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sábado, 31 de agosto de 2013

EL SINDICATO DE TRABAJADORES SE LLEVA 10 CARROS CON MATERIAL ESCOLAR DE UN SUPERMERCADO


El SAT se lleva diez carros con material escolar de un supermercado en Sevilla

Los sindicalistas justifican estos «asaltos» a comercios: «Quien roba un ladrón tiene 100 años de perdón. Si no tienes dinero es justo que te lleves lo que necesitas de las tiendas»





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El Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) ha vuelto de las vacaciones con fuerza. Tras un verano huérfano de «acciones protesta», unos 200 sindicalistas, con Diego Cañamero a la cabeza, se han llevado sin pagar del centro comercial Carrefour de Montequinto material escolar. «No es robar, es reivindicar», aseguran fuentes de la formación, que reconocen sin embargo que la Fiscalía podría actuar contra ellos si se difunden imágenes de la «acción».
Los sindicalistas se han llevado del centro comercial lápices, gomas de borrar, rotuladores, cuadernos, bolígrafos... que aseguran que entregarán en «los próximos días a familias necesitadas». Con este «gesto simbólico», como lo han calificado desde el SAT, pretenden «denunciar que hay familias que no pueden hacer frente a la compra del material escolar».
Y con esta crítica señalan directamente a la Junta: «A la Junta se le llena la boca diciendo que garantiza la gratuidad de la educación, pero solo paga los libros y algunos están destrozados desde 2011», critican. Tras el asalto del SAT no se han producido detenciones, puesto que la Policía ha llegado al lugar cuando los sindicalistas ya se estaban marchando. Para evitar también una denuncia del comercio objeto de la acción, el SAT ha negociado con su gerente que donara el material que se han llevado sin pagar, extremo. Sin embargo, desde la dirección del centro comercial no les han dado respuesta a este punto.
La entrada al hipermercado ha sido organizada por unos 30 sindicalistas en parejas de dos, que han ido cogiendo material escolar por un valor aproximado de 2.000 euros-a 200 euros por carro-.

«IU es cómplice de los recortes»

Aún siendo varios miembros del SAT parte la coalición IU-PSOE que gobierna en Andalucía, no ven incoherencia ninguna en cargar contra la Administración andaluza: «somos independientes políticamente de IU. Esto es también una crítica contra Izquierda Unida, porque son cómplices de los recortes al gobernar con el PSOE».
Desde el SAT explican que no creen que sea un robo el llevarse productos de una tienda sin pagar y, de hecho, defienden que deba hacerlo porque no tenga dinero, lo haga. «Nosotros creemos que robo es lo que hace un banquero que está abusando del pueblo o lo que hace un político que se vale de su cargo para cometer injusticias». Así, justifican estos «asaltos» a comercios: «Quien roba un ladrón tiene 100 años de perdón. Si no tienes dinero es justo que te lleves lo que necesitas de las tiendas».

viernes, 26 de abril de 2013

"EL MURO DE LOS GILIPOLLAS" UN ESCANDALO EN FRANCIA


Escándalo en Francia por la publicación del Muro de los Gilipollas

Un collage del Sindicato de la Magistratura ataca a figuras de la derecha | La ministra de Justicia pide al Consejo Superior de la Magistratura que se pronuncie

 



La cosa empezó como una broma. Es fácil imaginarse la escena. Primero uno colgó una foto en la pared, la del exministro del Interior Brice Hortefeux, por tomar un ejemplo, y anotó: "El hombre de Vichy". Después, otro siguió el ejemplo y colgó otra foto, con otra leyenda. Poco a poco, la pared se fue llenando de imágenes, un mosaico hecho de retratos de ministros, diputados, senadores, periodistas, comentaristas, intelectuales y jueces de derechas, cada uno de ellos con su etiqueta, más o menos divertida, más o menos ofensiva. Hasta que a alguien se le ocurrió bautizar el collage indelicadamente como el Muro de los Gilipollas... ¡Un desahogo!

Si este muro de los indeseables hubiera adornado una sala de reuniones cualquiera en un local, pongamos por caso, de la CGT, de Fuerza Obrera o de cualquier otro de los sindicatos franceses de trabajadores, nadie se hubiera escandalizado. La anécdota podría haber quedado reducida a una chiquillada. El problema es que la injuriosa pared -cuya existencia ha sido desvelada por el sitio de información digital Atlantico, que utilizó para ello una cámara oculta- estaba en la sede parisina del Sindicato de la Magistratura y que los autores de esta suerte de vudú son jueces. De izquierdas, pero jueces, a quienes les es exigible por tanto una absoluta neutralidad e imparcialidad.

La revelación de Atlantico ha provocado un verdadero escándalo y la derecha no ha tardado en pedir sanciones. El presidente interino de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), Jean-François Copé, ha instado al Gobierno a abrir una investigación oficial. "El Gobierno no puede mantenerse en silencio", afirmó el líder de los conservadores, para quien la actitud de los magistrados del Sindicato de la Magistratura "es indigna" y un atentado contra la imparcialidad de la justicia. Algunos de sus compañeros de filas directamente señalados, como la exministra Nadine Morano, han anunciado la presentación de una denuncia. Otros, como el expresidente de la Asamblea Nacional Bernard Accoyer, proponen ampliar los supuestos legales para poder recusar formalmente a un juez...

El Sindicato de la Magistratura se defendió alegando que el muro se encuentra en un local privado y que sus imágenes fueron "robadas", y acusó a la derecha de hacer "agitación política". Pero no ha encontrado apoyos...

La ministra de Justicia, Christiane Taubira, que en un primer momento trató de quitar importancia al asunto, tratándolo como si fuera una inocente chiquillada, ayer cambió radicalmente de actitud y -ante la imposibilidad de abrir un expediente disciplinario, por tratarse de un acto privado- solicitó al Consejo Superior de la Magistratura que diga si este hecho puede constituir un falta a la deontología. Taubira utilizó palabras extremadamente duras en el Senado para calificar el gesto de los magistrados progresistas: "inaceptable, insoportable, estúpido y malsano".


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