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viernes, 2 de agosto de 2013

UN SMS CONTRADICE LA VERSION DE RAJOY EN EL CONGRESO SOBRE BARCENAS


Un SMS contradice la versión de Rajoy en el Congreso sobre Bárcenas

El presidente asegura que cometió el error de confiar en él y que rompió tras conocerse su cuenta en Suiza. Dos días después de hacerse pública la comisión rogatoria siguió animándole



Ayer fue el día en el que Mariano Rajoy pronunció públicamente el nombre de Luis Bárcenas y lo hizo 16 veces, una cada cuatro minutos de su discurso inicial. Fue el día en el que, por primera vez, admitió algún error en el caso de su extesorero, aunque fuera solo el del exceso de confianza y ni rozara el fondo de los hechos. Y el día en el que el presidente del Gobierno fue al Parlamento a hablar del escándalo que le acorrala, aunque para eso haya tenido que haber una amenaza de moción de censura y la presión hasta de medios internacionales de prensa.
“Me equivoqué al mantener la confianza en alguien que ahora sabemos que no la merecía. Cometí el error de creer a un falso inocente, pero no el delito de encubrir a un presunto culpable”, aseguró el presidente del Gobierno en algo parecido a un acto de contricción pública.
Su única responsabilidad, según dijo, es la del exceso de confianza en quien llevó durante más de 20 años las cuentas del partido. Y explicó que fue cuando conoció que tenía una cuenta opaca en Suiza cuando rompió amarras con él por sentirse traicionado.
“Le apoyé hasta el momento en que, a los cuatro años de iniciadas las investigaciones, llegaron datos que confirmaban la existencia de cuentas millonarias en Suiza, no declaradas a la Hacienda Pública, a nombre del señor Bárcenas. Esto, además de revelar una manifiesta deslealtad con el partido que le había encomendado sus cuentas, confiado en él y defendido su inocencia, constituía un hecho ilegal que no admitía dudas, puesto que la existencia de ese dinero en Suiza a su nombre, la confirmó el juez y el imputado no pudo negarlo”, explicó Rajoy.
Sin embargo, el pasado 18 de enero, dos días después de conocerse la existencia de esa cuenta, a través de una comisión rogatoria pedida por el juez Ruz, el presidente del Gobierno envió un comprometedor mensaje de texto al móvil de Bárcenas: “Luis. Lo entiendo. Sé fuerte. Mañana te llamaré. Un abrazo”.
Es decir que, en contra de lo que dijo ayer en las Cortes el presidente del Gobierno, la gravedad del descubrimiento de la cuenta no fue suficiente para que cesara su apoyo a Bárcenas. Como le respondió el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, solo la existencia de ese mensaje admitido por Rajoy supondría la dimisión de un presidente en Alemania, Reino Unido o Francia. “Todos los españoles sabían que el señor Bárcenas era un evasor fiscal y el presidente del Gobierno le seguía mandando afectuosos mensajes de ánimo”, espetó el líder de la oposición. Rajoy no contestó.
Sobre ese pilar de la confianza defraudada hasta que se conoció la cuenta opaca estaba construido todo el discurso de Rajoy de ayer. No había relato de hechos o explicación de cómo pudo reunir Bárcenas un capital de más de 40 millones de euros. Sí había una reiterada declaración de honradez personal y de descalificación de las declaraciones inculpatorias contra el PP o de los papeles de supuesta contabilidad b, tachados de “falsedades” y despreciados como “renglones en papeles arrugados”.
Todo falso y fruto de la estrategia defensiva del extesorero, que como imputado puede mentir, según remachó el presidente, pero acompañado de prevenciones para curarse en salud de posibles nuevas revelaciones o avances de la investigación judicial —“No me consta” la cuenta b del PP; “por lo que a mí respecta”...— Y sobre los sobresueldos: “Declarar los ingresos privados a Hacienda ya es una responsabilidad individual. De eso, ni el señor Bárcenas ni nadie que no sea la Hacienda Pública sabe nada”.
El presidente hizo un largo discurso inicial en el que entró de lleno en elcaso Bárcenas y buscó un cara a cara muy duro con el líder de la oposición, para que los suyos le identificaran como el centro de la conspiración contra su partido y su Gobierno.
Buscaba embarrar el terreno y dejar en segundo plano las peticiones de explicaciones concretas y al resto de grupos. Incluyó multitud de citas del propio Rubalcaba sobre la imposibilidad de convertir las investigaciones judiciales en responsabilidad política y sobre la presunción de inocencia, con la teatralidad de usar repetidamente la coletilla enfática de “fin de la cita” como señuelo para la posteridad.

Además de la confianza defraudada, y con un discurso bien elaborado y eficaz, Rajoy incidía en el perjuicio para la imagen de España de quienes le exigen explicaciones y responsabilidades, en lo que supone de retroceso en el camino hacia el final de la recesión y, especialmente, en la descalificación de la amenaza de moción de censura por parte del líder socialista. “Un fraude constitucional” que daña la imagen de España, según Rajoy.
El discurso buscaba cohesionar a los suyos con una impresión de contundencia, de defensa ante un ataque exterior y, sobre todo, de señuelos para llenar el vacío de los datos concretos. Fue especialmente claro en rechazar las peticiones de dimisión formuladas por todos los portavoces salvo Josep Antoni Duran Lleida (CiU).
Rajoy lo descartó: “No voy a dimitir y no voy a convocar elecciones anticipadas. La endeblez de sus argumentos y la fuerza de mis razones hacen que ni siquiera sopese esa posibilidad. A mí lo que se me pide es que me declare culpable. No se me piden explicaciones. Yo no me voy a declarar culpable porque no lo soy”.
Tampoco respondió a ningún detalle que le pidió la oposición, especialmente, a ninguna de las 20 preguntas sobre Bárcenas y sus relaciones con el presidente del Gobierno que le hizo de forma contundente la portavoz de UPyD, Rosa Díez. No respondió porque, de forma inusual en la Cámara, Rajoy llevaba escrita la réplica y la leyó sin inmutarse y sin modificar ni una sola línea para contestar a las cuestiones que le planteaban los portavoces. Ni tomó nota siquiera mientras hablaban. Leyó fielmente el texto precocinado con el cuidado de quien repite el alegato minuciosamente prefabricado con sus asesores políticos y legales, porque no quiere verse condenado políticamente en el futuro, ni atado por sus palabras en el Parlamento.
Afeó a todos que tuvieran de antemano decidido rechazar su versión si no coincidía con su prejuicio, pero él hizo justo eso con su réplica: responder lo que le había preparado su Gabinete. No cambió siquiera para responder a acusaciones tan duras como la de Joan Coscubiela (ICV) que le llamó reiterada y abiertamente “corrupto”.
Para intentar explicar que no ha ayudado a Bárcenas dejó caer que con el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero el extesorero fue exculpado y con el suyo encarcelado. En esa insinuación omitió queel PP fue expulsado de la causa por el juez por ejercer como defensor y no como acusación, que la comisión rogatoria de Suiza llegó en enero; que los papeles surgieron con posterioridad y que la Fiscalía intentó durante dos meses quedarse con parte de la investigación de la contabilidad b publicada por EL PAÍS hasta que IU presentó una querella. Y dijo que se mantienen los fiscales del caso obviando que el artículo 23 del Estatuto Fiscal dificulta que se aparte a los encargados de las investigaciones.
Sobre los supuestos sobresueldos a dirigentes del PP utilizó eufemismos como “remuneraciones complementarias por razón del cargo” y “anticipos o suplidos a justificar por gastos inherentes al desempeño del cargo”. Pero todo “en blanco” e incluido en la contabilidad oficial del partido.
En el último tramo, Rajoy volvió a enunciar las medidas anticorrupción que anunció en febrero en el debate sobre el estado de la nación, que solo han sido objeto de una reunión de la comisión que se creó en La Moncloa.
El presidente, felicitado a la salida del pleno por sus diputados, llega así a las vacaciones a la espera del desarrollo del proceso penal y la reacción de Bárcenas desde Soto del Real. Allí está encarcelado “el tesorero infiel”, según ironizó Rubalcaba, que se convirtió en delincuente solo cuando empezó a declarar contra el PP.

domingo, 28 de julio de 2013

PP Y UPYD, RECHAZAN RETIRAR LOS PERMISOS A LAS PETROLERAS, ¿POLITICA O NEGOCIO?

