El campo de Estados Unidos se queda sin trabajadores y peligran las cosecha
Agricultores urgen al Congreso que apruebe una reforma migratoria con camino a la legalización de millones de indocumentados
La falta de una reforma migratoria, las severas medidas de seguridad fronteriza y la política de deportaciones mermaron el número de trabajadores en el campo de Estados Unidos.
Al complejo escenario se agrega el envejecimiento de la fuerza laboral agrícola por falta de nuevos inmigrantes, reportó el diario The Wall Street Journal en su página digital.
El diario citó a un granjero texano cultivador de cebollas quien asegura que los estadounidenses jóvenes son menos productivos que los trabajadores de más edad, predominantemente mexicanos. Y añaden que la última amnistía se registró hace 27 años, durante el gobierno de Ronald Reagan y fueron beneficiados unos 2.7 millones de indocumentados, la mayoría provenientes de América Latina.
Según reportes del gobierno federal, los trabajadores favorecidos por la amnistía de 1986 tienen ahora un promedio de 49 años, mientras que la edad promedio de los campesinos es de 37.
Los agricultores indican que el envejecimiento es sólo uno de los problemas que vuelven urgente la necesidad de que el Congreso apruebe una reforma migratoria que legalice a los 11 millones de indocumentados.
Récords de deportaciones
En los últimos cuatro años la Administración de Obama ha deportado más de 1.5 millones de indocumentados, con un promedio de 1,200 diarios.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) señala que la mayoría de los deportados tenía antecedentes criminales, pero organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes, entre ellos America’s Voice, El Consejo Nacional de La Raza (NCLR), el National Immigration Forum (NIF) y la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Angeles (CHIRLA) refutan la versión oficial e indican que entre seis y siete de cada 10 expulsados no tenía antecedentes serios que constituyeran una amenaza para la seguridad nacional.
En 2012 el US Immigration and Customs Enforcement (ICE), deportó a 409,849 extranjeros de los cuales, aseguró, 55% (225,390) fueron declarados culpables de cometer faltas criminales graves y menores. En 2011 la cifra alcanzó los 396,906 con un average de 33,330 expulsados por mes.
En el año fiscal 2010 la cifra de expulsados subió a 392,862, mientras que durante el año fiscal 2009 el gobierno deportó a 389,834 indocumentados.
El número de extranjeros expulsados entre el 1 de octubre de 2012 y el 31 de marzo de 2013 fue de 159,667. Durante el mismo período en el año fiscal 2012 la cifra fue de 197.748.
De acuerdo con los datos de 2013, el promedio diario de deportados bajó de 1,200 a 887.3, un disminución del 20.9 por ciento comparado con el año pasado.
El debate legislativo
A finales de junio el Senado aprobó un plan que incluye una vía a la ciudadanía para extranjeros sin papeles que, entre otros requisitos, carecen de antecedentes criminales. El liderazgo republicano de la Cámara de Representantes quiere debatir una versión propia, por partes y no garantiza que una de ellas incluya un camino a la ciudadanía para los indocumentados.
Mientras el debate se extiende, The Wall Street Journal dice que la violencia en México y los severos controles migratorios están desalentando a los potenciales migrantes y dejan al campo estadounidense sin mano de obra.
Los agricultores agregan que la seguridad fronteriza y el sistema federal E-Verify colocaron las siembras y las cosechas en riesgo.
El 5 de agosto el Congreso entró en receso y regresa el 9 de septiembre. Decenas de organizaciones pro inmigrantes, sindicatos, religiosos, el sector de alta tecnología y agricultores, entre otros, presionan y hacen lobby en el Congreso para convencer a demócratas y republicanos que aprueben la reforma migratoria este año. Y que incluya una vía de legalización para miles de trabajadores indocumentados.
El lobby
El American Moshroom Institute, la principal industria de hongos del país, dijo en una nota que “todo el sector agrícola del país se enfrenta a una escasez constante de mano de obra calificada” y advirtió la existencia de una crisis.
“El cultivo, la cosecha y la distribución de las setas son una actividad de todo el año, lo que requiere habilidad y velocidad. La reforma migratoria es un paso necesario e importante para asegurar que el sistema agrícola estadounidense tenga un suministro estable y legal de trabajadores a largo plazo”, agrega.
Del proyecto que aprobó el senado en junio, el American Moshroom Institute dijo que “ayuda a hacer frente a dos retos importantes, una legalización ganada para nuestra fuerza laboral actual y un nuevo programa de trabajadores basado en el mercado para satisfacer las necesidades del futuros”.
El Instituto urgió al Congreso a actuar “ahora” y “aprobar la reforma migratoria para dar una solución viable a las necesidades de campesinos”.
Guerra de posturas
Un grupo de siete representantes (cuatro demócratas y tres republicanos) redactan en secreto un plan de reforma migratoria con vía de legalización de indocumentados que podría ser entregado en septiembre al Comité Judicial. Para llegar al pleno, necesita el apoyo de 118 republicanos porque así lo indica la regla Hastert, que puso en vigor el presidente del Congreso, John Boehner (republicano de Ohio).
La regla Hastert determina que sólo se debaten en el pleno aquellos proyectos que tienen el apoyo de la mayoría de la mayoría. Sólo 23 republicanos han declarado públicamente que respaldan una reforma migratoria con ciudadanía; el liderazgo republicano se inclina por debatir una reforma fraccionada.
Para que se apruebe un plan como el del Senado en la Cámara hacen falta 218 votos. Los republicanos aseguran tener 195 que, sumados a los 23 republicanos que el miércoles hicieron público el respaldo, darían el número de respaldos necesarios. Además, los congresistas demócratas Luis Gutiérrez (Illinois) y Joe García (Florida), aseguran que hay entre 50 y 60 votos republicanos, y que el proyecto no es llevado al pleno porque la regla Hastert lo detuvo
La Casa Blanca, por su parte, resaltó en un blog los beneficios económicos que traería para el país una reforma migratoria con ciudadanía para los indocumentados que viven y trabajan actualmente en la economía informal.
El reporte indica que los inmigrantes sin papeles ganan mucho menos que su potencial, pagan bastante menos en impuestos y contribuyen significativamente menos a la economía de lo que lo harían si se les diera la oportunidad de lograr estatus legal y ganarse la ciudadanía.
Entre los principales beneficios, resaltó que la ciudadanía aumentaría los salarios de los trabajadores, en una década elevaría el PIB en $1.4 mil millones, aumentaría el ingreso total de las personas que viven en el país en $791 mil millones, se incrementarían los ingresos tributarios en $184 mil millones y añadiría unos 2 millones de puestos de trabajo a la economía de Estados Unidosl.
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