastroso para el actual Presidente del Gobierno. En la Moncloa preocupa sobre todo la declaración de Cascos, y poco o nada la de Cospedal y Arenas que irán a la defensiva y a negar todo lo que puedan, por más que el sevillano Arenas también está indignado con Rajoy, Cospedal y Gallardón por las maneras con las que han llevado el caso Bárcenas.
Con Cascos acudirán a mediados de agosto ante el juez Ruz -que pretende acabar la instrucción del caso para antes que termine su mandato temporal en la Audiencia Nacional- Dolores Cospedal, que dice estar encantada de poder hablar ante el juez, aunque no hace mucho declaraba, temerosa, su extrañeza por la petición que en ese sentido había formulado el fiscal -otra vez la larga mano de Gallardón- , y Javier Arenas, el gran mudo y hasta hace poco el amigo de Bárcenas y el único que en el PP vio y advirtió tanto a Rajoy como a Cospedal del riesgo y consecuencias que tendría un enfrentamiento abierto con Bárcenas.
Sin embargo el plato fuerte de esa declaración es Álvarez Cascos, tras el mal trato que le dio Rajoy en Asturias, lo que le obligó a abandonar el PP sin que Aznar hiciera nada por evitarlo. Ahora Cascos puede tener una llave maestra del proceso judicial, y si se decide a hablar con claridad reconociendo errores y señalando a Rajoy, el actual presidente del Gobierno lo puede pasar bastante mal al recibir una buena porción de la mala medicina que el ha aplicado a otros compañeros de su partido como Cascos, e incluso a Aznar, Mayor, Aguirre, Rato, Pizarro, Trillo, etc., con los que no ha contado para nada en su presidencia del Gobierno.
Tras las elecciones anticipadas de Asturias Álvarez Cascos perdió la presidencia y quedó como un simple diputado regional porque tanto Rajoy como Cospedal decidieron que era mejor entregar al PSOE el Principado de Asturias a que lo tuviera Cascos, por ello colocaron al PP en su contra bloqueando toda clase de acuerdos a los que, justo es decirlo, Cascos no les dio todas las facilidades.
Sin embargo en esta crisis del caso Bárcenas los que tienen y mucho que perder son Rajoy, Cospedal y la actual dirección del PP que trataron a Cascos de la peor manera imaginable. Y ahora es Cascos quien puede confirmar muchas de las cosas que declaró Bárcenas ante el juez y eso provoca una profunda preocupación en la Moncloa y en la sede nacional del PP, donde ya estarán buscando un interlocutor para hablar y pactar con Cascos una declaración homologada ante el juez Ruz. Aunque Cascos podría responder si queréis algo de mi que me lo pida Rajoy.
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