Se reproducen las huelgas de hambre
contra el Gobierno: cada vez más jóvenes
se niegan a probar bocado en Sol
Desde que el pasado 12 de octubre el joven bilbaíno Jorge Arzuaga decidiera iniciar su particular huelga de hambre en la Puerta del Sol como protesta contra el Gobierno por la dramática situación actual, varias son ya las personas que, día tras día, como un goteo, se van sumando a su causa, y no sólo en Madrid. Zaragoza, Sevilla y Granada alojan también en sus plazas a ciudadanos que, en situaciones dispares, han elegido igualmente el hambre como protesta.
Tras la manifestación de apoyo a Jorge celebrada el 18 de octubre y que reunió a centenares de personas en la céntrica plaza madrileña, con pancartas contra el Gobierno del PP y la banca y a favor de los motivos de Jorge, el número de huelguistas en la capital del Estado se eleva ya a siete.
Los siete de Madrid
A pesar de ser licenciado en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, Jorge, de 25 años de edad y desempleado, ha elegido la lucha aquí frente al exilio forzoso escogido por tantísimos jóvenes españoles. Acampado en Sol sobre cartones junto a la estatua ecuestre de Carlos III, expone con cartulinas lo que desde hace una semana inunda las redes como #MotivosDeJorge: “¿Quién soy? Un ciudadano. ¿Qué hago? Huelga de hambre. ¿Por qué? Por ti, por mí: paro, corrupción, desahucios, sanidad, educación…”
Jorge denuncia que la juventud no tiene futuro, mientras que el Ejecutivo del Partido Popular gobierna ilegítimamente incumpliendo su programa electoral, y considera que la gente no reacciona por miedo, por resignación y por la manipulación de los grandes medios de comunicación.
“Nos educan para aceptar lo establecido y no para cuestionarnos la realidad; la gente, más que desinformada, está mal informada, manipulada al respecto de los asuntos básicos de la sociedad”.
El primero en sumarse a Jorge fue Álex, un joven de 24 años del madrileño barrio de Moratalaz, también parado y cursando una FP de grado superior. El día 13 de octubre decidió acompañar al bilbaíno con el objetivo de “que la gente despierte, que reaccione y diga basta ya a estas cosas que estamos viviendo, que parece que nos pinchan y no nos duele”. Por ello, dedicó los primeros días a organizar redes sociales y recoger firmas para intentar movilizar al mayor número posible de personas mientras aún no estuviera demasiado debilitado por el ayuno.
“Creo que estamos viviendo una situación bastante injusta y me gustaría que, sobre todo la gente joven, que somos los que damos el primer paso siempre, hagamos algo y demostremos que estamos comprometidos y que necesitamos que el resto de las personas de este país pongan su granito de arena, igual que lo estamos poniendo nosotros”.
El tercero en llegar a la plaza, el 15 de octubre, fue un estudiante de Derecho de 27 años procedente de Ecuador, que, prefiriendo ocultar su verdadero nombre, responde al pseudónimo de ‘Juan’. Acudió motivado por el llamamiento de Jorge e indignado con la reforma educativa y las dificultades que el Gobierno de Mariano Rajoy está planteando a los jóvenes para acceder a la educación.
“Decidí unirme porque soy estudiante y estamos sufriendo un enorme varapalo en las tasas de matrícula”.
El mismo día comenzó su huelga ‘El Riojano’, un logroñés de 50 años llamado José Luis que mantendrá el ayuno sólo hasta el 23 de octubre, día de su cumpleaños número 51, fecha tras la cual deberá volver a Logroño con su familia. “He estado hablando con compañeros y quizá arranque otra huelga allí, aunque lo tendré que consultar con mi familia”.
El día 17 por la noche, con una maleta y un saco de dormir, se sumó la única mujer hasta el momento, Gisela, una informática de 45 años en paro desde hace un año y medio. Está en huelga de hambre “por las circunstancias a las que nos ha llevado este Gobierno” y su lucha es principalmente por sus hijos, para que puedan tener “un futuro en este país”.
