La enorme tragedia que se produjo en Santiago de Compostela el pasado día del Apóstol me da un punto de inspiración para recordar algunas expresiones de nuestro refranero español. Empezaré con esa que tiene a la mosca como principal protagonista.
“Tener la mosca detrás de la oreja”
Igual que ese insecto pesado que siempre están ahí, detrás de tu oreja y que cuando intentas aplastarlo, escapa zigzagueante para después volver y dejar en tus oídos su zumbido burlón yo “tengo una mosca detrás de mi oreja“, una mosca que hace que no pare de dar vueltas a este asunto . Precisamente, mi mosca al leer algunas noticias de esta catástrofe ha traído a mi memoria aquel refrán que dice:
“Cargar con el mochuelo”
Que significa lo mismo que otro que afirma eso de ser “cabeza de turco” cuyo origen viene del tiempo de las Cruzadas cuando se culpaba a los turcos de todos los males y el soldado cristiano que cortaba la cabeza a un turco la colgaba en un lugar donde estuviera bien visible. También valdría la expresión esa de “ser chivo expiatorio” derivada del ritual judío donde el sumo sacerdote hacía recaer los pecados del pueblo de Israel en un chivo. Todas ellas se utilizan cuando se intenta cargar a alguien con todas las culpas
En este accidente hay “mucha mierda” y nuestro Gobierno lo sabe, ya que el tramo del accidente fue adjudicado y construido por una de las grandes constructoras españolas llamada ACS2. Pero parece ser que no se quiere asumir ninguna responsabilidad en este siniestro pese a que el ERTMS, el sistema de seguridad ferroviaria más avanzado, aunque estaba instalado, no se utilizaba en el tramo de Alta Velocidad de los trenes ALVIA que circulaban por el tramo Orense-Santiago y ni Fomento ni Renfe están por la labor de explicarnos las razones de esta anomalía
Lo que si sabemos es que ya se ha empezado a intentar eximir a los cargos políticos, de cualquier responsabilidad en este suceso” (los políticos son intocables, y aquí pasa como en otros accidentes con víctimas mortales como aquel del metro de Valencia). Por eso la mejor solución ya se ha encontrado y es precisamente la de buscar un “un chivo expiatorio” que cargue con el mochuelo de la responsabilidad penal del accidente. Un “cabeza de turco” en la persona del maquinista, don Francisco José Garzón. El pobre hombre no tiene la culpa de llevar un apellido tan notorio pero, no se sí será por ese precedente, el caso es que ya lo han “acusado de “imprudencia“, según apuntó el jefe superior de la policía nacional en Galicia. Así, con esta imputación ya se empieza a proteger a los altos cargos políticos con grandes responsabilidades en lo sucedido y a la propia RENFE
El presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), don Gonzalo Ferre, ya nos ha asegurado que el maquinista del tren siniestrado tenía que haber empezado a frenar cuatro kilómetros antes de llegar a la zona donde se produjo el accidente, lo cual ya ha sido desmentido por su protagonista que como bien afirma “no está tan loco como para no frenar” y también por el propio Sindicato de Maquinistas (Semaf) que ha denunciado la rápida detención e imputación de este hombre (detenido el pasado jueves por la tarde, casi 24 horas después del accidente ferroviario) sin que todavía se hubiera abierto la “caja negra” del tren accidentado
Y esa dichosa mosquita tras mi oreja, después de leer las declaraciones de nuestra familia real también ha hecho que me acuerde de otro refrán que dice
“No me dores la píldora”
Leyendo por ahí me he enterado de que esta frase tiene su origen en los antiguos boticarios que para hacer más atractivas las píldoras (pastillas, medicinas) las cubrían con tintes de varios colores y de esta manera tanto los niños como los mayores no sentían tanto rechazo al tomarlas ya que parecían “caramelos en lugar de medicinas”. Eso es justamente lo que hicieron don Felipe de Borbón y doña Letizia
Al visitar a los vecinos de Angrois que ayudaron a las víctimas del accidente de tren al decirles aquellas palabras de que ” en un momento dado, la vida nos pone a prueba, y habéis demostrado coraje para ayudar en un momento muy difícil” o aquellas otras de que “sois un ejemplo para el mundo“. Claro que no todo el mundo “se tragó aquella pildora” y la presencia de los Príncipes de Asturias y su papel protagonista no gustó a todo el mundo como fue el caso de Marta Besada Garrido, familiar de una víctima mortal del accidente, quien negó el saludo a los príncipes
También he visto otras noticia que ha hecho que mi mosca me recuerde otro refrán. Ese que afirma que
“A rio revuelto ganancia de pescadores”.
