INFORMACION TOTALAMENTE ACTUALIZADA

Mostrando entradas con la etiqueta transfusion. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta transfusion. Mostrar todas las entradas

jueves, 13 de febrero de 2014

INVESTIGACIONES APUNTAN A QUE JULIO CORTAZAR MURIO DE SIDA CONTAJIADO POR UNA TRANSFUSION


Aseguran que Julio Cortazar murió de sida que contrajo en una transfusión


Así lo afirma la escritora y periodista Cristina Peri Rossi, quien fuera su amiga y con quien compartió una relación sentimental. En aquella época todavía no se conocía la enfermedad. Y su esposa se habría contagiado.




“Julio Cortázar no murió de cáncer ni de leucemia como se especuló, sino que falleció de sida con la desgracia que le contagió la enfermedad a su querida esposa, Carol Dunlop. Ella murió primero, dos años antes de Julio, porque aunque era muchísimo más joven, le habían quitado un riñón”.

La valiosa escritora y periodista Cristina Peri Rossi, dialogó con Clarín sobre el gran escritor argentino, a quien conoció en 1973 y fueron amigos hasta su fallecimiento y compartieron una relación sentimental.
    
“El sida no se había identificado cuando Julio lo contrajo, era una enfermedad sin nombre. Consistía en un retrovirus no identificado. Lo contrajo porque sufrió una hemorragia estomacal en agosto de 1981 cuando vivía en el sur de Francia. Lo hospitalizaron y le hicieron una transfusión de varios litros de sangre, que después se supo, en medio de un gran escándalo, que estaba contaminada”.
    
“Tengo una carta de Julio donde me dice “me he convertido en un vampiro de verdad porque me han tenido que cambiar la sangre y la pobrecita Carol me tuvo que llevar al hospital más cercano”, decía la carta.
    
“Años después se supo que esa sangre, que venía de la Cruz Roja, estaba contaminada. Se produjo un gran escándalo que terminó con la destitución del ministro de Salud Pública. La sangre se compraba a emigrantes pobres. No se realizaban pruebas, análisis, porque la enfermedad, el SIDA, eran desconocidos”.
    
¿Al principio los allegados a Julio pensaron que podía padecer de cáncer?, preguntó Clarín. “Es cierto, pero, ese diagnóstico no existió. Todo lo contrario”, responde Cristina. “La verdad es que la enfermedad que padeció Julio no estaba todavía diagnosticada, no tenía una denominación específica, se le llamaba “pérdida de defensas inmunológicas”.
    ¿Se la describía de alguna manera?, inquiere el periodista. “Se caracterizaba por un aumento desmesurado de los glóbulos blancos, manchas en la piel, diarreas, cansancio, infecciones oportunistas y culminaba con la muerte”, explica Cristina.
    
Cortázar viajó a Barcelona en noviembre de 1983, y estaba muy preocupado por el avance de la enfermedad.  ”No tengo cáncer, me lo dicen los médicos franceses y después nos ponemos a hablar de literatura”, le confió Julio.
    
“Me enseñó una placa negra en su lengua, el sarcoma de Kaposi. Padecía un virus que desconcertaba a los médicos y no tenía tratamiento específico. Ningún médico sabía, tampoco cómo se transmitía o cómo se contraía”.
 
Cristina Peri Rossi estaba muy alarmada y le pidió a Julio que consultara con un excelente médico y poeta barcelonés, Javier Lentini, muy amigo de la escritora uruguaya. “Me merecía toda confianza. Fuimos a verlo Julio y yo con los análisis. Lentini confirmó que por los análisis de sangre de Julio y otras pruebas, descartaba la existencia de un cáncer. Atribuyó la enfermedad a un raro virus sin identificar.
    
Lentini fue con Cristina y Julio a consultar a otros dos hematólogos catalanes de mucho prestigio que le realizaron una cantidad de pruebas. “El resultado fue que tenía una infección  no determinada provocada por un retrovirus. Y que no había ningún tratamiento. Había tres retrovirus identificados y este desconocido.
    
“¡No me dan nada para tomar, ni una pastillita!”, le decía Cortázar, con desesperación, a Cristina quien recuerda que un cuadro semejante había provocado la muerte de su mujer, un año y medio antes. “La causa había sido una rarísima enfermedad no identificada , un virus desconocido que le provocó la pérdida de defensas inmunológicas y la aparición de infecciones oportunistas. Para ella la enfermedad avanzó muy rápido porque le habían extirpado un riñón en su juventud”.
    
Julio Cortázar murió el 12 de febrero de 1984. Cristina no se consuela. “Sé que tenemos que morirnos pero me rebela porque podría haberse evitado aunque no sé cómo. Tiene muchos recuerdos recónditos que guarda con un inmenso cariño y los quince  “Poemas a Cris” dedicados que le envió Julio por carta en 1977.
    
La carta a Cristina Peri Rossi decía: “Bichito: sé que serás benévola con estos poemas, cuyo único delito es haberlos escrito; pero a lo mejor no podía hacer otra cosa, la que hubiera querido, y sin embargo te los debo, como te debo tantas otras cosas. Sé que me las vas a perdonar y sé que las leerás con tu media sonrisa llena de ternura y de comprensión, porque vos lees más allá de las palabras, que es donde se encuentra el verdadero texto”.