PP y UPyD rechazan en el Congreso retirar los permisos para las prospecciones petrolíferas y de gas en el Mediterráneo
  


 La Comisión de Industria del Congreso de los Diputados ha rechazado con los votos de PP y UPyD la propuesta de Compromís de instar al Gobierno a retirar los permisos para realizar prospecciones petrolíferas y de gas en toda la costa mediterránea. El debate de la iniciativa tuvo lugar la pasada semana, pero su votación se ha postergado a este jueves.

   El encargado de defender la propuesta, el parlamentario de Compromís-Equo, Joan Baldoví, ha asegurado que su grupo pretende de forma "clara sencilla e inequívoca" que se retiren los permisos para realizar prospecciones en toda la costa, y se ha referido a las palabras que utilizó el diputado del PP Esteban González Pons durante el Gobierno del PSOE, para solicitar que se denegaran estos permisos.

   Así, ha destacado que "por primera vez" ha estado de acuerdo con González Pons, sobre todo con las afirmaciones que defienden el interés del paisaje de la Albufera, al explicar, utilizando sus declaraciones, que "el día que se explote el petróleo delante de la Albufera se acabó un parque natural, se acabó la circulación de cetáceos, se acabó la pesca, se acabó la pradera de posidonia y se acabó el turismo".

   Además, el diputado de Compromís ha criticado el hecho de que en la comisión estuvieran presentes exconsellers autonómicos valencianos --Belén Juste y Mario Flores-- que habían manifestado su oposición a las prospecciones petrolíferas.

   Por su parte, la parlamentaria del PP Belén Juste ha recordado que cuando González Pons hizo esas declaraciones era "el momento" para hacerlas, cuando todavía no estaba aprobado el Real Decreto del Gobierno socialista, y por ello, "había que hacer lo que hicimos: presentar una proposición no de ley, que fue aprobada en las Corts Valencianes por unanimidad de todos los grupos".

   Mientras, el diputado del PP, Enrique Fajarnés, según ha indicado el partido en un comunicado, ha indicado que revocar estos permisos supondría tener que pagar "indemnizaciones millonarias, además de los problemas legales que esto supondría".

"LA RESPONSABILIDAD, DEL ANTERIOR GOBIERNO"

   Juste ha indicado que la responsabilidad sobre este asunto corresponde a "los dos reales decretos aprobados en la época del Gobierno socialista". Por ello, la diputada ha destacado que la comparecencia a la que se ha referido Baldoví tuvo lugar antes de que se llevara a las Cortes Generales la proposición no de ley, y antes de que el Ayuntamiento de Valencia, al igual que el Ayuntamiento de Gandia, presentaran ante el Tribunal Supremo (TS) una instancia para que no se validaran los reales decretos.

   A su juicio, con el diputado de Compromís "hablan de lo mismo", pero con la diferencia de que se busca "la culpabilidad donde no corresponde".

   Por parte del grupo socialista, José Luis Ábalos ha indicado que han apoyado la propuesta, y ha recordado que, recientemente, el TS desestimó un recurso de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, quien "cogió la bandera de la protección del litoral como una cuestión alarmante, demagógica y populista". Por lo que ha subrayado que "han engañado a la ciudadanía".

   En este sentido, Juste ha tildado de "patético y vergonzoso" este discurso y ha reiterado que es "increíble" que quieran revocar algo que aprobó el anterior Gobierno.

   Por su lado, la parlamentaria de CiU, Inmaculada Riera, ha indicado que la iniciativa pide explícitamente la retirada de los permisos de prospección y es necesario aclarar que la retirada de los permisos de investigación corresponde al promotor y no al Gobierno; y que convendría "respetar y recoger" la opinión de las comunidades afectadas.

   Por parte de La Izquierda Plural, Chesús Yuste, ha indicado que su grupo está "en contra" de la política del Gobierno, al que le gusta dar "barra libre en materia energética, sin importarle el impacto ambiental", ha subrayado al explicar su postura "en contra" de la proliferación de la fracturación hidráulica, de la minería de magnesitas, y de las prospecciones petrolíferas.

UN MUNDO DE "PETER PAN"

   Por último, por parte de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán se ha mostrado "sorprendido" con el hecho de que no se pida la prohibición de unas extracciones de hidrocarburos porque pueden representar un peligro medioambiental, sino "defendiendo un mundo de Peter Pan" sin petróleo, y desde un punto de vista "de política interna" de la Comunitat Valenciana.

   "Como el petróleo y el gas son sustancias contaminantes que pueden provocar daños medioambientales si hay accidentes en la extracción, decidimos que no los necesitamos y vivimos en un mundo sin petróleo ni gas", ha destacado en tono irónico el parlamentario, quien además ha destacado que en la región, además de turismo, "hay muchas otras cosas", como las industrias relacionadas con la cerámica.

   Por ello, ha indicado que votan en contra de esta proposición porque es "irresponsable" el planteamiento mantenido y ha recalcado que "siempre" apoyarán que se respete "la preservación de áreas medioambientales sensibles".
FUENTE

lunes, 22 de julio de 2013

RAJOY COMPARECERA EN EL CONGRESO A FINALES DE MES


Rajoy comparecerá en el Congreso a finales de mes para dar "todas las explicaciones"



El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha anunciado hoy que ha solicitado al presidente del las Cortes comparecer a finales de este mes o a principio del próximo. En su alocución, aseguró en respuesta a un periodista rumano, que tiene previsto tratar sobre "sobre la situación económica e política y, además "sobre la cuestión que le preocupa", en referencia alcaso Bárcenas “a la vista de las dudas” que se hayan podido generar en “muchos” ciudadanos.  
Con esta decisión, Rajoy evita la presentación de la moción de censura anunciada por el principal partido de la oposición y accede a comparecer formalmente para hablar sobre el la aparición de su nombre en los papeles de Luis Bárcenas, el extesorero del Partido Popular, lo que le implica en un supuesto caso de pagos en B a dirigentes del partido.
En su misma respuesta, Rajoy ha asegurado responder "a preguntas en el parlamento". "Voy respondiendo también ante los medios de comunciación, siempre he dado una respuesta", sentenció. El presidente del Gobierno  comparece ante los medios tras su reunión con el primer ministro de Rumanía, Victor Ponta, en La Moncloa.
Así, Rajoy aseguró que dará "todas las explicaciones en el Parmalmento. "Creo que es el momento oportuno" y "el sitio adecuado. Allí diré todo lo que tenga que decir" y subrayó que la amenaza de una moción de censura no ha afectado a su decisión. "Una moción se puede presentar en cualquier momento".
Una periodista española le preguntó más tarde cómo tenía pensado recuperar la confianza de los españoles. "¿Para recuperar la confianza", respondió, "me gustaría que la economía española pornto remontara el vuelo. Me gustaría que los españoles vieran que muchas políticas que no han gustado producen efectos".
Rajoy ha defendido también que la renovación del Tribunal Constitucional (TC) se ha hecho bien y ha dicho que comparte la postura del pleno de este órgano, que considera que la ley no establece para sus magistrados la incompatibilidad de militar en un partido político.  En rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa junto con el primer ministro de Rumanía, Victor Ponta, el jefe del Ejecutivo ha respondido así al ser preguntado por la militancia en el PP del presidente del TC, Francisco Pérez de los Cobos.

