El norte de Europa se escuda en Chipre para cambiar las reglas del juego
José Manuel Durao Barroso, presidente
de la Comisión Europea
Los países del norte de Europa han encontrado en Chipre la excusa perfecta
para cambiar las reglas del juego. Desde que Grecia encendió la mecha de la
crisis de deuda, al finales de 2009, los líderes de la región no han tenido otra
alternativa que ir salvando la situación a base de talonario.
No en vano, cada país que entraba en barrena era más grande que el anterior y, por tanto, más peligroso para el futuro del euro. Pero luego llegó una pequeña isla del Mediterráneo que, en sí, no debería haber supuesto mayor complicación, teniendo en cuenta que su PIB solo representa el 0,2% del PIB y el rescate 18.000 millones frente a los 257.000 millones de Grecia, 85.000 millones de Irlanda, 78.000 millones de Portugal y 39.000 millones de España.
A priori, la culpa de que un problema estrictamente técnico financiero se haya convertido en un asunto social más amplio y haya sacudido de nuevo al resto de la región se achaca, una vez más, a la falta de determinación de los líderes europeos y a las señales contradictorias que se han lanzado desde Bruselas.
Pero, ¿y si no fuera tanto así?
Chipre, plantilla para futuros rescates
El caso que es el rescate de la isla ha marcado un antes y un después en el proceso de la crisis. Las declaraciones del presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, que apuntaba la idea de que Chipre –donde, por primera vez en la Eurozona, se ha aplicado una quita a los depósitos bancarios- puede funcionar como una plantilla para futuras intervenciones, no son gratuitas ni una equivocación, como se ha querido hacer ver. El holandés era muy consciente de lo que estaba diciendo y la repercusión que iban a tener sus palabras."Lo de Dijsselbloem no fue una metedura de para, hace una argumentación muy clara"
“El depósito es un préstamo al banco. Las reglas de prelación de pago dicen que si el banco se liquida y no queda dinero, el depositante debe perder igual que el senior, etc.”, explica a Cotizalia Alberto Matellán, director de análisis y estrategia de Inverseguros. “Dijsselbloem tiene eso muy claro. De hecho, yo creo que no fue una metedura de pata, porque si ves al entrevista de Reuters, lo dice en medio de una argumentación muy clara”.
Cabe recordar que hace algo más de un mes el mismo Dijsselbloem como ministro de Finanzas de Holanda ordenó la nacionalización de SNS Reaal, el cuarto banco del país, con la expropiación de la deuda subordinada y acciones tras la aprobación de una ley especial para ello, la Intervention Act. Y dos años antes, Dinamarca aplicó quitas del 40% a los depósitos de los bancos Amagerbanken y Fjordbank Mors tras considerar que la factura se debía repartir entre los contribuyentes, en su condición de propietarios de las nacionalizadas, y los prestamistas de cualquier clase por su rol de acreedores de depósitos o créditos.
"Hay que tener en cuenta que cuando abres un depósito tienes una contrapartida, que es la entidad bancaria con un rating, con lo que asumes un riesgo", argumenta a Cotizalia Raimundo Martín, responsable de Mirabaud AM para Iberia y Latinoamérica. "El depositante no ve el riesgo, pero los gobiernos ya han tomado medidas para cubrir los ahorros por debajo de 100.000 euros, a partir de ahí, el riesgo, aunque pueda ser menor, existe".
En este sentido, el gestor entiende que "los países del norte tienen todas las de ganar, porque el sur somos los que tenemos problemas y, aunque podemos intentar imponer medidas, ellos tienen la última palabra". Por ello, si se analiza el hecho de extrapolar la solución chipriota a futuros colapsos bancarios desde un punto de vista de consumo, "para Alemania es más fácil quitar el dinero al depositante que al contribuyente porque necesita seguir exportando al sur", asegura Martín.
Los líderes europeos dan un toque de atención a los bancos
“Es algo normal en la medida en la medida en que se esté en una situación normal”, asegura Nicolás López, director de análisis de MG Valores. “Pero estamos en una crisis que no ha sido normal, con bancos sobredimensionados y que si estallaban se llevaban por delante a los estados, por eso se garantizó a bonistas y depositantes”.
Y continúa el experto: “Pero eso progresivamente no va a ser así y hay que intentar que los rescates se los traguen los propios bancos”. En definitiva, a juicio de López lo que han hecho los líderes europeos es utilizar a Chipre para decir a las entidades financieras que no todo el monte es orégano, lo que “es bueno porque rompe incentivos perversos de los bancos”.
Por otro lado, la aplicación de una quita a los depósitos de más de 100.000 euros no es tanta novedad como parece. De hecho, solo estaban garantizados los depósitos inferiores a esa cifra, por lo que el inversor que superara los 100.000 euros sabía que no era inmune a una situación de impago o reestructuración.
