"Lo que hizo Uruguay fue dar un paso más adelante" en el control del mercado de mariguana, comentó Hans Jorg Albrecht, director del instituto. El especialista resaltó que el país sudamericano eligió un camino similar al seguido por los estados de Colorado y Washington, en Estados Unidos.
El instituto Max Plank –que forma parte de una organización no gubernamental integrada por un departamento de derecho penal y uno de criminología– firmó un convenio para colaborar con la Junta Nacional de Drogas (JND) de Uruguay en el monitoreo de la ley de regulación del mercado de mariguana recientemente aprobada en Montevideo. Una comisión de enlace, integrada por dos representantes de cada parte, vinculará a ambos organismos.
El intercambio de información académica y científica ofrecida por las dos instituciones, la capacitación de recursos humanos, la cooperación técnica y la publicación de las evaluaciones forman parte del acuerdo alcanzado, que tendrá una duración inicial de dos años y será renovado automáticamente a su término. La norma también será evaluada por un comité científico integrado por siete académicos uruguayos.
La iniciativa, impulsada por el presidente José Mujica, busca enfrentar el narcotráfico y permite a los mayores de dieciocho años acceder a la droga mediante el autocultivo o clubes de consumidores o comprándola en farmacias, con límites y previo registro ante el Estado. Según han adelantado autoridades, Uruguay produciría mariguana mediante licencias a privados pero al comienzo, por una cuestión de seguridad, en invernáculos ubicados dentro de predios militares. AFP
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