Enfermeros de La Paz denuncian esperas de hasta cuatro días en urgencias
Puerta de entrada al servicio de urgencia del Hospital Universitario La Paz de Madrid
MADRID // ”Ha habido enfermos que han estado aquí en el servicio de urgencias cuatro días, e incluso más, esperando recibir una cama en planta para ser hospitalizados”. Esta es la denuncia pública que hace el personal de enfermería del Hospital La Paz de Madrid días después de que varios trabajadores del centro hospitalario presentasen un escrito al juzgado de guardia sobre la situación del servicio de urgencias.
Las fuentes del servicio con las que ha hablado La Marea, que prefieren mantener el anonimato, por miedo a represalias, aseguran que ha habido pacientes “sobre todo de cirugía vascular o con problemas respiratorios que han esperado esos cuatro días o incluso más a que se quedasen camas libres para su ingreso”.
La zona de Urgencias del hospital La Paz tiene dos salas (boxes) de diagnóstico y otra de sillones. La capacidad de las dos primeras es de 12 y 22 camas respectivamente, la tercera está compuesta por 30 sillones. Debido a la “situación de saturación” que denuncian los enfermeros, “se ha llegado a poner una doble fila de camillas lo que provoca que los pacientes estén muy apretados e incómodos”, además de aumentar la carga de trabajo de los profesionales.
Desde el hospital rechazan estas acusaciones y aseguran “no tener constancia” de ninguna denuncia en el juzgado de guardia. En una nota de prensa, a la que remiten ante preguntas concretas sobre la situación del servicio de urgencias, explican que su objetivo es “que el paciente que acude a este servicio no esté en él más de 48 horas”. Pese a ello reconocen que “hay momentos puntuales en los que la demanda de asistencia confluye de tal manera que hace imposible cumplir este objetivo a causa de una afluencia mayor de la habitual de pacientes urgentes”.
“Altas precoces”
De hecho, el pasado 3 de abril los enfermeros recibieron una notificación de la Junta de Personal en la que les explicaban los dos medidas que han adoptado a raíz del escrito sobre el servicio de Urgencias. La primera de ellas es la “captura de pacientes que llevan en el servicio de urgencias más de 48 horas” y la otra, la “posibilidad de dar altas precoces en las unidades de hospitalización para facilitar el ingreso de los pacientes”.
En su escrito, la Junta de Personal pide a los trabajadores que confirmen “si ha habido mejoras” tras la adopción de estas medidas. Desde la Asociación Madrileña de Enfermería Independiente de Madrid (AME) se preguntan si el objetivo es “que un paciente que no está del todo recuperado tenga que volver a ingresar en urgencias por ahorrar dos días de hospitalización. “El problema es que en La Paz, como en todos los hospitales de Madrid, han cerrado camas, se han quitado recursos en los centros de Atención Primaria y la gente accede al sistema por Urgencias”.
Entrar en Urgencias de La Paz es acudir a un espacio en el que, sin entrar en valorar las condiciones mínimas exigibles, los pacientes se encuentran muy cerca unos de otros. Los pasillos están libres, pero las tres salas se encuentran llenas de enfermos y el espacio para transitar es mínimo. Por este motivo, los enfermeros que denunciaron la situación piden una ampliación de las instalaciones.
Caldo, sándwich y una compota de fruta
En el escrito ante el juzgado de guardia de Madrid, el personal de enfermería del servicio de urgencias general del Hospital Universitario La Paz ratifica que “muchos pacientes pasan más de 48 horas en urgencias sentados en un sillón con pocos aseos para tantos pacientes y sin poder asearse apenas”.
Asimismo, aseguran que hay “escasez de almohadas y mantas”, “alteración del ciclo reposo-sueño”, “saturación del servicio, que hace necesario pedir dietas de alta ocupación que consisten en un caldo, un sándwich y una compota de fruta”, entre otras irregularidades.
Los enfermeros también denuncian problemas con el aislamiento. “No tenemos la distancia entre cama y cama, ni entre sillón y sillón, con el riesgo que eso supone”. Si las salas están completas, aseguran los enfermeros, los pacientes se quedan en salas de espera, o en la de sillones, mientras alguno de los enfermos que están siendo atendidos reciben el alta o ingresan. En ese tiempo, permanecen sin gotero y sin la atención necesaria, explican.