En su discurso inicial, Rajoy ha asegurado hoy que España y Rumanía son socios estratégicos" y que las reformas estructurales que están acometiendo ambos países permitirán mejorar la economía de ambos países.
Entrevista
La entrevista, que se ha celebrado en el Palacio de la Moncloa dentro del primer viaje oficial que Ponta realiza a España y durante el que se entrevistará también hoy con el Rey y con el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.
El Gobierno considera que la relación con Rumanía aún tiene un enorme potencial, y Rajoy y Ponta dedicarán gran parte de la reunión a analizar las oportunidades que brindan los fondos previstos en el presupuesto de la UE hasta 2020 (de los que se beneficiará en gran medida Rumanía) y a explorar una mayor cooperación en sectores como los de energías renovables e infraestructuras.
Unos ámbitos en los que el Gobierno subraya que Rumanía puede sacar provecho de la experiencia de las empresas españolas.
El pasado mes de mayo, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, viajó a Bucarest y destacó que Rumanía, con una tasa de crecimiento del 0,4 por ciento en el primer trimestre de este año, se ha convertido en “un país de oportunidades” que pueden aprovechar las empresas españolas.
En 2012, las exportaciones españolas a Rumanía ascendieron a 1.188 millones de euros, con una caída del 12,45 por ciento respecto al año anterior, y las importaciones se situaron en los 872 millones, un 1,4 por ciento menos.
El saldo comercial bilateral alcanzó los 316 millones, un 33,1 por ciento menos que en el ejercicio anterior.
Rajoy y Ponta intercambiarán también hoy puntos de vista sobre los pasos que está dando la Unión Europea en materia económica, con especial énfasis en decisiones como las adoptadas en el último Consejo Europeo.
Comentarán, por ejemplo, las expectativas existentes en torno al impulso de la unión bancaria, las medidas previstas para la financiación de las pymes y el reparto en los dos próximos años del fondo europeo contra el desempleo juvenil.
Diversas cuestiones de carácter internacional o la política europea de vecindad estarán presentes también en el diálogo que mantendrán Rajoy y Ponta, quienes ofrecerán una conferencia de prensa al final de su reunión.
Comparece en Moncloa
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ofrecerá hoy una conferencia de prensa en el Palacio de la Moncloa en la que habrá alguna referencia al caso Bárcenas, pero, en principio, no será hasta el miércoles cuando se despeje la incógnita de si comparecerá en el Congreso para dar explicaciones de este asunto.
Rajoy tiene previsto comparecer a primera hora de la tarde ante los periodistas junto al primer ministro rumano, Víctor Ponta, tras la reunión que ambos van a mantener en el marco de la visita oficial que realiza a España su homólogo de Rumanía.
Será en el turno de preguntas cuando los periodistas intentarán conocer las intenciones del presidente del Gobierno ante la petición de la oposición, con el PSOE a la cabeza, de que acuda al Parlamento a dar explicaciones por la evolución del caso del extesorero del PP.
El líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, ya avanzó que si Rajoy no comparece, presentará una moción de censura.
Sin embargo, es previsible que Rajoy no despeje esa duda y, tal y como hizo el pasado viernes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, remita a la reunión que mantendrá el próximo miércoles la Diputación Permanente del Congreso.
Los grupos parlamentarios tienen de plazo hasta las ocho de la tarde de hoy para presentar sus peticiones de comparecencia con el fin de que se incluyan en el orden del día de esa reunión y, de momento, el PP no ha avanzado su voto.
Se verá el miércoles, aunque algunas fuentes de la dirección del partido han reconocido que se han estado explorando fórmulas para que Rajoy acuda al Congreso.
Una posibilidad aún no cerrada es que pueda ser el grupo parlamentario popular el que pida la celebración de un pleno extraordinario en el que comparezca el jefe del Ejecutivo, algo que tendría que solicitar antes de las ocho de esta tarde.
Algún miembro del Gobierno, como el ministro de Asuntos Exteriores, Jose Manuel García-Margallo, ha avanzado su convencimiento de que Rajoy comparecerá, pero precisando que lo hará “cuando lo considere oportuno y en la forma que crea oportuna para dirigirse a la nación y tranquilizar a la opinión pública”.
Sin embargo, según el PSOE, sólo una comparecencia del presidente en un pleno extraordinario del Congreso serviría para que la moción de censura se quedara en nada, porque tampoco les vale a los socialistas una sesión de control en la que Rajoy se someta simplemente a las tres preguntas que le hace la oposición.
El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, sigue defendiendo que las noticias del caso Bárcenas “hacen imposible que Rajoy continúe como presidente” y quiere “decirle en el Parlamento las razones por las que debe marcharse”.
Ante esta situación, el mensaje de Rajoy sigue siendo el mismo y el viernes recordó que son las urnas, en unas elecciones democráticas, las que dan legitimidad a los gobiernos.

domingo, 21 de julio de 2013

RAJOY NO GOBERNARA SIN EXPLICAR EL CASO BARCENAS, ENTREVISTA CON RUBALCABA


“Rajoy no podrá gobernar sin explicar el caso Bárcenas en el Congreso”

El líder socialista repasa las claves de la “enorme” crisis económica, política y territorial tras plantearse una moción de censura





En cierto modo, esta es una entrevista que se podría calificar de urgente, tanto por las circunstancias que han propiciado su celebración como por las cuestiones que aborda. También, y lo explicaré después, por los asuntos que no trata. Resulta conocida la aversión de Alfredo Pérez Rubalcabaa conceder entrevistas a medios escritos, quizá superada solo por la del propio presidente del Gobierno,Mariano Rajoy. En radio o televisión, el secretario general de los socialistas se siente más cómodo. La palabra impresa le infunde más respeto. Pero la gravedad de los acontecimientos que se han venido a suceder esta semana ha acabado por vencer cualquier posible resistencia. La entrevista se propuso el jueves por la tarde y se realizó el viernes en la sede del PSOE en la madrileña calle de Ferraz.
El lunes, los socialistas aún no habían decidido cómo reaccionar ante las reiteradas negativas del presidente Rajoy a comparecer en el Congreso de los Diputados para hacer lo que cualquier dirigente en las democracias asentadas de nuestro entorno: explicar qué supo del caso Bárcenas; cuándo lo supo; qué gestiones realizó o permitió que se realizasen en su nombre; en definitiva, cómo ha gestionado él, su partido y su gobierno este grave episodio. El martes, Rubalcaba anunció que, de no comparecer Rajoy, presentaría una moción de censura, la tercera desde el restablecimiento de la democracia en España. El jueves este periódico desveló que el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos,mantuvo su militancia en el PP siendo ya miembro de aquel, hecho que ocultó al Senado durante su ratificación. El alto tribunal se incorporó así a la crisis que afecta a las instituciones que conforman la democracia española. La conversación se ha centrado por ello en estas materias. Aunque se habló también de Europa y de otros asuntos internacionales, he preferido finalmente acotar la discusión a las más graves cuestiones que alimentan la peligrosa espiral cuyo descontrol amenaza con desestabilizar de forma definitiva el conjunto del sistema político.

