Hace 1 hora F.
Martí. Sevilla.
Invercaria, sociedad pública de capital riesgo de la Junta de Andalucía, no
era una empresa familiar, pero casi. Otro imputado en relación a las ayudas
recibidas por Ferias Internacionales Virtuales de Andalucía (FIVA) también
admitió ayer en los juzgados que entró en el ente dependiente de la Consejería
de Innovación por amistad. En este caso, a través de Juan María González,
sobrino de Felipe González que trabajaba en la Agencia IDEA y que posteriormente
presidió Invercaria durante cuatro meses.
Gonzalo Alba Beteré, imputado por los presuntos delitos de malversación de
caudales públicos, falsificación y tráfico de influencias, señaló ante el juez
titular del juzgado de Instrucción 16 de Sevilla que a través de González
concertó sendas entrevistas con Ángel Garijo –secretario de Innovación de la
Consejería– y Tomás Pérez-Sauquillo –presidente de Invercaria–. Fue nombrado
director de coordinación con el objetivo de atraer proyectos de inversiones con
un sueldo mensual de 4.000 euros brutos. Tenía poderes para operaciones menores
de 50.000 euros, facultad de la que hizo uso en una ocasión. En el caso de FIVA,
ocupó el cargo de secretario del consejo de administración.
Según consta en el acta de su declaración consultada por este periódico, Alba
Beteré negó relación con las empresas Indysis y Genera como le atribuye un
informe del Grupo V de Blanqueo de Capitales de la Policía Nacional. Estas dos
empresas eran proveedoras de Corporación Gráfica, uno de los socios de FIVA y
que al mismo tiempo facturaba a la empresa que sólo recibía ingresos públicos.
En ese tiempo, el imputado pertenecía al consejo de administración de FIVA.
Ante el juez, aseguró que existen actas de los consejos de administración de
FIVA y que pese a que él era el secretario, se encargó de elaborarlas un letrado
de la Agencia IDEA –«Francisco Oyonarte o el sr. Escacena»–. En concreto se
refirió a la sesión de 14 de abril de 2007 en la que se discutió sobre la
ampliación de capital de FIVA. Este extremo reforzaría la tesis del control
público del proyecto.
Pese a ello, apuntó que no recordaba durante el tiempo que estuvo como
consejero de FIVA que recibiera algún requerimiento por parte del departamento
de inversiones o de promoción ni petición de información de «ninguna otra
persona» de Invercaria.
Alba Beteré dejó el cargo en enero de 2009 por «falta de
sintonía» con las personas con las que trabajaba en Invercaria unido a problemas
psicológicos. Según dijo, ni discutió el finiquito.