El sucesor de Teddy Bautista en la SGAE
destruyó pruebas ante la pasividad de Ruz
Antón Reixa, sucesor de Eduardo Teddy Bautista tras el descabezamiento judicial de la cúpula directiva de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), destruyó pruebas relevantes para la investigación ante la pasividad de Pablo Ruz. El sucesor de Baltasar Garzón en el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional ordenó en abril de 2013 a la SGAE, a instancias de varios de los imputados en la causa, que adoptase medidas para "la conservación" de esas pruebas. Demasiado tarde: estas ya habían sido eliminadas cuatro meses antes.
Ruz investiga los hechos denunciados en 2007 ante la Fiscalía Anticorrupción por varias asociaciones de internautas, que acusaron a la SGAE de desviar una parte de los fondos procedentes del canon digital y los derechos de autor a un entramado empresarial encabezado por la mercantil Microgénesis, socio tecnológico de la sociedad de autores desde el año 2000, por unos trabajos inexistentes o valorados muy por encima de los precios de mercado. Los imputados, en cambio, sostienen que esos trabajos (en su mayoríaherramientas informáticas para optimizar la gestión de la SGAE) son reales y se pagaron por ellos precios muy competitivos.
El abogado de José Luis Rodríguez Neri, exdirector general de la Sociedad Digital de Autores y Editores (SDAE), la filial digital de la SGAE, y mano derecha de Bautista hasta que este fue defenestrado en 2011, alertó a Ruz en varias ocasiones de que uno de los proyectos estrella que Microgénesis desarrolló para la SGAE, el denominado Portal Latino, estaba a punto de ser eliminado por la nueva dirección que encabezaba Reixa. Y con él una de las principales piezas de convicción de la causa.
La SGAE pagó a Microgénesis 11,2 millones de euros entre 2002 y 2009 por los desarrollos tecnológicos dePortal Latino y el mantenimiento de sus múltiples plataformas: la red social Creadores, el canal Creadores TV, el canal de música online La Central Digital... A través de ellas, los socios de la SGAE (casi 100.000 en la actualidad) podían promocionar sus obras y vender su repertoriogracias a los acuerdos sellados con marcas de música en streaming, como la poderosa Spotify, o gigantes como Amazon y iTunes.
Neri, a través de su abogado, comunicó a Ruz el 14 de diciembre de 2012: "Esta parte ha tenido conocimiento, por propias comunicaciones de la SGAE a sus socios, de que esta ha propuesto el cierre definitivo y la cancelación de Portal Latino antes del 31 de diciembre". Y añadía que ese proyecto tecnológico "ha originadogran parte de la facturación del Grupo Microgénesis a la SGAE, por lo que en caso de cierre se verá limitada la capacidad de los peritos informáticos de realizar pruebas de funcionamiento y comprobación de la plataforma".
Los peritos designados por Neri y Bautista remitieron aquel mismo mes un informe a Ruz, incorporado al sumario, en el que solicitaban que "se preserve el funcionamiento de los sistemas que ha comunicado [la SGAE] dar de baja o que se haga una copia se seguridad de los mismos con la finalidad de poder llevar a cabo las comprobaciones oportunas". E incluso los peritos nombrados por Ruz, pertenecientes al Departamento de Ingeniería Informática del Instituto de Ciencias Forenses y de la Seguridad de la Universidad Autónoma de Madrid, advirtieron al juez que "resultará necesario que los responsables [de la SGAE] muestren los sistemas [servidores] en funcionamiento".
Ruz y el fiscal del caso, José Miguel Alonso Carbajo, hicieron caso omiso de esas advertencias. Fue en abril de 2013 cuando el juez, finalmente, dictó una providencia en la que reclamaba a la SGAE la "conservación de todos los antecedentes, fuentes y demás elementos afectantes a los referidos servidores, incluyendo, al formar parte de la pericia objeto de autos, los relativos a la mención denominada Portal Latino". Pero para entonces la plataforma desarrollada por Microgénesis ya había sido eliminada.
El Consejo de Dirección de la SGAE, presidido entonces por Reixa, traspasó todo el catálogo musical de Portal Latino a la empresa Altafonte, propiedad del empresario gallego (y amigo de aquel) Fernando Luaces, presidente de la compañía Boa Producciones. Poco después, en julio del pasado año, Reixa fue destituido como presidente de la SGAE después de que 25 de los 39 miembros de su Junta Directiva votaran en contra de su continuidad. Tras su cese, el músico, productor y escritor dijo sentir "alivio, preocupación y agradecimiento", y aseguró que en la SGAE "la lucha por el poder va más allá de lo legítimo".
Reixa señaló ayer a El Confidencial que la decisión de cancelar Portal Latino"fue adoptada por el Consejo de Dirección de la SGAE" porque era "una herramienta muy poco eficiente y que suponía un coste muy alto para la SGAE". Y añadió que la medida "se tomó en defensa de los intereses de los autores".