Uno de cada tres diputados en Andalucía es de la familia
- El 39% de los parlamentarios andaluces declara tener un familiar que se ha dedicado a la política. La mayoría de los diputados fueron a las listas porque se lo ofrecieron cargos del partido.
- El 62% quiere dedicarse a la política más de 10 años. Los diputados admiten que importa más la lealtad al partido que la preparación profesional.
El trabajo, que se basa en la encuesta a 60 de los 109 parlamentarios andaluces, revela que el 39% de los representantes declara tener un familiar cercano que se ha dedicado a la política, y que la mayoría llegaron a las listas porque se le ofrecieron cargos o los órganos de dirección o gestión del partido.
La política queda en casa. Y no solo por ser tema de conversación en las reuniones familiares. Más de uno de cada tres diputados en Andalucía es de la familia (política). Lo revela un estudio presentado en la Universidad Pablo Olavide, de los profesores Xavier Coller y Antonio M. Jaime, que hace una radiografía del poder político en Andalucía. Los datos dibujan un perfil de diputado que llegó a la política por influencia familiar o en launiversidad que tuvo un hueco en las listas electorales porque se lo ofrecieron cargos y órganos del partido, por méritos profesionales, pero más por lealtad y trabajo en el partido. Eso sí, la mayoría de los parlamentarios dice que su principal motivación política es la vocación de servicio público, y para uno de cada cinco, la clave es la afinidad ideológica con el partido.
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De los diputados que han tenido un allegado en política, en el 63% de los casos menciona familiares en un cargo de designación o de representación pública.
El diputado andaluz, que tiene una edad media de 47,7 años, percibe que los tres criterios de mayor peso para ir a las listas electorales son la lealtad a la formación, conocer la región y dedicarse al partido. Son requisitos más importantes que la experiencia en instituciones, la preparación profesional y la capacidad para negociar y llegar a acuerdos, que se sitúan en el segundo bloque.
No solo ven con buenos ojos las reglas de selección, sino que lo consideran democrático y la mayoría de los representantes del PP y elPSOE opina que el ‘selectorate’, es decir, quien debe dar los nombres en las listas, son los líderes de los partidos a escala autonómica, por delante de los cargos locales.
El estudio señala que esta forma de confeccionar las listas en el PP y PSOE es centralista, que da el poder a las élites regionalistas, mientras en IU las voces locales deciden más.
El interés por la política de los diputados andaluces surgió en la universidad o durante los estudios, y para uno de cada cinco ha sido “determinante” la influencia de un familiar. Es el perfil medio, pero hay diferencias notables según el partido: en la bancada socialista despunta la influencia familiar (26%) y la historia desde el punto de vista de lucha contra la dictadura (18%), mientras que en el PP el peso de la familia es menor (17%) y en IU influyó sobre todo el ambiente universitario.
Si “buena parte de sus señorías ha estado familiarizada con el ejercicio del poder”, según apunta el estudio, más diputados aún quien dedicarse a la política a largo plazo. El 62% de los parlamentarios asegura que está en política durante más de diez años, preferiblemente en la cámara autonómica (31%), si no, en el Congreso (13%) y en tercer lugar como alcaldes o concejales (12%).
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Son las diputadas las que prefieren continuar en la política con más frecuencia que los varones: ellos dicen que les gustaría retomar su actividad profesional, mientras que el 77% de las parlamentarias asegura que le gustara dedicar tiempo y energías a la política, y como primera opción el ámbito local.
El diputado del PP, de Derecho, el del PSOE, de la enseñanza
El perfil del parlamentario andaluz es varón (54%), de mediana edad (47 años), casaso con al menos un hijo y nacido en la comunidad. Ha estudiado en centros públicos, el 88% tiene una carrera universitaria, es creyente y se implicó en acciones sociales en su juventud. El color político determina la profesión de los parlamentarios: en las filas del PSOE hay una mayoría de empleados de la enseñanza, y en el PP, profesionales del Derecho. El estudio destaca la presencia de médicos en el Parlamento, el 6% del total, que se relaciona con el concepto de “médico humanista”.
La radiografía se acerca a algunos clichés, sobre la falta de formación en idiomas de los político: un tercio no sabe hablar inglés (en el PP el 53%, aunque la bancada popular domina más el francés (53%). También, el estudio apunta que el 11% de los diputados llegaron a las urnas desde el aula, es decir, que eran estudiantes.
La gran mayoría acepta la disciplina de partido
El estudio constata la obediencia de los diputados en las reglas del partido. El 85% acepta la disciplina de la formación, aunque prefiere hacer constar la voz discordante y en el caso de que alguien decida abandonar el grupo, que sea un tránsfuga, el 98% piensa que debería dejar el escaño.
A los parlamentarios se les pregunta por cuestiones de actualidad: el 84% quiere reformar la Constitución para modificar normas relativas a la Corona, el modelo territorial y el Senado. Sobre la corrupción, los diputados la achacan a “algunos”, a la “crispación de la vida política cotidiana” y a los medios de comunicación.