Algunos de los economistas más prestigiosos ven una difícil salida a la crisis española, y contemplan, cuando no recomiendan, una vuelta a la peseta para acometer una fuerte devaluación y ganar competitividad.
Por eso, también, es tan importante que ya haya al menos cinco premios Nobel de Economía contemporáneos que han admitido públicamente la posibilidad de que España abandone el euro. El último en hacerlo, James Mirrlees (galardonado en 1996), no sólo lo ve como un escenario posible, sino deseable. La vuelta a la peseta es un tabú consustancial a la actual arquitectura económica del país, pero incluso uno de los precursores del euro, Oskar Lafontaine (exministro de Finanzas alemán), ha apostado por una ruptura de la moneda única para que el sur de Europa pueda recuperarse, advirtiendo que el curso actual la está "llevando al desastre".
Pesimistas o no, estos son los premios Nobel de Economía que no descartan que la moneda única haga agua en España.
El premio Nobel de Economía en 1996, James Mirrlees, apuntó ayer, en una entrevista concedida a EXPANSIÓN, que España sólo saldrá a flote fuera de la moneda común. La hoja de ruta sería: «Salir del euro, volver a la peseta e imprimir mucho dinero y usarlo en inversiones públicas deseables y en políticas de empleo».
«Espero que estéis trabajando en cómo salir del euro», espetó. Pero, ¿ésa es la única opción? «Salir del euro es sólo parte de la solución, porque España necesita, también, generar mucha demanda nueva», agregó el Nobel escocés. ¿Y después? «Incurrir en un déficit sustancial» e invertir con fuerza. «Estoy a favor de gastar el dinero en infraestructuras en países con mucho desempleo», añadió.
El premio Nobel de Economía en 2008, Paul Krugman, asegura que Europa está «cerca del abismo» y se acerca a «un momento de la verdad en el que se tendrá que producir un gran cambio en la política de la zona euro o planificar una ruptura de la moneda única».
En una entrevista en la revista ‘Vanity Fair’, Krugman afirmó que sin un cambio de política monetaria y fiscal España e Italia podrían dejar del euro, Portugal «presumiblemente les seguiría» y Francia «probablemente también saldría». Krugman ha incidido en numerosas ocasiones en que no habrá fórmulas que permitan que se reduzca la tasa de paro de España, la única fórmula que puede permitirle reducir el desempleo pasaría por el sacrificio que debería hacer España al abandonar euro.
En su columna de ‘The New York Times’, Krugman aseguró que "España estaría mejor ahora si nunca hubiera adoptado el euro", aunque reconoció que actualmente el país es "prisionero" de la divisa europea y "no cuenta con ninguna buena opción a su disposición". Y, hablando de opciones, Krugman ve como un posible escenario de futuro una suerte de 'corralito' en España e Italia para evitar la salida masiva de depósitos hacia Alemania.
A finales de 2012, en la presentación en España de su último libro, el Nobel de 2001, Joseph Stiglitz, aseguró que si el país finalmente opta por solicitar la ayuda del BCE a cambio de unas condiciones de austeridad como las impuestas en países como Grecia, el país estaría cometiendo un "suicidio". «Se puede ser miembro de la UE sin compartir una misma moneda. Los arreglos de divisas a menudo han sido relativamente a corto plazo", remachó. Y en enero de este año, Stiglitz escribió: «España y Grecia están en una depresión económica sin esperanza de recuperación. Y el pacto fiscal [europeo] no será suficiente».
Christopher Pissarides: «Si España quiebra, será el fin del euro»
El premio Nobel de Economía 2010, el chipriota Christopher Pissarides, aseguró ya en 2011 que «un colapso de España sería un problema muy serio, y podría acarrear el fin del euro como moneda común», dijo en 2011.
Thomas Sargent: «Pueden salir los países más débiles»
El Premio Nobel de Economía 2011 Thomas Sargent no cree que una eventual salida del euro por parte de Grecia implique, necesariamente, el fracaso de la moneda única, y no descarta que el euro pudiera verse fortalecido pese al abandono de algún país.
Otros, como el Nobel de 2007 Eric S. Maskin aseguran que si España deja el euro, la moneda acabará desapareciendo. Y a alguno, como Edward C. Prescott, en realidad le es indiferente la moneda: «España seguirá en el euro, pero que lo haga o no no cambiará mucho el desempeño de la economía española», dijo en una entrevista a la Universidad Carlos III. En otra entrevista con EXPANSIÓN, el Nobel de 2004 matizó: «El euro no es un factor decisivo, pero sí importante para España». Pero también hay premiados, como Roger B. Myerson (Nobel de 2007), que aseguran que el euro es una idea brillante en la que a España le conviene permanecer.
Si Hayek estaba en lo cierto, España no debe alarmarse, porque ningún hombre debería ser señalado como si fuese una referencia en un tema tan complejo como la economía. El problema es que los postulados de Hayek no han resultado válidos, hasta ahora, en esta crisis. Y los vaticinios, los haga quien los haga –sea Nobel o no-, vaticinios son.