Ciudadanos chinos agotan el agua embotellada por miedo a la contaminación
MADRID (Reuters) - Residentes de la ciudad china de Lanzhou corrieron a comprar agua embotellada el viernes después de que las autoridades dijeran que habían encontrado en el agua del grifo un nivel de benceno, una sustancia química que produce cáncer, 20 veces por encima de lo que marca el nivel de seguridad.
El suministro de agua se cortó en un distrito y funcionarios advirtieron a los ciudadanos de que no bebieran agua del grifo durante las próximas 24 horas.
"Lanzhou ha cortado el suministro de agua contaminada y vertido carbón activado para absorber el benceno", dijeron las autoridades locales en una declaración.
La compañía de suministro de agua, Lanzhou Veolia Water, es propiedad en su mayoría del gobierno de la ciudad junto con Veolia China, una unidad de la empresa francesa Veolia Environnement, que tiene el 45 por ciento del accionariado.
"Las investigaciones iniciales mostraron que los altos niveles de benceno fueron causados por contaminación industrial en una de las dos tuberías que trasfieren agua sin tratar de la planta de sedimentación a la planta de tratamiento", dijo Veolia en una declaración.
Las autoridades encontraron 200 microgramos de benceno por litro de agua. El nivel de seguridad nacional es de 10 microgramos.
Lanzhou, una ciudad muy industrializada con 3,6 millones de personas en la provincia noroccidental de Gansu, es una de las más contaminadas de China.
Imágenes que circulaban en páginas web chinas mostraron grandes colas en las tiendas de comestibles donde la gente cargaba con cualquier líquido bebible.
"No es sólo el agua embotellada lo que se ha agotado. Incluso se han llevado toda la cerveza y la leche", escribió un residente en el servicio Weibo, parecido a Twitter.
El río Amarillo, que atraviesa Lanzhou, no ha sido contaminado, dijo la agencia de noticias Xinhua.
En marzo, los residentes informaron de un extraño olor cuando abrían sus grifos. Se encontraron altos niveles de amoniaco, pero todavía dentro de los límites nacionales.
En 2005, los suministros de la ciudad nororiental de Harbin se cortaron después de una explosión de una planta química que vertió benceno en el río Songhua, elevando los niveles a más de 100 veces los de seguridad.