FUENTE

sábado, 8 de febrero de 2014

ESPAÑA: QUIEREN VENDER LA SANGRE DONADA, TRABAJADORES DEL CENTRO DE TRANSFUSION ENCERRADOS


'Van a vender la sangre donada'

  • Los trabajadores del Centro de Transfusión están encerrados desde el lunes para evitar que Cruz Roja "se lucre de la donación altruista de los madrileños"

  • Cruz Roja asegura que "nunca" ha ganado dinero con las donaciones ni "pretendemos hacerlo ahora"




Los trabajadores encerrados.
«La sangre que tú donas ellos la venden». Es el lema del cartel que preside el salón de actos del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, en Valdebernardo, donde más de 130 trabajadores mantienen un encierro desde el pasado lunes contra la «privatización» de la donación de sangre.
«Los trabajadores del centro no nos hemos encerrado por problema laboral, sino porque no queremos que nadie se lucre de la donación altruista de todos los madrileños», señalaba ayer Rafael Peñafiel, enfermero y portavoz del sindicato de Enfermería SATSE desde el encierro, en el que se van turnando entre 30 y 60 trabajadores en turnos de mañana, tarde y noche.
El germen del conflicto se remonta al 20 de diciembre, cuando la Comunidad de Madrid y la Cruz Roja firmaron un convenio para dividirse las tareas en materia de donación de sangre en la región «con el objetivo de poner fin a las duplicidades que existían hasta ahora en este proceso», según afirmó en su día la Consejería de Sanidad.
El Centro de Transfusión de Sangre de Vicálvaro se encargará de las labores de procesado y análisis de todas las unidades de sangre donadas en la Comunidad, así como el almacenaje y distribución de los derivados hematológicos a todos los hospitales de la región. Además, gestionará directamente la captación de donaciones en todos los hospitales madrileños y en el centro de Valdebernardo.
Por su parte, Cruz Roja gestionará la captación de donaciones de sangre a través de unidades móviles en la vía pública. Además, se encargará de la promoción de la donación de sangre en la calle y de las campañas específicas a través de sus unidades móviles.

Los motivos del encierro

¿Y qué irrita a los trabajadores? Muy simple. Según afirman, Cruz Roja se queda, para empezar, con todos los vehículos de donación de la Comunidad de Madrid (6 autobuses y 4 furgonetas) y «por cada bolsa de sangre que coge Cruz Roja y va al Centro de Transfusión, la Comunidad le paga 67 euros».
«Lo que entendemos es que si les das los autobuses y todo el material, como los tubos, esparadrapos... y encima les pagas 67 euros por bolsa está claro que se va a obtener beneficio», precisa el delegado sindical, que tira por tierra los argumentos de Sanidad: «Dicen que ese dinero es por los gastos, como el personal, el gasoil...¡pero si son casi diez millones de euros! lo que están haciendo es privatizar la donación de sangre».
Al encierro han acudido representantes de las formaciones políticias del PSOE e IU en señal de apoyo. «Estamos desarrollando el encierro de tal manera que no se interrumpa el servicio», precisa el portavoz, que señala que casi el 100% de la plantilla apoya la protesta y que subraya que detrás no hay ningún conflicto laboral, ya que todo el personal que trabajaba en los autobuses de donación será recolocado en el centro de transfusión o en la red sanitaria pública madrileño. Aseguran los trabajadores que sólo dejarán el encierro cuando se retire el acuerdo, que entra en vigor el uno de marzo, cuando se trasvase a la Cruz Roja el 50% de los recursos materiales.
El proceso durará un año, cuando Cruz Roja asuma todas estas competencias de forma íntegra. Desde la Comunidad de Madrid insisten en que el precio que se va a pagar por cada bolsa, que tiene 450 cm3 de capacidad, es el coste medio de la extracción y que no se va a perder ningún empleo.

Cruz Roja: "No vamos a ganar dinero"

En contacto con este periódico, Carmen Martín, directora de Salud y Emergencias de Cruz Roja Española, ha asegurado que en ningún caso "vamos a ganar dinero". "Nunca lo hemos hecho ni lo pretendemos, y es que es más, aunque quisiéramos no se puede por ley".
De acuerdo a Martín el precio de sangre está marcado por el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid y son precios de "recuperación de costes", ya que el personal que trabaja en la extracción es "personal altamente cualificado"."Nosotros no ganamos dinero", reitera.
Martín ha recordado que Cruz Roja ha sido "promotora" de la "donación altruista no remunerada en este país" desde hace 53 años.
"Nosotros veíamos beneficioso este convenio sobre todo para la donación, para que haya más donantes y Madrid sea autosuficiente", señala la presidenta, que afirma que con el acuerdo se evitará que se solapen funciones. "Actualmente, la Comunidad y nosotros teníamos laboratorios que estaban desaprovechados, y por eso la Comunidad habla de racionalizar recursos y evitar duplicidades", señala.
"Nosotros dejamos la parte sanitaria y nos centramos en las personas, en estar en la calle, en captar donaciones. Es un buen convenio para los dos, ya que también se evitarán la duplicidad en el registro de donantes al unificarse los dos; será más fácil donar", explica.
Para la directora de Emergencias de Cruz Roja todo lo que se está diciendo sobre este tema está creando "una alarma social" que lo único que generará es "una bajada en las donaciones", y "eso es lo que de verdad nos preocupa".

