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miércoles, 11 de diciembre de 2013

LOS BANCOS COBRAN POR MORIRSE


Cuando las cajas multan por morirse

Varios clientes denuncian que las entidades financieras cobran penalizaciones a jubilados que dejan de domiciliar la pensión de su cónyuge fallecido
Adicae reconoce que es un caso habitual y que suele cebarse "en los que menos tienen"

Los preferentistas gallegos se plantean controlar NCG y ejercer de banqueros

Cuando morir implica el pago de comisiones. Esa es la denuncia que hacen varios clientes de cajas de ahorros, que están siendo sancionados con el cobro de una cuota mensual que antes no pagaban y que llega después del fallecimiento de su cónyuge. Llegan estas quejas de mujeres jubiladas y pensionistas que se acaban de enterar de que su entidad les está reteniendo una cantidad al mes como penalización por haber dejado de domiciliar -obviamente y después de su muerte- la pensión de sus maridos.

No son muchas las denuncias, en parte porque son muchos los casos de familias que o no se han enterado o no han advertido este nuevo cobro de comisiones. Según confirma Adicae-Galicia (Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros) a este periódico, esta situación "es más que probable" y suele acontecer porque las cajas o bancos "no tienen en cuenta el motivo por el que esa pensión ha dejado de estar domiciliada" y comienzan así a aplicar unas comisiones de las que antes estaban exentos los clientes, precisamente por tener domiciliado ese pago.

Estas promociones, como insiste Adicae, suelen ir vinculadas a regalos que se les ofrece a los clientes por domiciliar una pensión para "retenerlos el máximo tiempo posible" y a cambio también de comisiones cero, pero siempre que se mantenga esa misma pensión domiciliada. En caso de que fallezca el receptor de la oferta, el marido o mujer que mantiene la cuenta conjunta pasa a pagar una penalización mensual en forma de comisión. "Y suelen pagar los que menos tienen, porque estos productos recaen en jubilados que reciben pensión por viudedad o una escasa paga", añade la asociación de usuarios de banca, que recuerda que desde 2007 las comisiones se han incrementado un 170% en España. "Deberían ser más condescendientes", explican desde la entidad.

Pero no lo son. Una vecina de A Coruña nos explica su caso. Su padre murió hace ya un año. Antes, había domiciliado su pensión en una caja de ahorros castellana con un contrato de permanencia de dos años y que incluía un regalo "que no vale para nada y que mi madre aún tiene en la caja y sin abrir". Fallecido el familiar, y con varios meses de contrato aún por delante, la entidad le cobró una penalización mensual de 12,5 euros, que acabó devolviendo tras las reclamaciones de la hija y después de presentar los papeles que acreditaban el fallecimiento de su progenitor.

Pero la oficina cerró y la cuenta pasó a depender de otra que volvió a decidir cobrarle una comisión a la mujer del fallecido, que mantenía una cuenta conjunta con su marido. Después de varias reclamaciones y visitas a la caja, la entidad accedió a devolver de nuevo el dinero, pero ni mucho menos aseguraron que eso podría seguir siendo así. "Haremos lo que podamos, estamos trabajando", le contestaron.

"Mi madre está perfectamente y se enteró de la penalización, pero cuánta gente habrá que no se entera y que sigue pagando por la muerte de su cónyuge", se pregunta esta vecina de A Coruña. Su advertencia es precisamente la que se cumple en otros casos, como el de otro cliente de una caja gallega que reparó en que su madre llevaba años pagando una cantidad mensual tras la muerte de su padre. La familia había dejado -obviamente- de domiciliar su pensión, pero a la entidad ni se le ocurrió que habría podido ser a causa de su fallecimiento. Y la siguió penalizando.

FUENTE

miércoles, 14 de agosto de 2013

DESCUBRE LA CLAVE POR QUE LA GENTE VE UNA LUZ AL MORIR


DESCUBREN POR QUE LA GENTE "VE UNA LUZ" AL MORIR

Científicos de la Universidad de Michigan develaron qué le ocurre al cerebro en los instantes posteriores a que el corazón se detiene y deja de latir


Un estudio del comportamiento de ratas moribundas descubrió que, justo antes de fallecer, la actividad de sus ondas cerebrales crece enormemente.

Según los científicos estadounidenses que llevaron adelante la investigación, esta repentina actividad registrada explica los altos niveles de conciencia que experimentan los seres humanos antes de morir.

"Mucha gente pensaba que tras la muerte clínica, el cerebro se muestraba inactivo o con menor actividad que en el estado de vigilia, pero definitivamente eso no es así", explica el doctor Jimo Borjigin, de la Universidad de Michigan, quien lideró la investigación.