Un día después, el 18 de octubre, llegó con ilusión otro madrileño desempleado de 30 años de edad, Juan Manuel, indignado por los desahucios y la corrupción. “No lo hago sólo por mí, sino por los millones de españoles que están pasando una situación similar o peor”.
La última incorporación, también el 18 tras la concentración de apoyo a los acampados en la Puerta del Sol, fue la de Alejandro, que llegó de Valencia con la única finalidad de sumarse a la huelga de hambre iniciada por sus compañeros, totalmente de acuerdo con los motivos de Jorge. Se trata de otro joven de 24 años que dejó sus estudios de Administración y Dirección de Empresas para tratar de crear una empresa por sí mismo como otros muchos jóvenes emprendedores han intentado.
“No hago esto por una necesidad, lo hago por voluntad propia porque estoy harto de ver las cosas tal cual están hoy en día”.
Los acampados han sufrido identificaciones policiales y la retirada de algunas pancartas pero no se les ha exigido el desalojo. Por su parte, el Samur ya ha iniciado el protocolo de actuación en estos casos para revisar periódicamente el estado de salud de los activistas.
Sevilla
El 14 de octubre comenzó a solas su ayuno en la Plaza Nueva de Sevilla Mané Flores. A sus 49 años y con dos hijos, lleva más de tres años y medio parado, después de haber trabajado en diferentes sectores como la telefonía o el inmobiliario y haber llegado a considerarse a sí mismo en el pasado como una persona “un poquito adinerada”, que ahora, tras la pérdida del empleo, se ha quedado sin nada. Instalado frente al Ayuntamiento, su gran pesar es la indiferencia de la gente, que transita a su lado sin apenas fijarse en él. Su intención es la de permanecer en ayuno hasta conseguir un empleo, tal y como puede leerse en su pancarta: “En huelga de hambre por un trabajo digno”.
“No puedo seguir manteniéndome con la caridad. Necesito trabajar y valerme por mí. Soy consciente de que con 50 años resulta complicado que te contraten, pero mi situación es muy crítica, el único dinero que recibo es el que me prestan los amigos”
Zaragoza
Desde el 16 de octubre, Javier, motivado también por la iniciativa de Jorge, se ha sumado en solitario en la Plaza del Pilar a la huelga de hambre. Mediante una foto distribuida por las redes sociales, el zaragozano exige la dimisión del Gobierno y la celebración de elecciones anticipadas y llama a otros a secundar la huelga. “No te quedes detrás del teclado, no te quedes viendo la tele. Salir, salir, salir…”.
Granada
Protestando contra el recorte de las pensiones, se encuentra acampado solo Manuel Fernández Martín, que ya se hallaba en ‘huelga de medicamentos’ tras el decreto del Gobierno que obliga a los pensionistas a un copago farmacéutico que en la mayoría de los casos no pueden permitirse. Manuel es miembro activo del colectivo Democracia Real Ya y se considera un yayoflauta. Con 67 años de edad y toda una vida trabajando, su pensión de sólo 570 euros no le permite pagarse él mismo los medicamentos para tratar su hipertensión, pues asegura que cada píldora le cuesta 25 céntimos. Por motivos de salud, Manuel no puede iniciar una huelga de hambre pero ha iniciado una campaña de recogida de firmas contra el recorte de las pensiones.
“Nunca pagaré un servicio sanitario que ya he pagado con 52 años de trabajo”
Galicia
Contra la violencia de género y para reclamar un sistema de protección real para las mujeres afectadas, diez mujeres iniciaron una huelga de hambre en La Coruña el pasado 14 de octubre convocadas por la asociación gallega contra la violencia de género Ve-la Luz.
Tras 120 horas sin comer, una de las activistas ha tenido que ser trasladada hoy al hospital por verse afectada su salud.
La asociación insiste en que mantendrá la huelga de hambre “hasta que dejen de matarnos por cometer el único delito de ser mujeres”.