El libanés El-Khouri se declara insolvente y desata la alarma inmobiliaria en España
Llegó al mercado inmobiliario español de puntillas, como un desconocido con dinero fresco, pero puede irse haciendo mucho ruido y dando algún disgusto. El inversor libanés Boutros El-Khouri atraviesa algunos problemas con sus adquisiciones oportunistas en España, donde en cuestión de año y medio, entre los años 2010-11, consiguió hacerse con una significativa cartera de activos, compuesta básicamente por cuatro hoteles cinco estrellas y dos edificios de oficinas, según explican a este diario distintas fuentes del sector.
La evolución de las apuestas del millonario libanés (Líbano, 1969) a través de su gestora Continental Property Investments (CPI) se ha convertido en objeto de preocupación entre los acreedores. El primer angustiado es el británico nacionalizado Royal Bank of Scotland (RBS), que tiene comprometido el crédito de un lote de activos que formó parte de la famosa operación Triángulo Princesa, por la que el inversor pagó 140 millones a mediados de 2010 a la inmobiliaria Metrovacesa, entonces urgida por problemas financieros.
Tres años después, la evolución del mercado ha impedido a El-Khouri haya podido revender alguno de los activos adquiridos (Hotel Husa Princesa) antes de tener que cumplir con los importes del pago diferido o con los intereses del servicio de la deuda firmados en su momento. Como reconocen las partes implicadas, esta situación ha llevado a que Continental Property Investments y el rescatado RBS evaluaran antes del verano la posibilidad de iniciar unas negociaciones con vistas a afrontar un proceso de refinanciación.
Sin embargo, las posiciones son irreconciliables, ya que la entidad británica quiere deshacerse del crédito antes que adjudicarse los activos y el inversor libanés se niega a poner más dinero o garantías adicionales. El enconamiento es tal que Boutros El-Khouri, residente en París, se ha acogido a una figura del ordenamiento jurídico galo equivalente al concurso de acreedores para persona física para blindar su patrimonio ante cualquier acción de Royal Bank of Scotland y utilizar este recurso para presionar en las negociaciones.
Mientras tanto, el inversor libanés gana tiempo para generar liquidez. Para ello, CPI ha ordenado la venta de otro lote de activos del Triángulo Princesa, el compuesto por el parking que usa El Corte Inglés y por los locales comerciales de la manzana hotelera, para financiar con su venta la reestructuración vinculada a los activos hoteleros. Precisamente, el Hotel Husa Princesa acumula un retraso en algunas obras de rehabilitación por la negativa de El-Khouri a aportar más recursos en el activo ante su evolución.
Esta situación, pendiente de solución, ha estado a punto de complicar otras de las inversiones en apuros del libanés. A comienzos de 2011, El-Khouri compró Serrano 240, un inmueble de oficinas de 12.000 metros cuadrados propiedad del grupo Foxá, con una estructura de pago aplazado y el compromiso de una rehabilitación integral. Tres años después, CPI ha tenido que sentarse con Banesto, entidad que tiene comprometido el crédito original, para reestructurar la deuda y conseguir unas condiciones de pago más flexibles.
Por suerte para el inversor libanés, las otras inversiones gozan de mejor suerte. Igual que el resto de operaciones, entre 2010 y 2011 los fondos de CPI adquirieron los hoteles cinco estrellas barceloneses La Florida y Miramar, en manos de la banca, cuya gestión cedió a Meliá y luego a HUSA. La cadena mallorquina si mantiene el otro cinco estrellas que El-Khoury adquirió en Valencia cuando todavía era explotado bajo la marca Hilton. Un bagaje que hace pensar que la supuesta insolvencia es sólo un órdago a RBS.
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