"De hecho, se muestra mucho más activo mientras está muriendo que durante la vigilia", agrega.

Desde la visión de una luz que se aproxima en el horizonte, hasta la experimentación de sensaciones extracorporales, abundan las historias de personas que, al salvarse de la muerte de milagro, atraviesan raras vivencias.

La investigación muestra que la actividad cerebral de las ratas se multiplica en los 30 segundos posteriores a que el corazón deja de latir. Este efecto en los seres humanos es lo que puede explicar las extrañas visiones que cuentan haber tenido los que volvieron de la muerte.

"El hecho de que vean una luz puede indicar que la corteza visual del cerebro estámuy activada, y tenemos evidencia suficiente para sugerir que esto es lo que ocurre, porque hallamos un incremento en las áreas del cerebro que están por encima de la corteza visual", explica Borjigin.

De todos modos, el científico indica que sería necesario probar estos experimentos en personas que estén al borde de la muerte y regresen para confirmar la hipótesis.

domingo, 21 de julio de 2013

VIVIR POR EL BOE, MORIR POR EL BOE


Vivir por el BOE, morir por el BOE


Central planning is as futile as trying to strap on wings and fly like a bird – and potentially as calamitous” - Don Boudreaux

Recuerdo que hace décadas me dijo un ejecutivo de una empresa energética: "No hay nada peor que un activo cautivo". Es la definición de una inversión que depende de unos ingresos garantizados por el Estado. Una vez invertido, no te puedes escapar. Y la historia está plagada de regulaciones cambiadas, revisadas o eliminadas.

La política de planificación de burbuja que se ha llevado a cabo en España ha sido muy dañina. Y su coste, brutal. Hoy la sobrecapacidad cuesta… a todo el mundo. Y la decisión salomónica a la bola de deuda recibida ha sido que todos la paguen.

- La capacidad excedentaria construida con las sucesivas políticas de apoyo todas las tecnologías, sin permitir que se retirase ninguna, supera el 40%
- La electricidad ha subido un 70% en seis años
- Las empresas eléctricas y renovables se encuentran entre las más endeudadas (3,9 veces el EBITDA) y con más baja rentabilidad sobre el capital empleado en su negocio doméstico (4%) de Europa
- Los bancos acumulan más de 40.000 millones de euros de préstamos, muchos de ellos de difícil cobro, al sector renovable.

Los gobiernos crearon efectos llamada con suculentas subvenciones, estimaciones de demanda de fantasía y permisos descontrolados, para luego retirarlos, creando sobrecapacidad, clientelismo, sobrecoste y deuda. Lo comentaba, ofreciendo soluciones, en mi artículo El problema de fijar el precio de la luz en los despachos y no en los mercados.

Y dejó empresas entrampadas. Se presume erróneamente que de esos efectos llamada se benefician los malvados capitalistas, porque la gente no valora el impacto de la deuda y la bajísima creación de caja libre. Olvídense del beneficio contable y miren los balances y flujos de caja de todas las empresas de estos sectores.

¿Cómo puede ser que los costes se hayan disparado pero las rentabilidades sean pobres? Acumulación y dispersión. Como con nuestras Comunidades Autónomas, municipios y presupuestos del Estado. Muchos pequeños chocolates del loro, que suben cada año o se actualizan con la inflación por ley, y luego suman mucho. Lo que yo llamo el chocolatón. Y mucha deuda.

¿Que sobra capacidad? Que quiebre el que tenga que quebrar y se limpie el sistema. Ah, no. Bajo ningún concepto. Ninguna región permite que se cierren plantas. Y pregúntele a los sindicatos qué les parece que una de las empresas quiebre y mande a 20.000 empleados a la calle.

La sobrecapacidad cuesta. Mucho dinero. Unos 5.000-6.000 millones anuales en el sector energético desde la fiesta de "a crecer que superamos a Alemania", según fuentes del sector.

Ante esta situación, con una herencia atroz y consciente de que no hay muchas alternativas, en el Gobierno han optado por la "jibarización del sector completo". Ha sido una decisión de urgencia, cercenando costes, y a la vez intentando que se repartiera salomónicamente.

Sin embargo, la última reforma eléctrica tiene un impacto de entre el 9% y el 23% del beneficio de las empresas afectadas, acumulando un recorte medio desde 2011 del 25-40%, dejando a grupos que ya estaban muy endeudados aún más débiles. Pero lo más importante es que ninguna de las empresas va a generar caja libre en España y puede poner en peligro su calificación crediticia, como comentaba Fitch. Además, sitúa la rentabilidad de muchos proyectos afectados por debajo del coste de capital de muchas de ellas. No lo duden, veremos quitas y pérdidas en los proyectos más endeudados.

