Unos ciento quince cerdos fueron sacrificados en los últimos tres años en Porton Down, una base secreta del Ministerio de Defensa en Wiltshire. La similitud genética de cerdos con humanos explica su uso en los experimentos.
“La implicación de militares británicos en esa práctica arcaica y cruel no tiene posible justificación médica, moral o educacional”, subrayó la directora del grupo de defensa de animales PETA UK, Mimi Bekhechi. La defensora llamó a poner cese programas “inhumanos” al recordar que la mayoría de los aliados del Reino Unido en la OTAN no usan animales para entrenar a sus médicos militares.
El Ministerio de Defensa británico argumentó por su parte que los cerdos fueron sacrificados “con anestesia” y que las pruebas contribuyeron a mejorar las técnicas del tratamiento y así salvar vidas humanas en Afganistán. RIAN
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