El asunto Bárcenas

Pregunta. Usted pidió la dimisión de Rajoy una sola vez en febrero tras publicar EL PAÍS los papeles de Bárcenas. Ahora lo ha vuelto a reiterar. ¿Por qué? ¿Qué ha cambiado?
Respuesta. La convicción de que cuando en febrero negó todo lo publicado por EL PAÍS estaba mintiendo a los españoles. Después de aquella negativa, la investigación policial, las pruebas caligráficas han ido confirmando la veracidad de los papeles y al final ha aparecido el original. Por tanto esos papeles existían. Y es imposible que él no supiera que existían. ¡Esa afirmación de “todo es falso, salvo algunas cosas”! Había cosas que efectivamente se veía que eran buenas. Eso es lo que yo creo que constituye una mentira; y un presidente del Gobierno no puede mentir a los españoles.
P. El lunes, tras escuchar a Rajoy y Cospedal, llegó a casa y comentó con su esposa si presentaba una moción de censura o no.
R. Cuando tienes que explicar a alguien tan cercano como tu esposa qué es el Parlamento, para qué vale el Parlamento, cuando tienes que esforzarte una y otra vez para explicar que tu trabajo es útil es que las cosas están muy mal. Efectivamente, me planteé: no es normal que un parlamentario tenga que explicarle a sus hijos qué hace todo el día. Los ciudadanos tienen que ver que el Parlamento sirve para resolver las crisis políticas.
P. ¿Ha tenido usted algún contacto con Rajoy desde que pidió su dimisión?
R. No.
Pedí la dimisión de Rajoy cuando negó los papeles que difundió EL PAÍS. Mentía a los españoles
P. ¿Y antes? ¿Cuándo fue la última vez que se vieron?
R. Hace semanas. A propósito del tema europeo.
P. Desde que usted pidió la dimisión en febrero, ¿se han visto en persona alguna vez?
R. Una vez más. Para hablar fundamentalmente de economía y de Europa. Y hemos hablado algunas veces por teléfono.
P. ¿Rajoy u otro dirigente del PP le ha trasladado alguna versión sobre el caso Bárcenas?
R. No.
P. ¿Cree usted que el PP se financió ilegalmente?
R. Sí.
P. Si todo estuviera prescrito, ¿cómo debería pagar el PP por lo ocurrido?
R. Creo que si el PP pretende que España y los españoles digieran este asunto y se olviden de él, se equivoca. Por dos razones: porque no va a pasar y porque sería terrible que pasara.
P. ¿Por qué sería terrible?
R. Sería terrible acostumbrarnos a que un partido se dedicara a hacerdoping electoral y seguir funcionando sin que pasara nada.
P. Rajoy no va a dimitir, al menos eso ha declarado en público. ¿Cómo se comporta a partir de aquí su partido, que ha sido partido de Gobierno y que aspira a volver a él?
R. Para el PSOE esta situación es muy difícil porque un partido de Gobierno no olvida que en la oposición también tiene que ser partido de Gobierno, y por tanto que hay temas de Estado en los que tiene que colaborar. La verdad es que nos ponen las cosas difíciles, muy difíciles, y tiene que ser el Gobierno el que arregle la situación. Una de sus tareas, no poco importante, es establecer cauces con la oposición, con las fuerzas sociales y creo que uno de los problemas que tenemos en este momento es ese: para la oposición es imposible en este momento mantener una relación normal con un Gobierno que se niega a ir al Parlamento a contarle a los españoles lo que ha pasado.
P. ¿Esto supone algún boicot institucional de algún tipo?
R. No.
P. A partir de ahora, ¿en qué cosas participarán los socialistas y en qué no?
R. No verá nunca al PSOE haciendo boicot institucional de ningún tipo.
P. Abandonaron la comisión sobre la Ley de Transparencia
R. No. Dijimos que no podíamos ese día dar cauce normal a una ponencia de una ley que justamente se llama de transparencia. El Gobierno no puede pretender que el PSOE trabaje en la Ley de Transparencia el día que hace el ejercicio más grande que se ha hecho contra la transparencia en esta democracia: el día que se niega a comparecer por séptima vez en el Parlamento.
P. ¿Y de aquí cómo se sale?
Están rompiendo los puentes que hay entre los grandes partidos para abordar problemas de Estado
R. Yo sé que no tenemos los votos; pero tenemos la fuerza de la dignidad y creo que esa fuerza acabará imponiéndose. Esta crisis política tiene que resolverse en el Parlamento, porque si no, no se resolverá y acabará pesando sobre el Gobierno. Le dije a Rajoy en marzo, en el estado de la nación: no puede usted gobernar pensando en los ataques de sinceridad del señor Bárcenas. Y tenía razón. Ahora le digo: no va a poder gobernar si no rompe este bloqueo parlamentario.
P. ¿Cuáles son los costes ocultos de no comparecer ante los ciudadanos para dar explicaciones? Para el sistema democrático, me refiero.
R. El Gobierno está pensando solo en sus intereses. Si cree que puede ganar tiempo para ver si tiene una buena EPA, unos buenos datos de empleo o un repunte de la economía que le permita decir al país: olvidaros del resto, aquí lo importante es salir de la crisis, se equivoca. Pero el coste para la democracia es muy alto. Cuando los ciudadanos dudan de sus instituciones, empezando por el Congreso de los Diputados, y en una crisis como esta ven que esas instituciones no sirven justamente para lo que están diseñadas, entonces el daño es tremendo. No podemos reconocer todos que hay una desafección política enorme y a continuación contribuir a ella por la vía de no hacer funcionar las instituciones democráticas.
P. Si finalmente presenta usted la moción de censura, ¿ofrecerá a la Cámara un programa de gobierno o usará su tiempo para hablar sobre el caso Bárcenas?
R. Lo que voy a hacer es presentar una moción de censura: debate en el Parlamento, que es lo que en este momento no hay, y censura, petición en el Parlamento —que es donde hay que hacerlo— de la dimisión de Rajoy.
P. No tiene usted los votos para…
R. ...el PSOE tiene 110 diputados y por eso he dicho que lo que estamos defendiendo solo es el derecho de la oposición a debatir con el Gobierno. Es la dignidad de la propia Cámara.
P. ¿Cómo casa ello con el reglamento del Congreso en lo que se refiere a la moción de censura? ¿No vulnera la letra del reglamento?
R. Vamos al espíritu. De la letra ya me encargo yo. No hay nada que vulnere más el espíritu de la democracia que frente al escándalo más importante que ha tenido nunca en España el Parlamento no pueda discutir de ello. Esto sí que vulnera el espíritu, la letra, de todo el reglamento de la Cámara.
P. ¿Tiene sentido mantener un gran debate sobre transparencia y corrupción sin el otro gran partido de la democracia española que es el PP?
R. El problema es que con este tipo de actitudes el PP está rompiendo los puentes que en cualquier democracia existen entre los grandes partidos para abordar los problemas de Estado. Este ya no es solo un problema del PP. Este es el problema del señor Rajoy y el problema de España porque es el presidente del Gobierno de España. Cuando dice no voy a aguantar el chantaje, cuidado. Que el problema está en que usted tenga causas para que le hagan el chantaje. Todo el rato está confundiendo ser presidente del PP con ser presidente del Gobierno. No puede pedir al PSOE una colaboración para solucionar los asuntos de Estado si previamente no ha desbloqueado este tema, que es gravísimo.
P. ¿Usted ha cobrado alguna vez más de un sueldo?
R. En mi vida.
P. ¿Un sobresueldo?
R. No.
El problema es tener causas para chantajearle. Rajoy confunde ser presidente del PP y del Gobierno
P. ¿Cree que el señor Rajoy los ha cobrado?
R. Me gustaría creer que no.
P. ¿Pero…?
R. Me gustaría creer que no.
P. ¿Está usted en condiciones de afirmar con absoluta seguridad que su partido, desde Filesa, no se ha vuelto a financiar ilegalmente?
R. Sí.
P. ¿Qué le lleva a estar tan seguro de que su partido no se ha financiado ilegalmente?
R. En el PSOE aprendimos la lección. Hace veintitantos años el PSOE aprendió duramente una lección que no ha olvidado. Probablemente la seguridad que da aquello de que escarmientas. En la vida escarmientas.
P. En el caso de los ERE en Andalucía. ¿No sería más lógico que todos los implicados del partido se marcharan ya?
R. Acabamos de vivir un asunto, que es el de Pepe Blanco, que nos permite hacer un reflexión pausada sobre en qué momento alguien tiene que dejar la vida política, porque es verdad que ha sido muy doloroso; han sido 20 meses. Anoche me preguntaba volviendo de Canarias qué habría pasado ayer si Pepe Blanco hubiera dejado el escaño. Yo creo que hubiera sido tremendamente injusto. Hay una cosa que se llama presunción de inocencia que debe jugar también para los políticos.
P. ¿No es lo mismo que contestan en el PP en los casos que les afectan a ellos?
R. Es que en algunos casos pueden tener razón. No me cuesta reconocer que hay veces que tienen razón. Ahora, cuando se demuestra lo que se demuestra, como en el caso Bárcenas, hay que asumir responsabilidades políticas.
P. ¿Hay que cambiar la ley sobre financiación de partidos?
R. Sí, evidentemente, sí.
P. ¿En qué términos?
R. Yo siempre creo mucho en los controles preventivos. Lo que nos ha pasado es que no hay controles preventivos.
P. ¿El Tribunal de Cuentas no funciona?
R. No funciona. Es evidente que no funciona. Hay que hacer controles preventivos y permitir que algún organismo entre en un momento determinado a mirar las cuentas. Que tengas la espada de Damocles encima. Es triste hablar así, pero hay que hacerlo así.
P. El PP dice que sus cuentas son prístinas e inmaculadas porque han pasado por el Tribunal de Cuentas.
R. Sí. El problema es que había unas cuentas b. Es que la contabilidad b está justamente para que los organismos auditores no la vean. Ese es el problema. Hay que evitar que haya b.
Rubalcaba, en la sede del partido de la calle Ferraz en Madrid. / GORKA LEJARCEGI

