Estados Unidos rastrea los datos de Internet en todo el mundo para detectar amenazas terroristas
YES, WE CAN... FUCK YOU. Obama nos la ha metido doblada. Gracias a un súper programa,
espía los datos de todo
Internet buscando
terroristas. Y esto incluye España. Obama mira todo lo que hacemos. A ver quién es el guapo al que se le levanta la siguiente vez que entre a
Youporn y note sus
fríos ojos presidenciales mirándole directamente.
No hay escapatoria. En Estados Unidos lo hacen a lo grande, o no lo hacen. Te seguirán espiando en
cualquier rincón de Internet. Bueno, muenos en
Tuenti, un sitio en el que no entran porque no han encontrado indicios de
vida inteligente.
La pregunta es: ¿debemos preocuparnos? ¿Qué puede
deducir la CIA de nosotros analizando los datos de los españoles? Pues, a juzgar los cientos de mails que recibimos con el asunto
“Enlarge your penis”, deben imaginarse que la tenemos
muy pequeña. Y también que no sabemos de idiomas o que somos gilipollas, ya que, a pesar de nuestro “problemilla”, tiramos todas esas milagrosas soluciones a la papelera del
Correo Basura. Si os preguntábais por qué es tan difícil ligar con guiris americanas, aquí tenéis la respuesta.
Analizando
Instagram, los yanquis pueden ajustar un poco más el perfil de los españoles. Si se fijan en todas esas fotos de
gintonics, creerán que somos gente
sofisticada que se pasa el día de cocktail en cocktail. Lo que no saben es que esos bellos filtros esconden un
ponzoñoso ungüento anticrisis preparado con tónica de marca blanca y una ginebra tan mala que haría
potar al mismísimo
Paquirrín. Bueno, tampoco no pasemos. Quizás le haría vomitar, pero sería després de tomarse el
décimo gintonic.
¿Qué más pueden saber de nosotros rastreando nuestras consultas en Internet? Pues que nos gustan mucho los
deportes, ya que las webs sobre este tema son las más visitadas. Así pues, analizando nuestros datos en Internet, Obama puede deducir que los españoles tenemos la
picha corta, somos
glamurosos y nos pasamos el día viendo webs de
tiarrones musculosos. En definitiva, que para ellos todos somos como
Boris Izaguirre. Lo más peligroso que podemos hacer es utilizar sin parar el adjetivo “divino” y bajarnos los pantalones.
Es imposible que nos vean como una amenaza terrorista. Y si aún así albergan alguna duda, solo tienen que leer los
comentarios de las webs de deportes. Analfabetos peleándose por gilipolleces y vomitando discursos inconexos llenos de faltas de ortografía. Quizás los españoles son una amenaza, pero en todo caso, son una amenaza para ellos mismos.
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