EL ESTADO PAGARÁ UNA FACTURA DOBLE POR LAS PREJUBILACIONES
Los exdirectivos de Novacaixagalicia rechazaron rebajarse el sueldo para seguir en la caja
Continúa el culebrón de las indemnizaciones millonarias en Novacaixagalicia. Una semana después de que El Confidencial destapara el escándalo de las cantidades que se han llevado cuatro exdirectivos de la entidad gallega, empiezan a conocerse los motivos por los que optaron por acogerse al plan de bajas incentivadas pese a que muchos de ellos no cumplían ni la edad legal pactada.
El motivo es que José María Castellano, presidente del banco surgido de la transformación de la caja, les ofreció continuar en la nueva entidad siempre y cuando renunciaran a sus prebendas históricas. La oferta consistía en seguir en la cúpula directiva pero aceptando una rebaja sustancial del sueldo y la eliminación de los jugosos blindajes.
Ninguno de ellos aceptó, con la excepción de Javier García de Paredes, que decidió marcharse con apenas 51 años al considerar que sus funciones en el nuevo Novacaixagalicia Bank no se corresponderían con lo pactado antes del verano con el propio Castellano. De hecho, García de Paredes, que se ha llevado 3,5 millones de euros, renunció a una indemnización de más de 5 millones por trece años en la caja. A cambio, solicitó rescatar con antelación el plan de pensiones.
Los otros tres, José Luis Pego (exdirector general), Gregorio Gorriarán (responsable del negocio inmobiliario) y Óscar Rodríguez Estrada, uno de los negociadores de la fusión, se negaron a rebajarse sus emolumentos de forma voluntaria como les pidió Castellano para seguir en la primera línea ejecutiva.
Todos optaron por ejecutar sus blindajes y, además, acogerse a los beneficios del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 1.200 empleados, que incluía el 98% del salario hasta la edad de jubilación. Asimismo, percibirían sus aportaciones al plan de pensiones. En total, cerca de 20 millones de euros para los cuatro, a lo que añadir los más de 11 millones netos que percibió en septiembre de 2010 José Luis Méndez, el exdirector general de Caixa Galicia.
El ajuste de plantilla, puesto en marcha a finales del pasado año, tiene un coste de unos 350 millones de euros para la caja. Pero como parte de esas indemnizaciones corren a cargo de la Seguridad Social y del INEM, el Estado paga entre 50 y 70 millones de euros. Por tanto, las arcas públicas pagarán dos veces los desmanes de Novacaixagalicia. Por una parte, lo que le corresponde del ERE y ahora las prejubilaciones millonarias de los exdirectivos que han optado por irse de la entidad antes de rebajarse el salario.
La retribución de Castellano
Pese al escándalo social provocado por los generosos números que van a engordar los bolsillos de los responsables de haber dejado a la institución al borde del colapso, de lo que no se sabe nada es de los sueldos de José María Castellano, nuevo presidente, ni de César González Bueno, recientemente nombrado consejero delegado.
Fuentes próximas a ambos directivos aseguran que, cuando se conozcan, no serán nada escandalosos. Más bien al contrario. Pero otras fuentes recelan de que un ejecutivo como González Bueno, que era director de banca para Europa en ING y que llegó a tener la responsabilidad de la filial online en varios países a la vez, haya recalado en un banco pequeñito a cambio de una retribución humilde.
Otras fuentes argumentan que seguramente sus compensaciones serán a futuro, ligadas a la entrada de los fondos que van a traer con ellos de la mano. Castellano se ha comprometido con el Banco de España a inyectar cerca de 1.000 millones de euros antes del 31 de diciembre. La valoración a la baja realizada por el supervisor, que estima el grupo en apenas 2.600 millones, facilita la llegada de los inversores del exvicepresidente de Inditex
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