Detroit al borde de la quiebra
La ciudad norteamericana de Detroit, que
se encuentra al borde de la quiebra, pasó bajo gestión exterior. Algunos
expertos hablan de tendencias a la quiebra de ciudades y hasta regiones
enteras.
En Detroit ha sido designado
un gestor de crisis con amplios poderes. En el caso de que su misión fracase la
capital automovilística estadounidense será la ciudad más grande de EEUU
declarada en quiebra.
El déficit presupuestario de Detroit
asciende a 327 millones de dólares, mientras que la deuda general supera los 14
mil millones.
De ciudad automovilística Detroit se
ha convertido en la capital del crimen de EEUU: el nivel de criminalidad
quintuplica la media nacional.
Por lo demás, algunos expertos suponen
que el aspecto financiero del asunto dista mucho de ser el más importante. El
director del Centro de Estudios Económicos del Instituto de Globalización y
Logros Sociales, Vasili Koltashov, dice:
—La extinción de ciudades y
regiones enteras en EEUU y Europa obedece a la salida de la industria en los
últimos quince años a territorio de China y de países del tercer mundo, a la
llamada periferia industrial del sistema económico global. Esta tendencia se
manifiesta sobre todo en los países más desarrollados del sistema capitalista
mundial. En EEUU, Europa y Japón se practica la centralización financiera, lo
cual no es ningún bien, simplemente porque las autoridades no pueden encontrar
una solución a los problemas económicos. O sea que de hecho en los últimos años
mantienen la crisis en estado de latente. Y el único éxito que han alcanzado es
haber restringido su desarrollo. De ahí que el fracaso del sistema financiero
estatal y del sistema de gestión estatal parezca ser bastante lógico. Y, en tal
situación, la política de austeridad es la única respuesta a los gabinetes
neoliberales de Europa y América del Norte.
Por otra parte, una serie de expertos
coinciden en opinar que la causa del surgimiento de ciudades fantasmas en el
Occidente postindustrial no es el traslado de las industrias a los países de la
región Asia-Pacífico, sino el progreso tecnológico. Es que la industria moderna
simplemente no necesita semejante cantidad de trabajadores. Pero, en general, el
problema es mucho más profundo de lo que parece a primera vista.
Cabe remarcar que Detroit es la ilustración de mayor repercusión
de la influencia sobre la civilización de las leyes fundamentales de la economía
de mercado, aunque no es la única. En Europa también se registran problemas
similares. Por ejemplo, en España la crisis de la deuda afectó a casi decenas de
regiones, que pidieron ayuda
financiera a Madrid. Nuevamente cedemos la palabra a Vasili Koltashov:
—La caída del nivel
de vida continúa no solo en el sur de Europa, sino también en el norte del
continente. Está claro que la amenaza social existe y se está materializando de
tal o cual forma contra las altas cúpulas políticas. De momento, se puede decir
que la crisis activó la migración desde las regiones más afectadas de la
eurozona hacia las economías periféricas, las economías en vías de desarrollo
y a las economías desarrolladas (Australia y Nueva Zelanda). Se registra un
flujo de emigrantes a Brasil y, dicho sea de paso, a Rusia. Pero, por ahora, no
se puede decir que estos flujos sean tan potentes como los registrados en el
siglo XIX, cuando literalmente millones de personas emigraron a nuevos
territorios. Lo que se está registrando es una emigración de los especialistas
más calificados y adaptables, lo cual es un bien para las economías atrasadas.
Pero los países periféricos también afrontan dificultades, que crearán problemas
para el traslado, porque simplemente no habrá adónde ir con la seguridad de que
allí todo saldrá bien.
En síntesis, no se debe dramatizar la
situación. Pero hoy, cuando en el mundo se practican vastas reformas políticas y
económicas, cabe aguardar un incremento de las ciudades fantasmas. Cada una de
ellas tiene su propia historia. Pero siempre todo se basa en la
conveniencia.
Pero en las encrucijadas del comercio, en
los puntos de transbordo en las vías acuáticas, en los puestos avanzados de
defensa las ciudades surgían por necesidad práctica. Y desaparecían tan pronto
decaía la necesidad. Reconstruirlas o derrumbarlas definitivamente no tiene
mayor sentido. Por eso las autoridades no se apresuran. De su lado tienen al
aliado más importante –el tiempo, que sin ayuda del hombre borrará la ciudad
fantasma de la faz de la tierra.
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