Es probable que muchos propietarios de una
vivienda piensen que se
trata de una leyenda urbana. Sin embargo, a partir del 1 de junio –dentro de
tres semanas-, si quieren
vender o alquilar su vivienda y ésta fue
construida antes de 2007, no podrán hacerlo si no tienen el
certificado de
eficiencia energética del inmueble que describa lo eficaz que es en cuanto
al consumo de energía.
Lo dice el Real Decreto aprobado por el Consejo de Ministros a principios de
abril y publicado en el BOE. Afecta a inmuebles de particulares, promotores,
bancos y también a algunos edificios de las administraciones públicas.
La etiqueta
deberá aparecer en todos los anuncios, ofertas, promociones y
publicidad dirigida a la
venta o alquiler de cualquier inmueble. Lo
clasificará con un código de color y una letra –del verde al rojo y de la A a la
G-, según su consumo energético (como muestra la imagen superior). Siendo la A
la calificación más alta calificación (mayor ahorro) y la G, la más baja (mayor
gasto).
Los expertos advierten de que quien no cumpla esta normativa incurre en una
infracción en materia de defensa de los consumidores y será sancionado
según la Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios. Cada Comunidad
Autónoma será la responsable de llevar a cabo inspecciones y registros para
asegurarse del cumplimiento de esta obligación y tendrán que dar cuenta de ello
al Ministerio de Industria.
"El Real Decreto determina un régimen sancionador por su incumplimiento y
según el grado de gravedad -falta leve, grave o muy grave-, las cuantías de las
sanciones van desde 3.000 hasta 600.000 euros", explica Gonzalo Cervera,
director general de Tinsa Certify, división de la tasadora que ofrece ya este
servicio de certificación. Y añade que el régimen sancionador será de aplicación
inmediata. Esto es, a partir también del 1 de junio.
Los expertos consultados reconocen la falta de interés por parte de los
particulares que quieren comprar o alquilar su vivienda a la hora de certificar
sus viviendas.
"Hay muchos propietarios que piensan que el
certificado no sirve para
nada. No ven que les vaya aportar nada y encima le cuesta dinero", comenta Pilar
Pereda, secretaria general del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM). "Por eso
es clave cambiar esta manera de pensar. Hay que conseguir que los propietarios
entiendan las ventajas y el ahorro energético y económico que implica tener una
G o una B", añade.
En el caso del alquiler -excepto grandes patrimonialistas-, al ser un mercado
poco transparente que mueve mucho dinero negro, los expertos dudan de que los
propietarios vayan a ponerse al día con el certificado energético. Aunque Elisa
Sarria, director técnico de Tinsa Certify advierte de que "su inexistencia puede
invalidad cualquier contrato, ya sea de alquiler como de compraventa".
¿Cuánto cuesta?
Precisamente el
coste de emisión de dicho certificado sigue siendo una
incógnita. El mercado de los certificados energéticos es libre. El Real Decreto
no ha fijado ninguna tarifa, por lo que sigue existiendo una notable dispersión.
"Nuestro mayor temor es que se tiren los precios por los suelos. En una
situacion como la actual, ante una mínima posibilidad de tener algo de trabajo
podemos caer en ese error", comenta Pereda.
En la plataforma Certicalia.com, un
comparador inmediato de precios de
certificados energéticos ofrece, sin embargo, algunas estimaciones a partir
de los presupuestos de más de 3.000 técnicos. "Cada técnico marca sus precios
para cada tipología de inmueble, así el cliente puede buscar y comparar entre
las tarifas de los profesionales más cercanos", explica Carlos Compains, socio
de la compañía. “El precio medio de los certificados contratados para pisos es
207 euros, mientras que para la certificación de viviendas unifamiliares es
precio medio asciende a 440 euros”. Y añade que el plazo medio de entrega del
certificado realizado es de entre cinco y seis días desde su contratación.
Esta plataforma permite a cualquier propietario obtener al instante hasta
quince presupuestos de diferentes técnicos. Desde el estreno de este
comparador, las búsquedas en la plataforma se han disparado. "A día de hoy se
han realizado más de
quince mil solicitudes de presupuesto por parte de
particulares", comenta Diego Lasaosa, otro de los socios de Certicalia. "Hasta
ahora los
precios de certificados para pisos y unifamiliares son los más
demandados por los clientes", añade.
También son muchos los profesionales que han visto en la emisión de estos
certificados una nueva fuente de ingresos. "Desde febrero hasta ahora hemos
formado a casi 700 arquitectos", comenta Pilar Pereda. "Los cursos de formación
están completos hasta el mes de julio. Estos se imparten entre semana y los
fines de semana y constan de 20 horas. Ante la creciente demanda también estamos
preparando cursos
online".
Un negocio del que las tasadoras también
quieren un trozo. BNP Paribas Real Estate, Tinsa o Sociedad de
Tasación además de tasaciones ofrecerán a sus clientes la posibilidad de
realizar el certificado energético.
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