Más del 75% de la “miel” que se venden en las tiendas de comestibles no contiene miel
En una pesquisa interesante por la información que aporta, Vaughn Bryant, director del Laboratorio de Investigación en Palinología de la Universidad de Texas A&M, encontró que la “miel” que se vende en los grandes almacenes, restaurantes, farmacias y otros establecimientos dista mucho de ser miel auténtica.
El estudio consistió en evaluar más de 60 marcas de miel que se comercian en una decena de estados de los Estados Unidos en pequeñas cadenas de abarrotes, supermercados como Wal-Mart y Sam’s Club, farmacias y restaurantes, con resultados sorprendentes: en el caso de las tiendas menores, el 76% de dichos productos no contenían polen; en los grandes almacenes ese porcentaje fue del 77% y en las farmacias y restaurantes (KFC, McDonald’s, etc.) el 100% de los productos examinados no contenía ni rastro de polen.
Por lo regular el método empleado para conseguir esta falsificación es el del “ultra-filtrado”, el cual consiste en calentar la miel a altísimas temperaturas para después pasarla por filtros sumamente finos y al final adulterarla con agua u otras sustancias para tener así más producto para vender.
Por supuesto que en los filtros se queda el polen y con el polen muchas de las propiedades curativas que posee la miel en padecimientos como la anemia, las alergias y las heridas, quedando a cambio únicamente un compuesto azucarado que, de consumirse, traerá más perjuicios que beneficios para la salud corporal.
Así que la próxima vez que decidas adquirir miel en el supermercado o rociar una buena porción de fruta con la miel que te ofrecen en ese restaurante donde acostumbras desayunar, quizá estés a punto de comer algo que solo en apariencia se ve y sepa como miel.
El estudio consistió en evaluar más de 60 marcas de miel que se comercian en una decena de estados de los Estados Unidos en pequeñas cadenas de abarrotes, supermercados como Wal-Mart y Sam’s Club, farmacias y restaurantes, con resultados sorprendentes: en el caso de las tiendas menores, el 76% de dichos productos no contenían polen; en los grandes almacenes ese porcentaje fue del 77% y en las farmacias y restaurantes (KFC, McDonald’s, etc.) el 100% de los productos examinados no contenía ni rastro de polen.
Por lo regular el método empleado para conseguir esta falsificación es el del “ultra-filtrado”, el cual consiste en calentar la miel a altísimas temperaturas para después pasarla por filtros sumamente finos y al final adulterarla con agua u otras sustancias para tener así más producto para vender.
Por supuesto que en los filtros se queda el polen y con el polen muchas de las propiedades curativas que posee la miel en padecimientos como la anemia, las alergias y las heridas, quedando a cambio únicamente un compuesto azucarado que, de consumirse, traerá más perjuicios que beneficios para la salud corporal.
Así que la próxima vez que decidas adquirir miel en el supermercado o rociar una buena porción de fruta con la miel que te ofrecen en ese restaurante donde acostumbras desayunar, quizá estés a punto de comer algo que solo en apariencia se ve y sepa como miel.
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