 
Sin embargo, llevamos con el riesgo de inseguridad jurídica y cambios regulatorios constantes desde 2004. Cada vez que se anuncia un decretazo alguien se lleva las manos a la cabeza diciendo que nadie va a invertir en España, y sin embargo… no pasa. De hecho, a pesar de cambios brutales de regulación y derechos reconocidos en el BOE, se construyeron decenas de miles de megawatios de nueva capacidad.
¿Por qué? Los cuatro errores que han llevado al sector eléctrico europeo a hundir su rentabilidad. 
- "A mí no me va a pasar": el error más típico de las grandes multinacionales energéticas en los países es llegar y decir que a ellos no les van a tocar. El sector europeo que ha tenido que dotar provisiones por pérdidas de más de 30.000 millones desde 2005.
- "Tengo renta de posición": invertir sabiendo que la rentabilidad es pobre o el riesgo es alto, pero por lo menos tomo cuota de mercado y así, si las cosas van mal, tengo influencia sobre el regulador y me da subvenciones. 22.000 megawatios construidos sabiendo que la demanda se había estancado.
- "Si gasto hoy, ya me lo reconocerán mañana": inversiones de 10.000 millones anuales que no se justifican económicamente pero se espera que en algún momento se apruebe una mejora retributiva.

- "Que recorten a otro, no a mí": sectores que son conscientes de que sus rentabilidades son sospechosamente generosas y esperan que, cuando salte el problema, se le pase la factura a otro.


El problema de esta última reforma, en mi opinión, es que el Gobierno no podía hacer más sin llevar a la quiebra a algún operador, y busca lidiar con la herencia del sobrecoste, pero no lo cercena. En el escenario más optimista que he leído (Morgan Stanley), las tarifas tendrán que seguir subiendo a razón del 2-2,5% anual, y a pesar de ello se seguirá generando un déficit –pequeño-, pero todo cuenta. En el escenario más conservador, las tarifas tendrán que subir aún otro 3% anual hasta 2017 para acabar con el déficit… en 2018. Todo si la demanda crece un 1,4% anual. Como no crezca, vendrán nuevas revisiones. Lo avisé en este mismo medio en 2007, 2008 y 2009.

Porque esto nos lleva a la siguiente fase de riesgo regulatorio:

Hasta ahora los países europeos han buscado lidiar con reducir el aumento de tarifas. Pero eso no es suficiente para mejorar la competitividad de nuestras industrias. Las tarifas van a tener que bajar, se lo aseguro, y lo terminará exigiendo la UE. Por eso nadie en Bruselas se ha lanzado a criticar la retroactividad de las medidas de España. Porque la siguiente ola es forzar las bajadas para competir con EEUU, que tiene unos costes de electricidad medios un 45% inferiores.

Los gobiernos europeos saben que la inseguridad jurídica no ha tenido coste para el estado porque siempre hay alguien dispuesto a aceptar más riesgo por menos rentabilidad. Y en nuestro caso particular, porque la amenaza de no invertir es más bien un alivio cuando superamos las necesidades de 2020. En el ministerio de Industria deben pensar "ojalá". Si no ven que esa inseguridad jurídica tiene un impacto, les dará igual.

¿Y cuando vuelva a crecer la demanda? No se preocupen, que sobra. No es solo eficiencia, sino la desindustrialización que provoca precisamente el coste desorbitado de la energía subvencionada (lean El Depardieu silencioso) y que no vuelve.

Los gobiernos deben entender que la planificación optimista y la sobrecapacidad hunden a los países por sus costes acumulados. Las empresas deben entender que participar de esos efectos llamada tiene un enorme coste a medio plazo –corto incluso-. Si una de las dos partes o juntas lo evitan, ambas ganan.

La energía debe ser barata y abundante. Nada más, y nada menos. No hay costes chocolates del loro, ni estimaciones por si acaso. Como no entendamos esos factores como esenciales, estamos abocados a cambios regulatorios eternos.


Me dicen que hay preocupación porque las empresas que han perdido entre un 40% y un 65% de valor en bolsa en los últimos años pueden ser objeto de una OPA. No se preocupen. No solo los compradores están también sufriendo en su situación financiera, sino que hachazo regulatorio tras hachazo, han llevado a este sector a ser inexpugnable. No por su fortaleza y calidad, sino por su debilidad y falta de rentabilidad. Evitemos –todos- la planificación de burbuja y con ella la inseguridad posterior. Buen fin de semana.

FUENTE