Los euroescépticos germanos alaban el referéndum suizo y piden uno similar en Alemania
El líder de Alternative für Deutschland sentencia: 'Suiza es un buen ejemplo'
Por el contrario, el Gobierno alemán 'lamenta' el resultado de la consulta de ayer
El posicionamiento suizo contra la inmigración ha sido rápidamente olfateado por los sabuesos euroescépticos alemanes, ansiosos por calentar la campaña electoral de cara a las europeas. Alternative für Deutschland (AfD), el partido que propone la expulsión de los países más débiles del euro, exige ya en Alemania un referéndum como el recién celebrado en el país vecino.
El líder de AfD, Bernd Lucke, se ha apresurado a declarar que "Suiza es un buen ejemplo para el control de la inmigración en países que se exponen a una indeseada inmigración social" y que "Alemania tiene pendiente la legislación de un derecho de inmigración basado en la calificación y en la capacidad de integración de los inmigrantes". Lucke aprovecha el miedo que en la opinión pública alemana ha causado la nueva libertad de movimientos de los trabajadores rumanos y búlgaros por el resto de Europa. "Los partidos tradicionales se niegan a ocuparse de este tema, insisten en ignorarlo. Si se convoca un referéndum saldrá a la luz lo que realmente piensa el pueblo alemán", sugiere.
Estas palabras de Lucke tienen cierta base estadística. La inmigración se ha convertido en la principal preocupación de los alemanes, según el 'Barómetro político' de la cadena pública alemana de televisión ZDF publicado por última vez el pasado 17 de enero y que refleja un fuerte incremento de la tensión respecto a este asunto. Un 22% de los encuestados señaló la cuestión como la más importante, ligeramente por delante de la situación del mercado laboral y muy por encima de las pensiones, la inflación y los salarios.
Alemania recibió en 2012 el mayor número de inmigrantes desde 1995 debido sobre todo a la crisis en el sur de Europa y la ampliación de la UE. La inmigración aumentó en 2012 hasta los 1,08 millones de personas, un 13% más que en 2011, según el informe sobre inmigración en 2012 presentado el mes pasado por el ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière.
Las cifras
En 2012 llegaron a Alemania 37.683 españoles, 33,9% más que el año anterior. Pero más aún se disparó el número de inmigrantes griegos (41,7%) e italianos (37,2%), sin perder de vista que la primera nacionalidad de origen fue Polonia (184.325 inmigrantes o el 17,1% del total), seguida por los dos países que se sumaron a la UE en 2007: Rumanía (116.964 inmigrantes o 10,8%) y Bulgaria (58.862 o 5,4%).
Durante la presentación de estos datos, el ministro democristiano (CDU) destacó el efecto positivo de la inmigración en un país que tiene entre sus principales retos combatir el envejecimiento de la población y la caída de mano de obra. "Todos sabemos que Alemania depende de la mano de obra llegada del extranjero. El informe demuestra que hemos sentado correctamente las bases para la llegada de trabajadores de terceros países", dijo.
En esta misma línea, el ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble afirmó anoche que Alemania "lamenta" el resultado del referéndum en Suiza, una decisión que "va a crear numerosas dificultades" a la Confederación. "Suiza no lo tomará mal si digo que lamentamos esa decisión", dijo, estableciendo así la posición oficial de Berlín y advirtiendo con la posibilidad de que el referendum obligue a revisar los lazos legales y acuerdos bilaterales entre la UE y el país helvético.
"Temo que un 'sí' en Suiza pueda desatar un nuevo debate sobre la libre circulación de las personas en Alemania y en la UE", ha dicho el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, recordando que el eurodiputado conservador británico David Campbell Bannermann ha pedido ya la definición de cifras tope de inmigrantes de cada país de la UE si Reino Unido decide retirarse del bloque en 2017.