Italia, a punto de hacerse con el control del aceite de oliva español
La venta de la mayor empresa aceitera española, Deoleo, abre la puerta para que el fondo soberano Fondo Estratégico Italiano recupere el control sobre la producción española del aceite de oliva.
La consejera andaluza de Agricultura hace "un llamamiento al sector" para que el 31% del capital de la aceitera en venta "se quede en manos andaluzas".
Su principal competidor, el grupo portugues Sovena, reconoce que la toma de control de Deoleo por Italia "sería una marcha atrás".
La salida al mercado de un 31% del capital de Deoleo abre una nueva oportunidad al sector productor de aceite de oliva andaluz. Llega en el momento oportuno, en un año record de producción que generará buenos ingresos para los olivareros andaluces, lo que posibilita su participación en la operación.
La española Deoleo se disputa con la portuguesa Sovena el liderazgo mundial en la comercialización de aceite de oliva, un negocio que está en muy pocas manos. Las cifras resumen muy bien la concentración del sector: En 2013 el aceite de oliva tuvo uno de sus peores años, si 2012 fue record histórico de producción con más de 1,6 millones de toneladas, el año pasado se superaron a duras penas las 600.000. Pues nada menos que 200.000 toneladas de aceite fueron comercializadas por el grupo portugués Sovena en 2013.
"En España somos los primeros envasadores de aceite. En el mercado nacional hemos envasado casi cien mil millones de litros de aceite de oliva, vendidos aquí en España. Y hemos exportado más de 80.000 mil toneladas de aceite de oliva desde España", afirma con orgullo el máximo responsable de aceite de oliva del Grupo Sovena, Luis Folque. En total, el grupo aceitero portugués comercializó cerca de 200.000 toneladas de aceite el año pasado, en el que su facturación consolidada superó los mil millones de euros, frente a los 813 del grupo Deoleo.
En cambio, la producción está totalmente atomizada entre pequeños olivareros y cooperativas, que históricamente se han quejado de estar en manos del sector industrial del aceite que lo refina, envasa y vende. En ese contexto, una cooperativa de origen malagueño, Hojiblanca, ha conseguido ir uniendo cooperativas a su alrededor para crear Dcoop, que en la actualidad ya controla en torno al cuarto de millón de toneladas de aceite de oliva.
El tamaño hace la fuerza. Hace ahora justo un año desde que la Comisión Nacional de la Competencia aprobó la entrada de Dcoop en Deoleo con un paquete del 9,63% de su capital. Pero su voluntad no era quedarse ahí: "Es poner un pie, si en el futuro algunos accionistas venden podrémos aumentar nuestra participación", decía entones a eldiario.es/andalucia el director general de Dcoop, Antonio Luque.
Hoy ese momento ha llegado y Luque mantiene sus opciones: "Nos gustaría llegar al 25% del capital", asegura un Antonio Luque que explica que cuenta con el musculo financiero suficiente para ello: "El año pasado facturamos 530 millones de euros con una cosecha corta. Este año vamos a facturar entre 650 o 750. Así que llegar a una inversión de hasta 50 millones no es disparatado".
La idea, además, es contar con algún otro grupo andaluz que participe en la operación. En el sector se asegura que ya hay negociaciones en marcha, pero Luque no quiere desvelarlo todavía. Ese grupo, sumado al 10,6% en manos de la única entidad financiera andaluza que queda, Unicaja, daría por fin el control del sector a la región de la que sale la gran mayoría del aceite que se produce en el mundo, Andalucía (De 1,7 millones de toneladas producidas en España este año, 1,4 salen de los olivares andaluces).
La consejera de Agricultura andaluza, Elena Víboras, reconoce que su objetivo coincide con el de Luque: "Nos gustaría que las acciones que ahora mismo están por ahí danzando las compren empresas de aquí de Andalucía". Y lo explica. "Si estamos hablando de la atomización que supone la existencia de 800 cooperativas, o de 5.400 agroindustrias.; Si estamos hablando de las dificultades de las propias cooperativas, que tienen una facturación media que llega escasamente a cinco millones de euros, cuanto más potentes, cuanto más fuertes mejor. Hago un llamamiento al sector, hagamos que el capital se quede en nuestra tierra".
Pero Víboras, que asegura que Deoleo se ha puesto en contacto con ella, pero afirma que aún no ha hablado ni con Unicaja ni con Dcoop, no parece dispuesta a ir más allá del apoyo institucional y acompañar las declaraciones con aportaciones presupuestarias a la operación. "Ese tema no se ha contemplado, espero que sea puramente de carácter empresarial, que sea el sector privado quien asuma, quien trabaje, quien financie…" responde a las preguntas de eldiario.es
Fondo soberano italiano
La operación es, en principio, financiera. Deoleo contrata al gigante de la banca de inversiones estadounidense JP Morgan & Chase, para que coloque en el mercado los paquetes accionariales de la compañía en manos de Bankia, Caixabank, Marenostrum y Kutxabank, que suman un 31% del capital.
Sin embargo, esconde la posibilidad de que Italia recupere el control perdido sobre el sector. Deoleo es española y propietaria de las tres principales marcas de aceite italianas, Bertolli, Carapelli y Sasso, que a su vez controlan el mercado estadounidense de aceite de oliva. Pues bien, entre las tres ofertas hechas públicas hasta ahora, destaca la del fondo soberano Fondo Estratégico Italiano, creado por su gobierno para intervenir en operaciones que se consideren esenciales para su economía.
El problema para los intereses del sector aceitero español es que el procedimiento legal puesto en marcha obliga al comprador a lanzar una OPA, es decir debe hacer una oferta no sólo sobre el paquete del 31% en venta, sino por el 100% del capital. A 40 céntimos de euro la acción, el valor bursátil de la compañía ronda los 500 millones de euros.
La capacidad financiera para una operación así excede claramente de las posibilidades del sector español del aceite, que tampoco cuenta con un fondo soberano dispuesto a defenderlo como sector estratégico para el país. "Nuestra posición es esperar a ver qué pasa", explica Antonio Luque: "Es lo único que podemos hacer".
Si se realiza la operación (En diez días se cumple el plazo para presentar las ofertas vinculantes), su esperanza es negociar a posteriori con el comprador con el fin de controlar un paquete de acciones suficiente para tener voz en la gestión del día a día de la empresa. Si la operación de OPA no se llevase a cabo, podría también negociar independientemente un precio a la medida de sus posibilidades con alguno de los actuales socios que han manifestado su voluntad de vender. "Pero también existe la posibilidad de que vendamos nuestro paquete si llega alguien y paga caro", dice Luque.
Si fuera así, el sueño de un sector aceitero español, primer productor mundial, que envasa y vende el aceite para quedarse con el valor añadido apenas habría durado unos meses. El propio Luis Folque del grupo portugués Sovena, principal competidor de Deoleo, contesta sin dudar cuando se le pregunta que le parece la entrada de Italia en la aceitera española: "Es una vuelta atrás".
Folque, además, asegura que su grupo no participará en la operación porque le parece cara: "No nos parece oportuno con lo que está puesto encima de la mesa".
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