El rey se vio con el mismo testaferro que usaron Gao Ping, Bárcenas y la Gurtel para evadir dinero a Suiza
La noticia es quizás la de mayor gravedad y magnitud que se ha publicado en España desde que murió Franco y está firmada por uno de los mejores periodistas españoles de investigación,
Manuel Cerdán, ex director de la revista Interviú. Sin embargo, ningún periódico oficial se atreve a publicarla en España: el principal testaferro de los españoles que evaden dinero a Suiza,
Arturo Fasana, se entrevistó con
el rey Juan Carlos de Borbón en el Palacio de la Zarzuela. El periodista
Cerdán ha tenido que utilizar un eufemismo para poder publicar tan escandalosa información y dice que el chófer del cabecilla de la trama Gurtel recogió a Farsana “en la Zarzuela”, pero salvo que el monarca tenga un defraudador entre su Corte de altos funcionarios con tal poder que autorice entradas y salidas de Palacio, se está refiriendo al propio rey.
En la red de blanqueo de
Gao Ping ya cayeron tres primas del rey y un sobrino,
Pedro de Borbón, trabaja con el “emperador de las perdices”: el empresario Francisco Garmendia Ugartechea, conocido como “
Patxi Garmendia“, imputado en la trama. El juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, también ha imputado a
María Margarita Borbón Dos Sicilias Lubomiska, su hermana
María Inmaculada Borbón, y la hija de ésta,
María Ilia García de Sáez Borbón.
La entrevista secreta en la Zarzuela se celebró en el verano del año 2008 y Cerdán aporta muchos datos sobre ella: “
Arturo Fasana, el
contable de la Gürtel y gestor de la cuenta Soleado, realizó al menos una visita al Palacio de la Zarzuela en el verano de 2008. Su presencia en el complejo real era reservada, por lo que
no figuraba en la agenda oficial. Pero esa confidencialidad fue rota por el propio bróker helvético. A la salida de palacio le esperaba un automóvil Audi A8, de color azul oscuro, y su conductor no era otro que
Andrés Bernabé, el
chófer de Francisco Correa, con quien había concertado una cita ese mismo día. A partir de ese momento, Fasana quedaba retratado ante uno de sus clientes, que utilizaba sus servicios en Ginebra. El fiduciario helvético, a través de Rhone Gestión, tenía una amplia cartera de empresarios españoles a quienes, por medio de un entramado societario, les garantizaba opacidad para colocar su dinero en paraísos fiscales. De esa manera, mediante sociedades instrumentales, sorteaba los controles de la Agencia Tributaria”.
La cuenta suiza donde se evadían impuestos registra un pago de Blanco Balín (Repsol), amigo y empleado de la familia de los Albertos.
En una noticia anterior, el periodista asegura que la comisión rogatoria española que tomó declaración a Arturo Fasana en Suiza fue testigo de como el testaferro escondía primero y mostraba parcialmente después una carpeta con el nombre de “VIP´S” en la que figuran 32 españoles y 22 sociedades que han evadido de España 15.000 millones de euros. Pero como su contenido no formaba parte de la requisitoria judicial, Farsana pudo volver a guardarla, no sin antes advertir a los curiosos policías españoles que husmeaban por su despacho: “¡Deje usted eso en su sitio. Si le enseño el contenido de esa carpeta hunden a España!”. Según infolibre, en esa cuenta introdujo 566.000 dólares Ramón Blanco Balín, consejero delegado de Repsol con Alfonso Cortina, hermano de uno de “los Albertos”, los dos primos empresarios amigos de cacerías del rey: Alberto Alcocer y Alberto Cortina.
“La Policía sabe que Fasana está considerado como
uno de los diez agentes fiduciarios más importantes de Ginebra y, posiblemente, el primero que más volumen de negocio tramita para clientes españoles. Él y su socio,
Bertrand Hagger,
gestionan una cartera de entre treinta y cuarenta hombres de negocios españoles. El contable les garantiza la opacidad y en esa tarea financiera lo ayudan su hijo Yannick y el abogado
Dante Canónica. Todos ellos, hasta que estalló el caso Gürtel en febrero de 2009, se desplazaban con frecuencia a Madrid”, señala Cerdán.
Según esta investigación exclusiva, que ha sido silenciada en todos los medios oficiales y periódicos de papel españoles por afectar a la figura del rey, tanto la trama de evasión de capitales del chino Gao Ping, como la de Francisco Correa (cabeza del “caso Gurtel”) y Bárcenas, el tesorero del PP al que la justicia pisa los talones, utilizaban el mismo testaferro que el rey, pues éste aprovechaba sus visitas a España para entrevistarse con todos. De hecho, la noticia que firma Cerdán da cuenta de la citada visita a la Zarzuela, donde lo recoge después el chófer de Correa, con la policía siguiéndole los pasos. El periodista da además los nombres de todos los agentes que participaron en la operación y cuenta incluso como el asunto salió a relucir en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso.
Cayo Lara echó un capote al rey en el “caso Corina”: lo enterró en el Congreso y elogió al director del CNI por su sinceridad
Es ahí donde el periodista comete un solo error, pues afirma que en dicha Comisión de Secretos el diputado de IU, Alberto Garzón, le preguntó al director de los servicios secretos españoles, Felix Sanz Roldán, si conocía las
relaciones entre la compañía Rhone Gestión del testaferro Fasana y la princesa Corinna, “amiga entrañable” del rey. El militar lo desmintió rotundamente. En realidad quien hizo la pregunta fue el propio líder de IU, Cayo Lara, (los demás diputados de IU tienen vedado el estricto acceso a esa comisión) y aunque el director del CNI respondió con evasivas, Cayo Lara declaró después a los periodistas que el militar le había parecido “muy sincero” y que se iba “tranquilo” por su competencia, salvo en lo que aludía a Corinna.
Fue una triquiñuela: desde entonces, IU no ha vuelto a formular pregunta alguna en el Congreso sobre esta cuestión ni ha investigado lo más mínimo este asunto. Y es que en el Congreso es un secreto a voces que Cayo Lara y Sanz Roldán poseen una buena relación que se prolonga más allá de la política, por lo que IU “aunque a veces tenga que decir lo contrario por razones electorales, jamás pondrá en cuestión el modelo de Estado”, según fuentes parlamentarias de la coalición. Una manera de justificar el engaño a los electores de una de las formaciones más representativas de la partitocracia.
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