El mejor cabrales vale 2.300 euros
Arenas de Cabrales, Mariola MENÉNDEZ Por el mejor queso de Cabrales se pagaron ayer 2.300 euros. Se lo llevó Casa Tista, de Ribadesella, en una subasta que por primera vez, después de muchos años, recuperó la forma tradicional, a mano alzada. El cotizado manjar fue el elaborado en la quesería de Ángel Díaz Herrero, de Tielve, repitiendo el mismo éxito del año pasado, y por él pujaron seis establecimientos. Pugnaron Casa Luciano (Ponga), el hotel Picos de Europa (Arenas de Cabrales), el restaurante El Tizón (Oviedo) -que se lo llevó el año pasado por 2.500 euros-, Asturias Encantada (Cangas de Onís), La Cueva de los Quesos (Arenas de Cabrales) y Casa Tista (Ribadesella).
El precio de salida del queso ganador de la cuadragésima tercera edición del certamen cabraliego fue de 1.000 euros y cada puja revalorizó su valor 100 euros. Casa Luciano estuvo a punto de llevarse el gato al agua por 2.200 euros, pero en el último momento levantó la mano el representante de Casa Tista, Armando Inés, para ofrecer 2.300 euros. Fue el precio máximo. Aunque alto, quedó claro que hasta esta subasta también llega la crisis, pues es una cifra que queda lejos de los 4.733 euros que se pagaron hace dos años.
Armando Inés dijo sentirse muy satisfecho al hacerse con el preciado queso, del que esperan dar buena cuenta un grupo de amigos de Ribadesella y Llanes. Admitió que superó el presupuesto de los 2.000 euros que se habían marcado, pero parece que este cabrales bien se lo merece. «Es una gran satisfacción, porque es una joya y espero que sea una maravilla», señaló.
No es la primera vez que la quesería de Ángel Díaz Herrero se hace con alguno de los primeros premios. Al haber ganado el año pasado, Encarni Bada aseguró que en esta edición no esperaban repetir triunfo. La clave de sus quesos reside en «usar leche de calidad y atenderlo bien en las cuevas», pues una maduración lenta es parte del éxito. De hecho, estuvo siete meses en la cueva de Peña Maín hasta que estuvo en su punto. Bada apuntó que antes de que se conociera que el suyo era el queso ganador ya habían vendido los 100 kilos que pusieron a la venta. «Este año se vendió bien». El galardón da una buena publicidad a su casería, reconoció, y es «un aliciente para seguir».
La gran calidad de los productos que este año concurrieron al certamen de Arenas no se lo puso fácil al jurado, cuyos miembros aseguraron que más del 90 por ciento de los 16 participantes presentó quesos merecedores de una nota muy alta. Lo achacan a que «los productores cada vez trabajan mejor, con unas condiciones higiénicas mejores, y al trabajo desarrollado por el consejo regulador». El segundo puesto fue para Francisco Bada (Tielve) y el tercero, para la ganadería Arandas. La ganadora en categoría de lotes fue Rosa Bada Herrero.
El cabrales se cotizó ayer a 20 euros el kilo y los responsables de los puestos quedaron satisfechos con las ventas. Rosa María Gulías aseguró que hubo mucho movimiento. «Cada vez tenemos mejor queso, porque nos vamos esmerando en hacerlo mejor», sentenció Alan Prende, otro elaborador, mientras despachaba una pieza a Constantino Menéndez y Ángeles García, de Pola de Siero, que acuden anualmente a esta cita. Según Rosa María Ortega, las ventas fueron buenas, aunque se nota la crisis en que los clientes prefieren piezas más pequeñas.
En este certamen también se apoyó la Identificación Geográfica Protegida (IGP) del Queso de los Beyos, que en breve ya dispondrá del contraetiquetado y trabajan en las auditorías y analíticas exigidas.
La periodista cabraliega Lucía Bustillo fue investida xana «Naranjo de Bulnes» y Regino Mier, pastor mayor. El pregonero fue otro periodista, Carlos Santos Burriagán, que definió el queso de Cabrales como «una emoción vital continuada» y animó a caminar de la mano de la alta cocina.