El problema con el Constitucional

P. ¿Resulta aceptable que el presidente del Tribunal Constitucional haya sido militante del PP y lo ocultara cuando compareció en el Senado por su nombramiento?
R. Yo creo que hay tres cosas: una, ocultamiento, que es inaceptable. Dos, el problema jurídico. Si alguien que ocupa un cargo en el Constitucional puede o no pertenecer a un partido. Tres, cuando has mantenido tu pertenencia a un partido político mientras formabas parte del Constitucional es razonable que alguien te diga que no puedes entrar en los temas que afectan a tu partido político y por tanto los recursos en los que tu partido es acusado o es acusador tienen que ser revisados. El problema que se plantea en el Constitucional es un problema serio.
P. ¿Por qué cree que Pérez de los Cobos ocultó que era militante del PP?
R. No lo sé. Hemos pedido que comparezca en el Parlamento para explicarlo.
P. ¿Qué espera en esa comparecencia?
R. Que nos lo explique. Lo voy a decir, para que nadie se engañe: tengo la mejor opinión profesional del señor Pérez de los Cobos. Creo que es un buen profesional, un buen catedrático. Entonces, tengo el derecho de pedirle que vaya al Parlamento.
P. ¿Y luego qué van a hacer?
R. Pues veremos a ver qué explicación da, pero él tiene que ser consciente de que tenemos un problema no menor. Ya sé que es un problema formal porque el señor Ollero fue militante del PP y renunció la tarde que le nombraron. Pero es que en Derecho las formalidades son fundamentales y es verdad que aquí se abre una vía de recusación, de impugnación al señor Pérez de los Cobos que no ayuda al Tribunal Constitucional. Hemos vivido recusaciones en el Constitucional por asuntos formales hace poco tiempo y han sido un desastre.
Sería terrible acostumbrarnos al ‘doping’ electoral de un partido sin que pasara nada
P. ¿Van a pedir su dimisión?
R. Vamos a ver qué nos dice, y a partir de ahí tomaremos una decisión. La pregunta que habría que hacerle al grupo parlamentario que le propuso o al partido es si lo sabía o no lo sabía. Si sabía que estaba proponiendo a un militante.
P. Y eso, ¿a quién se le pregunta y dónde se le pregunta?
R. Pues habría que preguntarlo una vez más en el Congreso de los Diputados. Aquí hay una responsabilidad de quien no lo dijo y una responsabilidad de quien le ofreció el puesto sabiendo que era militante.
P. Por resumir: le parece totalmente inaceptable, pero va a tener que ser así.
R. Al final, lo malo de la mayoría absoluta es que pueda acabar convirtiéndose en poder absoluto. Y en eso estamos.
P. ¿Le parece normal que la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional no prohíba expresamente que sus integrantes militen en partidos políticos?
R. No. Debo decirle que no. Sé que sonará raro. Me ha sorprendido ahora. Yo pensaba que en el Tribunal Constitucional figuraba la misma previsión que existe para los jueces. Estaba convencido.
P. ¿Es lógico que existan menos exigencias en este sentido en el Tribunal Constitucional que en el poder judicial?
R. No. Esto hay que arreglarlo inmediatamente. Es evidente que hay un error en la ley.
P. ¿Se imagina una situación similar en Reino Unido o Alemania?
R. Imposible. En Reino Unido no podríamos estar discutiendo usted y yo de por qué no viene el señor Rajoy. ¿No ha pensado el señor Rajoy que algo raro debe pasar cuando Financial Times hace un editorial para pedirle al presidente que vaya al Parlamento? Es una reflexión bien interesante, que un periódico como Financial Times, liberal por excelencia y además británico, recuerde al presidente de España que tiene que ir al Parlamento. Es inconcebible en cualquier democracia; y en el mundo globalizado es así: te miran en todos los sitios. Ya no valen solo tus cuentas. Son tus cuentas y tus comportamientos. Los países son serios porque tienen cuentas serias y comportamientos serios.
P. El vicepresidente del poder judicial, Fernando de Rosa, acaba de decir, lo he escuchado en la radio viniendo aquí, que se trata de un tema que afecta a la vida privada de Pérez de los Cobos.
R. Pues no. No afecta a su vida privada. Afecta a su objetividad, a su imparcialidad. Cómo ve el ciudadano que va a ser juzgado. Es muy importante. Si no fuera así, eso hay que decírselo al vicepresidente del poder judicial, no existiría en la Constitución la norma por la cual se prohíbe a los jueces formar parte de un partido político. Reconozcamos que no se puede pedir como requisito previo para entrar en el Constitucional a alguien que no sea militante de un partido, porque se estaría limitando el derecho que tiene todo el mundo de ser elegido para el TC. Ahora, lo que no se puede aceptar es que cuando alguien entre en un tribunal siga siendo militante de un partido.
P. Y que lo oculte.
R. Simplemente no puede ser.
El dirigente socialista cruza un paso de peatones de la calle del Marqués de Urquijo de Madrid, próxima a la de Ferraz. / GORKA LEJARCEGI

