El Congreso aprueba que los vigilantes puedan identificar y detener en la calle
La Comisión de Interior da luz verde con los votos de PP, CiU y PNV a la ley de Seguridad Privada
La Comisión de Interior del Congreso de los Diputados ha aprobado este martes con los votos de PP, CiU y PNV una ley de seguridad privada que permitirá a los vigilantes previamente autorizados para ello realizar identificaciones y detenciones en espacios públicos.
La ponencia de la ley destaca que "se ha aprovechado para realizar una necesaria matización del principio general de exclusión de la seguridad privada de los espacios públicos, cuya formulación actual, excesivamente rígida, ha dificultado o impedido la necesaria autorización de servicios en beneficio del ciudadano, que resulta hoy obsoleta".
Así, la norma, que será remitida al Senado, regula ahora la "vigilancia en polígonos industriales y urbanizaciones y en sus vías de uso común; "la vigilancia en zonas comerciales peatonales"; la "vigilancia en acontecimientos deportivos, culturales o cualquier otro evento de relevancia social que se desarrolle en vías o espacios públicos"; y la "vigilancia en espacios o vías públicas en supuestos distintos de los previstos en este artículo”.
"La prestación de servicios por los vigilantes de seguridad podrá realizarse en espacios o vías públicas" en determinados supuestos. Además de los casos clásicos -retirada o reposición de cajeros automáticos; los desplazamientos al exterior de los inmuebles objeto de protección para realizar actividades directamente relacionadas con las funciones de vigilancia; el control de medios de transporte-, también estará permitida "la vigilancia y protección en recintos y espacios abiertos que se encuentren o puedan ser delimitados de cualquier forma"; "los servicios de ronda o de vigilancia discontinua, consistentes en la visita intermitente y programada a los diferentes puestos de vigilancia establecidos o a los distintos lugares objeto de protección"; y "aquellos servicios de vigilancia y protección que lo requieran por su propia naturaleza y desarrollo".
La ley permitirá, además, a los vigilantes de seguridad la persecución en espacios públicos "de delincuentes sorprendidos en flagrante delito, aun cuando no guarden relación con las personas o bienes objeto de su vigilancia y protección" .
Este polémico proyecto, que ha recibido la inequívoca oposición de PSOE y de La Izquierda Plural, también permite a las empresas de seguridad privada el control exterior de las cárceles y de los Centros de Internamiento de Extranjeros y contempla que se consideren "agresiones y desobediencias a agentes de la autoridad las que se cometan contra el personal de seguridad privada, debidamente identificado, cuando desarrolle actividades de seguridad privada en cooperación y bajo el mando de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad".
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