Una gaditana acaricia la victoria en la
batalla por conseguir la alcaldía de París
Nacer en Cádiz y ser la alcaldesa de París es posible. Anne Hidalgo, San Fernando, 1959, está a dos pasos de convertirse en la primera mujer que rige los destinos de la capital de Francia. La socialista, hija de emigrantes españoles instalados en los años 60 en Lyon, es la favorita en la batalla de París frente a la candidata del centro-derecha, Nathalie Kosciusko-Morizet, una parisina con ancestros polacos.
A menos de dos meses de los comicios locales, Hidalgo aventaja a su rival en los sondeos y, salvo sorpresas, sucederá en el cargo a Bertrand Delanoë, de quien ha sido delfín durante los últimos años. La campaña electoral ha comenzado a la sombra de las cuestiones políticas nacionales y todavía no acapara la atención de las primeras páginas, pero la lucha que conduce al Hôtel de Ville ha provocado ya heridas políticas.
A menos de dos meses de los comicios locales, Hidalgo aventaja a su rival en los sondeos y, salvo sorpresas, sucederá en el cargo a Bertrand Delanoë, de quien ha sido delfín durante los últimos años. Inspectora de trabajo, compensa la falta de currículo político con los años dedicados a la ciudad como primera adjunta de su mentorInspectora de trabajo, Anne Hidalgo, compensa la falta de currículo político con los años dedicados a la ciudad como primera adjunta de Delanoë. Afiliada al Partido Socialista Francés en 1994, llega al ayuntamiento en 2001, tras veinticinco años de monopolio de la derecha. El consistorio parisino había servido durante lustros como refugio y trampolín político para Jacques Chirac. Su comportamiento al frente de la alcaldía de París le valió también al expresidente variascondenas por desvío de fondos públicos, abuso de confianza y otras acusaciones por las que fue condenado a prisión condicional.
El escándalo de los empleos ficticios del principal partido de la derecha francesa marcó la época de Chirac como alcalde y la de su sucesor, Jean Tiberi. Por eso la llegada de los socialistas a la dirección del poder local fue considerada como un castigo a las componendas y a la corrupción generalizada que marcaron la época anterior.
Delanoë, un pied-noir (pie negro) tunecino y primer alcalde homosexual de la capital francesa, quiso dar una aire de movida a una ciudad anquilosada y rancia, especialmente en asuntos culturales. Hidalgo ha adquirido a su lado una experiencia importante, pero no le es fácil quitarse de encima el sambenito de número dos.
Kosciusko contra los ‘barones’ del centro-derecha
Nathalie Kosciusko-Morizet, 41 años, conocida como NKM, ha desempeñado varias carteras bajo la presidencia de Nicolas Sarkozy, del que fue también portavoz en la campaña para las elecciones de 2012. Estudió en la reputada escuela de ingenieros de caminos, Ecole Polytechnique, donde los alumnos tienen estatus militar, por lo que hizo el servicio correspondiente a bordo de un navío en el Mar Rojo.
Nathalie Kosciusko-Morizet hace campaña en un mercado de París. (Reuters)
Especializada en ecología y desarrollo sostenible, NKM se ganó la candidatura del centro-derecha en unas primarias abiertas a todos los parisinos. Sin embargo, la legitimidad que le confieren las urnas no impide que los barones locales de su partido, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), le pongan zancadillas y la critiquen en público sin reparo. NKM ha querido desprenderse de viejos políticos locales, enfeudados gracias al clientelismo en algunos distritos parisinos. Ello ha provocado la floración de candidaturas extra-oficiales que competirán con sus propios candidatos a consejeros de París.
El problema es grave porque el alcalde de la ciudad es votado por los consejeros elegidos en todos los distritos de la capital y no sale directamente del voto popular. NKM, que ha obtenido un acuerdo con los partidos centristas, tiene pues dentro de su propia formación política a suspeores enemigos. Algunos esperan castigar su osadía apostando directamente por su derrota.
La alianza entre socialistas y comunistas
La candidata socialista, sin embargo, no sólo no encuentra fisuras dentro de su partido, sino que ha conseguido el apoyo de los comunistas. Lascríticas del PCF a la política nacional conducida por François Hollande se evaporan milagrosamente cuando se trata de ganar algunas alcaldías y un puñado de consejeros en París. Esa alianza entre PSF y PCF ha hecho estallar la ira del Front de Gauche (Frente de Izquierda), liderado por Jean-Louis Melenchon, el auto-nombrado líder de la izquierda de la izquierda.