lunes, 16 de diciembre de 2013

INDEMNIZACION DE 80.000 EUROS A UN PACIENTE CONTAGIADO DE SIDA EN UNA TRANSFUSION


Indemnizan con 80.000 euros a un 


paciente contagiado del sida en una 


transfusión


El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ha condenado a la Conselleria de Sanidad por contagiar a un paciente de sida mediante una transfusión sanguínea. Se le diagnosticó leucemia y se le trató realizándole quimioterapia y transfusiones.


Indemnización de 80.000 euros a un paciente con leucemia contagiado del sida en una transfusión
La sección segunda de la sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ha condenado a la Conselleria de Sanidad a pagar 80.000 euros a un paciente con leucemia al que se le contagió el sida en una transfusión, según consta en la sentencia. Inicialmente, el Consell Jurídic Consultiu propuso una indemnización de 6.000 euros para este joven.
El paciente tuvo persistentes problemas de carácter físico sin explicación aparente.
De esta forma, el tribunal valenciano ha estimado parcialmente el recurso interpuesto por el joven, representado por el abogado Manuel Mata, contra la desestimación presunta de la reclamación de responsabilidad patrimonial de la Conselleria de Sanidad.
El recurrente, con 21 años, acudió al Hospital General Universitario de Valencia donde se le diagnosticó leucemia aguda de alto riesgo, y se le trató de esta enfermedad desde el 14 de octubre de 2005 hasta el 23 de octubre de 2006. Fue tratado por el servicio de Hematología y Hemoterapia con quimioterapia y administración de múltiples hemoderivados, todos procedentes del Centro de Transfusiones.
El 25 de noviembre de 2005 se le realizó una transfusión sanguínea de hematíes y unidades de plaquetas, y con carácter previo se le realizaron multitud de pruebas sin que presentara sintomatología de padecer ninguna infección vírica.
Donante implicadoEn octubre de 2008, cuando remitió el linfoma, el paciente tuvo persistentes problemas de carácter físico sin explicación aparente, y varios ingresos en urgencias no relacionados, al parecer, con la enfermedad que padecía, lo que motivó que se le realizaran diversas pruebas hasta dar positiva la serología para el VIH.
El 6 de febrero de 2009 se le confirmó al joven que había contraído una enfermedad muy grave. El Centro de Transfusiones, ante la presunta transmisión del sida como consecuencia de la transfusión, realizó una investigación y detectó un donante implicado en la unidad por seroteca, y cuya sangre se utilizó para el recurrente.
Ante ello, el abogado del joven presentó un recurso y mantuvo que éste, enfermo de leucemia en remisión, resultó contagiado de VIH con la consiguiente alteración de la vida familiar, social y sexual, recibiendo además una medicación que le ocasionó multitud de efectos secundarios, y todo ello como consecuencia de un funcionamiento "anormal" de la Administración, a la que reclamaba una indemnización de 900.000 euros.
Alegó que existió relación de causalidad entre las transfusiones y la infección de VIH; que el Centro de Transfusiones utilizó técnicas ajustadas a la legalidad pero no aquellas más modernas que se utilizaban en otras comunidades y evitaban el riesgo de contagio; y que no se le facilitó consentimiento informado.
Mala praxisFrente a ello, el letrado de la Conselleria de Sanidad se opuso a la demanda por entender que, pese a admitir que el origen del contagio era la transfusión realizaba, no se daban los requisitos necesarios para que pudiera declararse la responsabilidad patrimonial de la Administración, ya que la técnica empleada en aquellas fechas "era acorde a los protocolos internacionales" y "acorde al alcance de la ciencia".
A la vista de todos los argumentos y pruebas aportadas, el tribunal valenciano comparte "íntegramente" los razonamientos y pretensiones del recurrente, en cuanto a la mala praxis y correlativa infracción de la 'lex artis' en el contagio que se produjo.
A este respecto, considera que se desvirtúa la tesis de la Administración al sostener que las pruebas que se realizaron fueron acordes con el estado de la ciencia en esa fecha "pues la norma en vigor exigía expresamente la práctica de los controles que sin duda, en este supuesto en concreto, no se realizaron correctamente". Y ello "conduce a afirmar que se produjo una mala praxis por parte de la Administración sanitaria".
Ello "denota" una infracción de la 'lex artis' que "en ningún caso puede ser amparada en el estado de la ciencia, siendo obligación de la Administración ajustarse de inmediato al cumplimiento de los requisitos exigidos por el RD 1088/2005". Por ello estima el recurso y fija una indemnización de 80.000 euros, pese a que se solicitaron 900.000 euros.