La crisis institucional y sus consecuencias

P. ¿Por qué es necesaria una reforma de la Constitución ahora?[/TEX]
R. Porque estamos en medio de una crisis económica, política y territorial que para resolverse necesita algunas modificaciones en esos tres aspectos. No se trata de abrir un proceso constituyente nuevo. Pero después de 35 años, hay algunas cosas de la Constitución que se necesitan reformar.
P. ¿Cuáles son prioritarias?
R. Los problemas territoriales hay que abordarlos, porque si no irán cada vez peor. Tanto por los que se quieren ir como por los que quieren recentralizar. Lo político es evidente: una parte de la crisis política está en la Constitución. Por ejemplo, los temas que afectan a los partidos y a su vida interna. Igual que algunos aspectos del sistema electoral que hay que cambiar y que están en la Constitución. Hay también aspectos sociales que hay que retocar. Hemos puesto en la Constitución la estabilidad presupuestaria. Pero se nos ha olvidado la otra: la estabilidad social. Y hay que garantizar constitucionalmente que pase lo que pase los españoles tienen unos derechos básicos garantizados.
P. ¿La monarquía está en crisis?
R. No; la monarquía tiene una crisis: la superará. Pero es verdad que la tiene.
P. ¿La abdicación del Rey es una hipótesis que usted baraja?
R. No. En este momento no la considero.
P. ¿Ha hablado de esto con el presidente Rajoy alguna vez?
R. Sí.
La conjunción de crisis económica, mayoría absoluta y derecha es letal
P. ¿Y a qué conclusiones llegaron?
R. Que la monarquía tiene una situación complicada; que algunos de los temas que han pasado, singularmente el caso Urdangarin, han afectado a la imagen de la monarquía y que todo eso hay que tenerlo en la cabeza.
P. ¿Fue solo una conversación o..?
R. Solo una conversación.
P. ¿Llegaron a algún entendimiento?
R. No, no. Intercambiamos opiniones y no llegamos a ningún tipo de acuerdo.
P. ¿Por qué tiene que ser la Casa del Rey más transparente de lo que ha sido hasta ahora?
R. Todo tiene que ser más transparente. Muchas de las cosas que están pasando tienen que ver con la crisis económica. La crisis económica tiene un efecto de amplificador. Es como si hubiéramos puesto una lupa a nuestros defectos. Hemos visto los fallos del sistema y además los hemos visto multiplicados por mil. Hay quien piensa que pasada la crisis estos problemas desaparecerán. Los problemas han venido para quedarse y los tenemos que resolver. Quien piense que puede volver a épocas anteriores está completamente equivocado. La economía mejorará, crearemos empleo, pero nuestros problemas políticos habrá que resolverlos y si no, lo pagaremos muy caro.
P. ¿Tiene usted una sensación de fin de régimen?
R. De fin de régimen, no. Lo que tengo es una sensación de crisis profundísima. Que fue económica y luego social; pero que ahora es territorial, es institucional, es política. Y tengo la impresión de que es enorme. Por tanto, estamos ante un punto clave de nuestra historia en la que no valen las recetas clásicas. Por eso le digo a quien piense que todo puede volver a ser lo que fue que se equivoca profundamente. No volverá a ser así. Es más, no debe volver a ser así.
P. El PP sufre un gran desgaste, pero los socialistas también. ¿Se acaba el bipartidismo tal como ha funcionado hasta ahora?
R. Depende de cómo lo hagamos. La gente no votaba bipartidismo: la gente votaba al PP y al PSOE. Lo que pase con el PSOE dependerá de lo que haga el PSOE. Me siento responsable de un partido y le digo a mis compañeros: olvidaros del bipartidismo, que la gente vote a lo que quiera. Nuestro problema es que el PSOE sepa hacerlo bien.
P. ¿Se complicaría la gobernación si se acaba el bipartidismo?
R. La mayoría absoluta nunca ha producido excesivos problemas en España. En las últimas elecciones generales había gente que decía que es muy importante la mayoría absoluta porque dota al Gobierno de estabilidad y permite abordar mejor la crisis económica. Pero después de este periodo de mayoría absoluta es bueno que los españoles tomemos precauciones y buena nota. Aquí hay una conjunción letal que es crisis económica, mayoría absoluta y derecha.
Pérez Rubalcaba, pensativo, en otro momento de la entrevista. / GORKA LEJARCEGI

El futuro del candidato

P. ¿Quiere usted ser candidato del PSOE en las próximas elecciones generales?
R. En este momento en mi vida política solo pienso en mi partido. Si soy útil a mi partido intentaré serlo.
P. La pregunta no es si es útil a su partido, sino si usted quiere ser candidato.
R. La respuesta es: querré si soy útil a mi partido.
P. ¿Qué le parecen las elucubraciones diarias a cuenta de quién debe liderar el partido?
R. Un error. Primero, tenemos una crisis enorme en la que el PSOE tiene que hacer una oposición sensata y útil. En segundo lugar, un proyecto alternativo nuevo, distinto. No es un problema de cosmética y no se resuelve en una frase ni de cuatro titulares. Un proyecto lleva mucho tiempo, mucha reflexión, mucho debate. En tercer lugar, tenemos que tener un partido adaptado a los tiempos. Que cambie. Por tanto: oposición, proyecto, partido. Estas son las cosas que tenemos que hacer y en su momento decidiremos quién es el candidato y lo haremos.
P. ¿Hay futuro en España para los políticos de más de 60 años?
R. Negar que la edad es un factor que la gente mira es negar la evidencia. Pero pensar que la gente elige su presidente de Gobierno por la edad que tiene es otro error. La gente busca en el presidente del Gobierno fiabilidad, solvencia, ideas y transparencia.
P. ¿Cómo puntúa Rajoy en esos cuatro indicadores?
R. Rajoy en este momento tiene una fiabilidad cercana a cero y esto es un problema. Su problema es que a los españoles no les dijo lo que iba a hacer; y durante un año y medio ha hecho prácticamente lo contrario de lo que dijo que iba a hacer. Ahora tiene una crisis aguda de credibilidad con este asunto de Bárcenas. Dicho de otra manera: en una crisis económica el presidente tiene que pedir esfuerzo a los españoles. ¿Y cómo puede el señor Rajoy pedirle a los pensionistas un esfuerzo, que estoy seguro que se lo va a pedir en septiembre, después de lo que conocen los españoles sobre los millones de euros negros que ha manejado su partido? ¿Cómo puede hacerlo? Se trata de un problema de autoridad moral. La autoridad moral del presidente del Gobierno es clave, pero cuando tienes que pedirle esfuerzos a tu país es definitivo.
P. Debe ser tremendo para un líder de su experiencia que se haya especulado dentro de su partido, cuando se habló de renovación, con el nombre de alguien como Beatriz Talegón. ¿Cómo se lo toma?
R. En el PSOE hay una cosa que desde el punto de vista de imagen pública puede ser contraproducente, pero desde el punto de vista de su vida interna es muy enriquecedor. Todo el mundo dice lo que quiere. Y, además, no solo lo dice sino que se empeña en que se sepa que lo dice. No me preocupa mucho. Me parece que es expresión de una pluralidad interna del PSOE, que es parte de su riqueza. No oculto que alguna vez el coro suena tan desafinado que puede repercutir en la imagen del propio partido y en este caso hay que decir a la gente: ojo, que un partido tiene que sonar afinado.
P. ¿Es previsible José Antonio Griñán en su actuación política?
R. Sí, sí. Creo que es una persona de larga experiencia política.
P. ¿Cuándo supo usted de su decisión de convocar primarias?
R. De la decisión exacta me enteré poco antes.
P. ¿Cuánto antes?
R. Debió ser dos días antes aproximadamente.
P. ¿Le consultó o simplemente le informó?
R. Me informó de que iba a comunicar que no sería candidato. A partir de ahí lo mejor para el partido era tener un repuesto por si la estabilidad del Gobierno se complicaba. Me informó de eso y creo que es una decisión que le corresponde a él; que tiene que tomar él.
P. ¿Cuál es su opinión sobre estas primarias del socialismo andaluz? ¿Es un modelo que usted pueda defender como manera de acercarse a la sociedad? Convocadas a toda velocidad, casi en vacaciones, todo resuelto en un mes ¿y al final solo está Susana Díaz sin candidato alternativo?
R. Se han seguido las pautas de los tiempos que marca el partido. Había un planteamiento que tiene que ver con la Junta de Andalucía y es que cuando gobiernas no puedes tener los procesos internos infinitamente abiertos porque al final acabas generando la inestabilidad. Por tanto Griñán lo que hizo fue: resolvamos esto rápidamente. Pero es verdad que si hubiera tenido avales Luis Planas y si hubiera tenido avales el alcalde de Jun se hubieran podido presentar. No los han tenido y Susana Díaz ha logrado 22.000 avales, que es la mitad del censo socialista. En resumen, ha ganado claramente.