NKM ha querido desprenderse de viejos políticos locales, enfeudados gracias al clientelismo en algunos distritos parisinos. Ello ha provocado la floración de candidaturas extraoficiales que competirán con sus propios candidatos a consejeros de ParísEl Frente de Izquierda, como el Frente Nacional, utiliza los comicios locales sólo como caja de resonancia para su política nacional. Saben que la victoria en París se juega entre Hidalgo y NKM. Los programas de las dos candidatas no ofrecen soluciones espectaculares a ninguno de los principales problemas de la capital de Francia:viviendas caras intramuros, transportes insuficientes, tráfico imposible, polución, escasez de guarderías y delincuencia en auge.
El debate se centra más bien en promesas de recorte en el gasto del futuro equipo de gobierno local. Los parisinos saben, en todo caso que el ayuntamiento tiene un poder limitado. Abrir el Metro durante la noche, por ejemplo, no es una prerrogativa del alcalde.
Hidalgo ahuyenta la imagen de Hollande
Los estudios de opinión no reflejan el degaste de los socialistas a nivel nacional. Hidalgo intenta desnacionalizar el debate y ha evitado polucionar su campaña con la imagen de Hollande, sabedora de que ello le restaría votos. Sin embargo, no puede obviar completamente lo que ocurre a nivel del Estado. Por ello, si ha intervenido sobre asuntos nacionales en los últimos días ha sido, precisamente, para criticar la decisión del Gobierno Ayrault de retirar la Ley sobre la Familia, que pretendía aprobar la figura de vientre de alquiler y la fecundación asistida, entre otros puntos.
Hidalgo y NKM han demostrado fairplay y buenas formas a pesar de la rivalidad, pero el entorno de la candidata del centro-derecha no ha podido evitar los ataques más bajos. En un país donde a las chachas se las conoce todavía como “conchitas”, por el elevado número de españolas que emigraron a Francia en los 50 y 60 para trabajar como empleadas del hogar, Hidalgo no se podía librar de ser comparada con una “señora de la limpieza”. Para estossimpáticos xenófobos, la disputa de París se resume a “la carrera entre un Ferrari y un Dacia”.
La candidata socialista Anne Hidalgo hace campaña en París. (Reuters)
¿Un hijo secreto con Hollande?
Otros han hecho correr el rumor de que Hidalgo tiene un hijo del propio François Hollande. La situación llegó a ser tan insoportable, que la candidata socialista tuvo que iniciar trámites legales para borrar los tuits sobre el asunto. Hay que aclarar que Kosciusko-Morizet nunca ha entrado en este tipo de bajezas y ha condenado, incluso, los excesos de sus seguidores en otros casos de excesos verbales.
El Frente de Izquierda, como el Frente Nacional, utiliza los comicios sólo como caja de resonancia para su política nacional. Saben que la victoria en París se juega entre Hidalgo y NKM. Los programas de las dos candidatas no ofrecen soluciones espectaculares a ninguno de los principales problemas: viviendas caras, transportes insuficientes, tráfico imposible, polución, escasez de guarderías y delincuencia en augeNKM, nieta de André Morizet, uno de los fundadores del Partido Comunista Francés, pertenece a una familia acomodada, como se decía antes, y ha intentado cambiar su imagen depija durante la campaña. Pero sus fotos fumando un cigarrillo entre un grupo de SDF (sin techo), o sus declaraciones de amor al Metro han sido motivo de mofa en las redes sociales. Su marido, que ella define de “izquierdas”, ha trabajado durante años en gabinetes de ministros socialistas y ha desempeñado cargos ayudado por su adhesión al PSF.
NKM es, en definitiva, una figura que despierta el rechazo de la izquierda, la derecha más rancia y suscita sospechas entre veteranos políticos locales y otros ambiciosos que pretenden optar a cargos municipales.
Orgullosa de sus raíces andaluzas
Anne Hidalgo, que se presenta como una extranjera ejemplo de integración, está orgullosa de su doble nacionalidad hispano-francesa y de haber sido nombrada Comendadora de la Orden de Isabel la Católica. Su apego a su primer pasaporte está reflejado en su web oficial, donde se puede ver una espectacular foto de Cádiz y también, para completar el cliché, un vídeo de apoyo, en francés, de Rossy de Palma, una de las actrices españolas más conocidas en Francia.
La elección a la alcaldía de París necesitará dos vueltas. En la segunda, Hidalgo recibirá el apoyo de los votantes socialistas y el del resto de la izquierda. Según los sondeos, ese electorado es, de momento, mayoritario en la capital de Francia. Sólo la gestión de François Hollande a nivel nacional podría repercutir negativamente en el empeño de Anne Hidalgo
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