Esta primera intervención provocó que las niñas volvieran a ser escolarizadas; sin embargo, la Policía volvió días después a la citada zona de acampada, y los moradores del lugar comunicaron que hacía días que no las veían y que su madre había sido vista sin ellas. Cuando los agentes de la Policía Turística dieron con la madre, ésta reconoció que había dejado a las niñas con un conocido, también de nacionalidad alemana, que se había comprometido a hacerse cargo de ellas y llevarlas al colegio. La madre señaló el lugar donde estaban las pequeñas, que resultó ser una cueva en la Montaña de Guaza.
Los agentes han puesto en conocimiento de estos hechos a las autoridades, incluida la Fiscalía de Menores, que ha decretado el desamparo de las niñas y ha iniciado los trámites para localizar en Alemania a los abuelos para que se hagan cargo de las mismas. La Vanguardia
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