Ouya, la primera consola Android, a la venta por 99 euros
Las primeras unidades de la consola basada en Android se han agotado en horas
- Ouya acepta reservas desde España
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Ouya se considera un triunfo de la comunidad, una alternativa a los
gigantes del mundo del videojuego con la nube como aliada, o sea, Sony, Nintendo
y Microsoft. La consola nació como la idea de un grupo de desarrolladores que decidieron
buscar financiación a través de Kickstarter, una sitio de financiación
colectiva. En pocas semanas consiguieron su objetivo: 8 millones de euros para
construir el aparato, aunque inicialmente solo pedían 700.000.
La propuesta era interesante: por menos de 100 euros los primeros
inversores se hacían con una de las primeras unidades además de reconocimiento
por su apoyo. Desde hace dos meses comenzó el envío y desde hoy cualquiera puede
comprar una a través de Internet, siempre que la dirección de entrega sea en
Estados Unidos, Reino Unido y Canadá. Esta restricción no existía para financiar
el proyecto, pero ha sido precisamente la parte más polémica, pues muchos de los
inversores siguen esperando su unidad, justo cuando sale a la venta.
Las
primeras unidades, ofrecidas a través de Amazon, se han agotado a las pocas
horas. Lo mismo ha sucedido con los mandos de control adicionales. A
pesar de costar la mitad del precio de la consola, se ha terminado con el
abasto.
Desde la industria se ha visto con escepticismo. Los tres grandes del
sector consideran que se dirigen a un nicho de mercado que no existe, un grupo
de indies con la ilusión por un mercado con precios más ajustados e
innovación.
Ouya tiene varias peculiaridades. Por ejemplo, que los juegos son gratis. El catálogo inicial parte con 170 títulos. Solo se cobra por complementos y expansiones, pero dentro de la propuesta inicial va incluida la promesa de horas de diversión sin tener que pagar. Otra peculiaridad es que al frente de la empresa está una mujer, Julie Uhrman, en un mundo tradicionalmente muy masculino.
El aparato no destaca por su hardware. El diseño es cuidado,
un cubo pulido en cuya parte trasera tiene los puertos USB y para conectarse por
cable a la Red. La idea es que se supla la potencia del aparato central, con
procesador Tegra 3, muy común en tabletas de última generación, con conexión
constante a Internet para contar así con la potencia de servidores adicionales.
El paquete va a compañado de un solo mando, aunque permite jugar con un límite
de cuatro.
Por esta cantidad no se pueden esperar grandes despliegues. Solo
tendrá ocho gigas de memoria interna, soportará hasta cuatro, inalámbricos, y
está pensanda para descargar los juegos de Internet y, sobre todo, jugar en
línea.
Durante
E3, la feria anual de videojuegos, supieron explotar su simpatía para suplir
la escasez de medios. En lugar de contar con una zona dentro del recinto
plantaron un tráiler en el aparcamiento de enfrente. Desde primera hora de la
tarde hasta la puesta de sol permitían probar las primeras unidades mientras
invitaban a cervezas. En ese caso, más que dirigirse al consumidor final,
trataban de ganarse el favor de desarrolladores.
Curiosamente, el círculo se cierra en donde nació la consola.
Kickstarter se está inundando con proyectos para recaudar fondos y crear
videojuegos en este formato. Se puede encontrar un
rompecabezas con aires de rol, una
especie de Tetris, un
peculiar pinball, un
título de disparos en el espacio, una
aventura gráfica pixelada al estilo de la vieja escuela hasta una
interpretación del Risk con
carros blindados. Entre los estudios que ya trabajan en esta plataforma
destaca Double Fine.