Una frase relacionada con los peces, que aunque son animales por naturaleza desconfiados, cuando hay una lluvia copiosa que provoca una crecida en el río, al enturbiase el agua no pueden detectar fácilmente su alimento habitual y al no poder ver dónde está “el pescador con su anzuelos” pican con mas facilidad que cuando el río está “normal”. De ahí que este accidente se haya convertido en un río revuelto con una estupenda oportunidad para “hacer negocio”.
Con 78 muertos y a partir de la indemnización prevista por el Seguro Obligatorio de Viajeros (que lleva incluido el pasaje de tren que habían pagado los muertos aquel fatídico día) y según estimaciones de FACUA cada víctima habrá generado unos derechos mínimos de seguro de vida de 75.025,00 €, y se habla de que sólo en caso de fallecimiento, la cifra indemnizatoria que podrían recibir sus familiares rondaría los150.000 euros, (ya que todas las víctimas tienen derecho a dos seguros). Luego tenemos 140 heridos que también generarán otras cuantiosas indemnizaciones . Solo hay que fijarse en la Resolución de 21 de enero de 2013 de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, que publica las cuantías de las indemnizaciones por lesiones permanentes e incapacidad temporal y la valoración de los daños por y las lesiones y secuelas causados a las personas en accidentes de circulación.
Sin embargo la realidad es que Allianz Seguros, la compañía a la que Renfe Operadora adjudicó el seguro obligatorio de accidentes de viajeros, quiere asumir una indemnización menor concretamente pretende abonar 60.000 euros a cada una de las 79 víctimas mortales y dar unas indemnizaciones que en el caso de los lesionados oscilarán entre los 1.500 y los 70.000 euros, según el baremo de la gravedad de las lesiones. Asimismo, la compañía ha resaltado que la prestación de asistencia sanitaria alcanzará hasta 180 días naturales -casi medio año- desde la fecha del accidente y que la póliza incluye los gastos de desplazamiento, alojamiento y manutención de hasta dos familiares cuando el afectado esté ingresado en un centro sanitario.
Así es que como este asunto se prevé litigioso y complicado, al calor del mismo ya se han movilizado una legión de empresas y despachos de abogados expertos en indemnizaciones que han empezado a aparecer por las salas de espera del hospital Clínico de Santiago “buscando clientes entre las víctimas“. Igual que los buitre cuando acuden a la carroña, porque aquí “hay mucho dinero en juego”
Otro refrán que me ha hecho recordar la maldita mosca y es aquel que dice:
“Has metido la pata”
Posiblemente derivado de que cuando un animal metía una pata en la trampa de un cazador “ya había cometido un gran fallo” ya que dicho animal estaba sentenciado a morir. Extrapolando este hecho a los humanos, decimos que metemos la pata cuando “la cagamos“. Exactamente lo que hizo nuestro Ministerio de la Presidencia cuandodifundió aquel mensaje de condolencias de nuestro presidente del Gobierno en el que se coló aquel párrafo final referido a la otra catástrofe, del terremoto ocurrido en Gansu, China.
Pero mi mosca también me ha recordado uno de mis refranes favoritos que es justamente el que le voy a citar a don Mariano Rajoy y a su partido cuando me pidan el voto para las próximas elecciones Les diré exactamente esto:
“A OTRO PERRO CON ESE HUESO”
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