El futuro de Eurovegas es más incierto que nunca. Mientras
que la empresa promotora del macroproyecto de lujo y ocio, Las Vegas Sands, ha
aprovechado la presentación de los resultados del primer trimestre de la
compañía para advertir de que el desarrollo del proyecto en Madrid estará
condicionado a “cómo Europa afronte su actual crisis económica”,
algunos
accionistas minoritarios en el capital de la compañía ven con recelo el proyecto
de Alcorcón, según confirman a
El Confidencial fuentes de
toda solvencia conocedoras de la operación.
Los socios contrarios al proyecto español quieren hacer entender al magnate
estadounidense los riesgos que supondría para el grupo afrontar una inversión de
esta magnitud en el malogrado sector inmobiliario español, englobado en un marco
de recesión económica como la que vive Europa en estos momentos. Pese a no
contar con el beneplácito de una parte del accionariado de Las Vegas Sands, las
mismas fuentes reconocen que
la decisión final la tomará
Adelson, que
controla
el 51% del grupo y es un
firme defensor de que la compañía extienda
sus tentáculos hacia Europa.
En el documento oficial publicado por Las Vegas Sands el 1 de mayo, se recoge
textualmente que en el proceso de desarrollo de Eurovegas “se tendrá muy en
cuenta” el progreso hacia “
una resolución de los retos económicos
actuales en Europa”, en una clara alusión a la recesión que vive el
Viejo Continente. El escrito no habla en ningún momento de un calendario oficial
de actuación en España. Fuentes de Las Vegas Sands han asegurado a este diario
que
“la compañía continúa trabajando” en el “proceso de desarrollo del
proyecto”, un plan que continúa “vivo”. Sin embargo, en la Comunidad de
Madrid
esperan
como agua de mayo que Las Vegas Sands presente formalmente su oferta, el
paso previo para que el Ejecutivo regional convoque el concurso público al que,
aparentemente, podría optar cualquier promotor que pudiese competir con Adelson,
que, en principio, está dispuesto a invertir 17.000 millones de euros para
construir en
La
Venta de la Rubia el mayor centro de convenciones del sur de Europa.
Desde que se hizo
oficial
Alcorcón como sede de Eurovegas a principios de febrero, todo apuntaba a que
los estadounidenses presentarían su plan de viabilidad en abril. Pero el mes se
esfumó y en la Real Casa de Correos siguen sin tener noticias de
Mr.
Adelson. Fuentes del sector
se muestran cada vez más reacias a que
la primera piedra del macrocomplejo se coloque en noviembre. Un plazo
que, según las mismas fuentes, “no puso Las Vegas Sands”, sino que entra en el
calendario que hizo público el presidente de la Comunidad,
Ignacio
González, en un acto en el que apareció acompañado del consejero
delegado del grupo,
Michael Leven.
El principal y gran escollo para que el proyecto llegue a levantarse sigue
siendo la financiación. La compañía de Adelson asumiría los 2.000 millones de
dólares que se necesitan para poner en marcha la primera fase del proyecto. Pero
nadie desvela de momento quién va a pagar o qué bancos están dispuestos a
financiar los 4.000 millones restante. Delante de los micrófonos, Adelson y
su mano derecha afirman que la financiación está asegurada, pero no han dado ni
una sola pista al respecto. Solo que “se hará una evaluación completa de las
opciones de financiación”.
Fumar en los casinos, el punto de la discordia
En la última presentación de resultados, el grupo de Adelson también adelanta
que
todavía hay pendientes “cambios legales” para autorizar el
proceso y que afectan tanto al Gobierno, como a las administraciones locales y a
la propia Unión Europea. Fuentes de la Comunidad de Madrid dejan claro que ellos
ya acometieron todos los cambios legales en diciembre, precisamente para que la
puesta en marcha de Eurovegas no se viera ralentizada por los trámites legales.
Desde el Gobierno, sin embargo,
nadie ha dado el
beneplácito en público a las pretensiones de Adelson, que quiere a toda
costa que se pueda fumar en Eurovegas. Un punto que genera gran controversia en
el país, donde está prohibido fumar en espacios públicos cerrados desde el 1 de
enero de 2012. En la Real Casa de Correos ya se empieza a sospechar que este
podría ser el motivo por el que el equipo de Sheldon Adelson se resiste a
depositar oficialmente el proyecto.
La compra de los terrenos, según esta documentación, se haría en la fase
final, una vez que se haya ganado el concurso, se haya clarificado el proyecto y
el tamaño de la primera fase, que se sigue evaluando, según el
documento.
Los dueños de los terrenos, que se han reunido en
más de una ocasión para mantener
una misma oferta encima de la mesa,
tampoco tienen
noticias del futuro inversor.
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