La situación en Cataluña

P. ¿Pere Navarro le ha dicho que no puede seguir otra línea que la que sigue con el PSC porque en Cataluña se vive un momento preinsurreccional?
El líder de los socialistas, en su despacho. / GORKA LEJARCEGI
R. No. Pere Navarro me ha trasladado que en Cataluña se vive un momento dificilísimo y es por eso por lo que todo el partido ha hecho un esfuerzo para revisar nuestro programa territorial. No solo para Cataluña. Porque en Madrid hay porcentajes cercanos del 40% de ciudadanos que creen que hay que volver al viejo Estado centralista. No es solo resolver las tensiones centrífugas, también las centrípetas. Ahora, ¿que en Cataluña hay un problema serio? Lo hay. ¿Tiene un problema Cataluña de relación con el resto de España? Lo tiene.
P. Las diferencias con el PSC que se han negociado estos días se han cerrado en falso. Han quedado en crear una comisión de enlace entre ambas organizaciones en el Parlamento, pero no hay acuerdo ni en el derecho a decidir ni en la disciplina de voto.
R. Hay un acuerdo de fondo: hemos resuelto nuestro problema de proyecto político. En el momento en que el PSC adopta el derecho a decidir, nuestro proyecto empieza a hacer agua y teníamos que recomponerlo. Nos quedamos sin proyecto en Cataluña. El PSOE tenía un proyecto para toda España, menos para Cataluña, porque el PSC estaba en otro. ¿Qué hemos hecho? Hemos elaborado un nuevo proyecto político, que además responde a las dos tensiones: las que vive Cataluña y las que vive el resto de España. Hemos diseñado una hoja de ruta —o como se quiera llamar—, hemos propuesto una reforma de la Constitución en un sentido federal. Hemos propuesto federalizar nuestra Constitución y en ese cambio constitucional podemos resolver los problemas de Cataluña. Hemos hecho una oferta a Cataluña que el PSC tiene que llevar a Cataluña, que es la oferta de sentarnos a hablar. ¿Hay un problema en Cataluña? Lo hay. ¿Se resuelve negándolo? No. ¿Se resuelve marchándose? Tampoco. Se resuelve como se han resuelto siempre los problemas: hablando. Queremos convivir juntos, pues si las cosas no van bien, hablemos y busquemos nuevas reglas.
P. ¿En algún momento ha temido una escisión del PSC en Cataluña?
R. No, pero reconozco que hemos tenido momentos difíciles.
P. ¿Y la presión en su partido para fundar el PSOE en Cataluña?
R. Ha habido presiones. Menores probablemente de lo que se ha contado, pero es verdad que ha habido un sector pequeño del PSOE que creía que la solución de esta crisis era crear el PSOE en Cataluña. Yo creía que era un error.
P. ¿Ya no hay ningún riesgo de que el PSC acabe siendo un partido independiente del PSOE y el PSOE tenga partido propio en Cataluña?
R. No. Si alguien piensa que el problema del PSC se resuelve creando el PSOE en Cataluña es que no ha analizado suficientemente lo que está pasando en Cataluña. El PSC es fundamental para el proyecto político del socialismo español y ha jugado un papel clave en la unión entre Cataluña y el resto de España.
P. Hay quien piensa que usted es demasiado blando con las resistencias de federaciones socialistas como la gallega. O con el propio PSC.
R. Sí, lo he oído, pero mi obligación es sumar. El PSOE está pasando una durísima travesía del desierto y hay que entender que los problemas a veces exigen un grado de flexibilidad. Es mejor sumar que ejercer la autoridad de forma implacable.

La tensión territorial

P. ¿El Estado federal que usted defiende resolvería las tensiones con Cataluña y el País Vasco?
R. Es la mejor solución. Las otras dos son: pensar que no pasa nada y no hacer nada. Error gigantesco. Las cosas no van a ir a mejor sino a peor. O simplemente admitir que la gente se vaya. La solución es la que ha habido siempre: sentarnos y ver qué problemas hay y arreglarlos. Y eso se corresponde con la apertura de una reforma constitucional limitada.
P. ¿Las comunidades tienen que tener más competencias que ahora?
R. No se trata tanto de tener más competencias cuanto de que quede claro qué es del Estado y qué es de las comunidades. En este momento, eso no queda claro. En las constituciones federales lo que queda claro son las competencias que son del Estado. El resto son de las comunidades.
P. ¿Cataluña debe tener más competencias que el resto?
R. No. Pero sí tiene singularidades. Por ejemplo, la lengua.
P. También Galicia, País Vasco, Valencia y Baleares.
R. Sí, sin duda. Lo que tiene que tener su reflejo en la política cultural y en la educativa. Cataluña tiene unos derechos históricos, porque el Constitucional los ha dado por buenos, que afectan, por ejemplo, a la institucionalidad. La Generalitat no es exactamente igual que el Gobierno de Madrid. La relación del Gobierno de Cataluña con los Ayuntamientos es distinta de la que existe en otras partes de España: tiene su propio Derecho Civil. Sin duda tiene singularidades y hay que reconocerlas. Integrándolas en el conjunto de España nos hacemos más fuertes. Nada nos hace más fuertes que reconocernos como somos.
P. ¿Hay que modificar la financiación para mejorar la situación de Cataluña?
R. Hay que modificar el sistema porque está funcionando mal. Sobre todo para aclarar definitivamente cuáles son tus ingresos o cuáles son tus competencias fiscales y cuáles son las mías. Lo que no es posible es que tú tengas competencias muy claras en el gasto y no tengas la misma claridad en tus ingresos. Esta falta de transparencia fiscal me parece muy preocupante. En definitiva, tiene que haber corresponsabilidad y luego tiene que haber una nivelación para garantizar los mismos derechos en los servicios sociales básicos.
P. ¿Cómo afronta el hecho de que la cifra actual de ciudadanos y partidos en Cataluña a favor de algún tipo de consulta sea mayoritaria?
R. Yo creo que el problema es que si haces la pregunta en el resto de España obtendrías justamente los resultados contrarios. Por eso es un problema que tiene difícil solución. ¿Cuál es mi propuesta? Que abramos la Constitución, que nos pongamos de acuerdo como hace 35 años y que luego decidamos juntos porque queremos vivir juntos. Es decir, que los catalanes ejerzan su derecho a decidir cuando votan la Constitución, y luego lo vuelvan a ejercer cuando deciden el Estatuto. Esa es la forma de ejercer el derecho a decidir de una comunidad que se ha puesto de acuerdo con el resto de las comunidades para vivir juntos. Si queremos vivir juntos y nos ponemos de acuerdo en vivir juntos vamos a decidir juntos. Ese sería a mi juicio la salida.