“Cuando se rescata un banco concreto, por tener problemas puntuales, el depositante pasa a ser un acreedor más de la entidad en problemas”, asegura Juan José Figares, director de análisis de Link Securities. “En este caso se utilizarían en última instancia para la recapitalización del banco los depósitos de más de 100.000 euros , que nunca han estado protegidos en la Unión Europea”, concluye
No en vano, cada país que entraba en barrena era más grande que el anterior y, por tanto, más peligroso para el futuro del euro. Pero luego llegó una pequeña isla del Mediterráneo que, en sí, no debería haber supuesto mayor complicación, teniendo en cuenta que su PIB solo representa el 0,2% del PIB y el rescate 18.000 millones frente a los 257.000 millones de Grecia, 85.000 millones de Irlanda, 78.000 millones de Portugal y 39.000 millones de España.
A priori, la culpa de que un problema estrictamente técnico financiero se haya convertido en un asunto social más amplio y haya sacudido de nuevo al resto de la región se achaca, una vez más, a la falta de determinación de los líderes europeos y a las señales contradictorias que se han lanzado desde Bruselas.
Pero, ¿y si no fuera tanto así?
Chipre, plantilla para futuros rescates
El caso que es el rescate de la isla ha marcado un antes y un después en el proceso de la crisis. Las declaraciones del presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, que apuntaba la idea de que Chipre –donde, por primera vez en la Eurozona, se ha aplicado una quita a los depósitos bancarios- puede funcionar como una plantilla para futuras intervenciones, no son gratuitas ni una equivocación, como se ha querido hacer ver. El holandés era muy consciente de lo que estaba diciendo y la repercusión que iban a tener sus palabras."Lo de Dijsselbloem no fue una metedura de para, hace una argumentación muy clara"
“El depósito es un préstamo al banco. Las reglas de prelación de pago dicen que si el banco se liquida y no queda dinero, el depositante debe perder igual que el senior, etc.”, explica a Cotizalia Alberto Matellán, director de análisis y estrategia de Inverseguros. “Dijsselbloem tiene eso muy claro. De hecho, yo creo que no fue una metedura de pata, porque si ves al entrevista de Reuters, lo dice en medio de una argumentación muy clara”.
Cabe recordar que hace algo más de un mes el mismo Dijsselbloem como ministro de Finanzas de Holanda ordenó la nacionalización de SNS Reaal, el cuarto banco del país, con la expropiación de la deuda subordinada y acciones tras la aprobación de una ley especial para ello, la Intervention Act. Y dos años antes, Dinamarca aplicó quitas del 40% a los depósitos de los bancos Amagerbanken y Fjordbank Mors tras considerar que la factura se debía repartir entre los contribuyentes, en su condición de propietarios de las nacionalizadas, y los prestamistas de cualquier clase por su rol de acreedores de depósitos o créditos.
"Hay que tener en cuenta que cuando abres un depósito tienes una contrapartida, que es la entidad bancaria con un rating, con lo que asumes un riesgo", argumenta a Cotizalia Raimundo Martín, responsable de Mirabaud AM para Iberia y Latinoamérica. "El depositante no ve el riesgo, pero los gobiernos ya han tomado medidas para cubrir los ahorros por debajo de 100.000 euros, a partir de ahí, el riesgo, aunque pueda ser menor, existe".
En este sentido, el gestor entiende que "los países del norte tienen todas las de ganar, porque el sur somos los que tenemos problemas y, aunque podemos intentar imponer medidas, ellos tienen la última palabra". Por ello, si se analiza el hecho de extrapolar la solución chipriota a futuros colapsos bancarios desde un punto de vista de consumo, "para Alemania es más fácil quitar el dinero al depositante que al contribuyente porque necesita seguir exportando al sur", asegura Martín.
Los líderes europeos dan un toque de atención a los bancos
“Es algo normal en la medida en la medida en que se esté en una situación normal”, asegura Nicolás López, director de análisis de MG Valores. “Pero estamos en una crisis que no ha sido normal, con bancos sobredimensionados y que si estallaban se llevaban por delante a los estados, por eso se garantizó a bonistas y depositantes”.
Y continúa el experto: “Pero eso progresivamente no va a ser así y hay que intentar que los rescates se los traguen los propios bancos”. En definitiva, a juicio de López lo que han hecho los líderes europeos es utilizar a Chipre para decir a las entidades financieras que no todo el monte es orégano, lo que “es bueno porque rompe incentivos perversos de los bancos”.
Por otro lado, la aplicación de una quita a los depósitos de más de 100.000 euros no es tanta novedad como parece. De hecho, solo estaban garantizados los depósitos inferiores a esa cifra, por lo que el inversor que superara los 100.000 euros sabía que no era inmune a una situación de impago o reestructuración.
“Cuando se rescata un banco concreto, por tener problemas puntuales, el depositante pasa a ser un acreedor más de la entidad en problemas”, asegura Juan José Figares, director de análisis de Link Securities. “En este caso se utilizarían en última instancia para la recapitalización del banco los depósitos de más de 100.000 euros , que nunca han estado protegidos en la Unión Europea”, concluye
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