La justicia británica ha decidido poner freno a la contratación masiva de
jóvenes que trabajan gratis, bajo la coartada de ser becarios. Los tribunales se
han basado en una investigación realizada por Hacienda en la que se demostraba
que cientos de jóvenes licenciados trabajaban para nueve grandes empresas sin
recibir ningún tipo de remuneración. La multa, que supone todo un aviso para
navegantes, asciende a 230.000 euros
por “violar la legislación sobre los
salarios mínimos”.
La creciente dificultad para entrar en el mercado laboral entre los más
jóvenes está provocando una incertidumbre que se traduce en la disposición a
trabajar gratis. Eso sí, con la esperanza de que algún día los contraten en
mejores condiciones. La necesaria experiencia laboral sigue siendo la principal
motivación de estos jóvenes. Sin embargo, en los casos denunciados por HM
Revenue & Customs, se trataba de
becarios “encubiertos” que realizaban
las mismas labores que el resto de sus compañeros de plantilla.
De las 40 empresas que se investigaron en un primer momento, solo nueve de
ellas fueron sancionadas y
obligadas a indemnizar económicamente a los
becarios con el salario mínimo durante los meses que trabajaron. La
secretaría de Estado de Negocios e Innovación también ha elaborado un informe
que pone el punto de mira sobre un centenar de empresas que, presuntamente,
violan la ley al realizar contrataciones en prácticas no remuneradas.
Experiencia sí, pero no así
Michelle Wyer, directora adjunta de la Comisión por el Salario Mínimo,
advirtió que seguirán persiguiendo a las empresas que ignoren las normas
laborales. “Las prácticas no remuneradas
pueden proporcionar grandes
oportunidades laborales a los jóvenes, sin embargo, es ilegal que, si se
realiza un trabajo normal, no se cobre al menos el sueldo mínimo”. Para
animar a los jóvenes a que denuncien
su situación de ilegalidad, esta institución que depende del Gobierno ha
facilitado un apartado en su página web.
Mis hijos ya no trabajan para
sobrevivir, sino simplemente por tener experiencia
La sociedad británica parece haberse concienciado al respecto de la realidad
laboral de sus jóvenes, y es que la gran mayoría de las universidades se han
puesto de acuerdo para no publicitar entre sus alumnos las prácticas no
remuneradas en empresas. Y es que ser becario durante uno o dos años
no es
ninguna garantía para obtener un trabajo, según demuestran las estadísticas,
por lo que estos jóvenes saltan varias veces de beca a beca hasta que los
contratan.
En España, el
salario medio acumula una caída en su poder adquisitivo del
2,3% desde el inicio de la crisis, mientras que el paro juvenil sigue
marcando récords históricos. Una generación, nativa digital, que paradójicamente
no está encontrando hueco en el nuevo paradigma tecnológico.
Para el el gurú de las nuevas tecnologías
Jaron Lanier, que acaba de
publicar el polémico ensayo
Who Owns The Future (Simon & Schuster), la culpa de
esta situación “suele recaer en los banqueros o políticos, pero creo que los
principales responsables son otros: las cabezas pensantes de Silicon Valley”.
Ellos inventaron el ‘trabajo gratuito’ y los becarios eternos, que pronto
emularon las industrias culturales y basadas en la producción de conocimiento,
enmarcadas dentro del denominado capitalismo cognitivo, añade Lanier. “Mis hijos
ya no trabajan para sobrevivir, sino simplemente por tener experiencia y deben
competir contra otros que están dispuestos a trabajar gratis”, lamenta el
experto en nuevas tecnologías.
FUENE