Impuestos. Recortes

P. ¿Se puede cortar más el gasto en las Administraciones públicas?
R. Lo que hay que hacer es subir los ingresos. Se ha recortado mucho ya el gasto. Es verdad que cuando examinamos nuestro gasto público y lo comparamos con los países del euro pues resulta que estamos en la parte baja de la tabla. Sin embargo, cuando comparamos nuestros ingresos estamos también en la parte baja de la tabla. Por tanto, lo que hay que hacer claramente ya es una reforma fiscal que suba los ocho puntos que nos faltan para llegar a la presión fiscal que hay en la Unión Europea.
P. ¿Qué impuestos subiría?
R. El patrimonio. Sin duda. Nuestra propuesta es integrar el patrimonio en el IRPF.
P. ¿Hay que subir impuestos en general para salir de la crisis?
R. No, pero hay que conseguir que los que tienen patrimonio paguen. Hay muchos que no pagan. Estos tienen que pagar. El modelo que defendemos es integrar patrimonio en IRPF. En definitiva, que el IRPF pase a ser un impuesto sobre la riqueza. Y riqueza es lo que ganas y lo que tienes. Las dos cosas conforman tu riqueza. Es verdad que no tienen que pagar igual.
P. El IRPF llega al 56% en alguna comunidad.
R. Es altísimo, aunque no el más alto de Europa. En cuanto haya un respiro en la economía se tiene que procurar que algunos impuestos bajen.
P. ¿Cuáles bajaría?
R. En este momento quien prometa que va a bajar impuestos no está diciendo la verdad. Pero cuando se pueda hay que tocar el IRPF en la clase media y en la clase media baja, que están asfixiados.
P. ¿Hay que recortar las pensiones?
R. No.
P. ¿Si el PP les pide un pacto para acelerar la aplicación de la reforma de pensiones que ustedes hicieron, aceptarían? Usted ha dicho que en septiembre Rajoy tocará las pensiones. ¿Aceptarían una negociación?
R. Vamos a pedir que se aplique la reforma. Lleva solo unos meses en vigor. Es que la pensamos mucho, la debatimos mucho y tiene una gran ventaja, que es el acuerdo. Este año tenemos un problema de desajuste. Tenemos un fondo de reserva de 60.000 millones de euros, por tanto podemos permitirnos ir gastando ese fondo porque justamente lo creamos para momentos como este. Pero lo que no puedes es aprovechar que tus ingresos han caído porque el desempleo lo tienes altísimo para bajar las pensiones. No. A la coyuntura se le responde coyunturalmente.
P. ¿Alguna de las medidas económicas adoptadas por Rajoy ha sido un acierto?
R. El fondo para proveedores. No se ha equivocado en todo. Pero en conjunto ha seguido paso a paso las orientaciones de la Unión Europea y ha convertido el déficit en su gran objetivo. Lo ha dicho varias veces en el Parlamento: “Solo tengo un objetivo, que es bajar el déficit”. No, te equivocas. Ese no puede ser un objetivo, ese es un instrumento. El objetivo de una política económica no es tener un déficit bajo. El objetivo es crecer y a veces para crecer hay que luchar contra el déficit a un ritmo distinto.

Educación. Religión. Aborto

P. ¿De verdad es necesario derogar la reforma Wert?
R. Sí. Es necesario que no entre en vigor.
P. ¿No hay nada que se pueda salvar?
R. Es que no va a entrar en vigor. El miércoles llegamos a un acuerdo que ha pasado desapercibido, pero que tiene mucho interés. Nos hemos puesto de acuerdo todos los grupos parlamentarios, salvo UPyD y el PP —no ha querido firmar UPyD pero está de acuerdo—, en que la primera propuesta parlamentaria que hagamos en la siguiente legislatura sea una proposición de ley paralizando la ley Wert. Eso quiere decir que está muerta, porque por rápido que la pongan en marcha no les va a dar tiempo. Entrará en vigor en meses y en la siguiente legislatura los que hemos firmado ese acuerdo vamos a tener la mayoría suficiente de 176 escaños para pararla. Luego hemos firmado el certificado de defunción de la ley Wert. Yo le digo al Gobierno: no os empeñéis, es que ya está muerta. Es lo mejor que le puede pasar al sistema educativo, que no necesita poner todo patas arriba. Necesita mejoras concretas. Para meter tres horas más de matemáticas no hace falta poner todos los planes de estudio patas arriba otra vez ni hacer de nuevo todos los libros de texto.
Hemos firmado el certificado de defunción de la ‘ley Wert’ con el acuerdo entre los partidos
P. ¿Qué les pasa a los Gobiernos españoles, también a los socialistas, para que ninguno haya revisado los acuerdos con la Iglesia?
R. Hemos respetado los acuerdos, que son del principio de la democracia. Ahora bien, si el Gobierno se empeña, en temas como la enseñanza de la religión o el aborto, en volver al comienzo de la democracia, pediremos la revisión de los acuerdos, porque no son los nuestros. En resumen, si la ley Wert se aprueba como está en lo que se refiere a la religión, al día siguiente pediremos formalmente en el Congreso la revisión de los acuerdos para que nunca más la Iglesia imponga su moral al conjunto de los españoles.
P. ¿Qué opina de la reforma de las becas?
R. Que es un disparate. No se le puede decir a un estudiante que si tiene recursos y saca un cinco, pasa de curso; y a un becario que si tiene un seis se queda sin beca. Que si tienes dinero con un cinco apruebas y si no tienes recursos con un seis te vas a la calle. Es completamente disparatado. La beca no es un instrumento para seleccionar a los mejores. La beca es para garantizar que la gente que tiene un rendimiento razonable puede seguir estudiando aunque no tenga recursos.
P. El razonamiento es que como los recursos son limitados, hay que concentrarlos en los alumnos de mayor rendimiento.
R. Los recursos en becas no pueden ser limitados.
P. ¿Ni siquiera en momentos de crisis?
R. Es lo último que uno puede tocar: las becas. El PP está restringiendo la entrada en la universidad, porque está subiendo las tasas y bajando las becas. Luego los que tienen menos recursos se quedan sin estudiar. No los menos brillantes. No, los que tienen menos recursos. Es un error en términos de justicia social y de política educativa.
P. ¿Los recortes masivos están poniendo en riesgo al CSIC?
R. No solo al CSIC, a toda la ciencia.
P. Su Gobierno fue el que empezó con los recortes.
R. En el Gobierno anterior, el presupuesto del CSIC bajó fundamentalmente porque bajaron los salarios. No es lo deseable. Pero lo que es letal para la ciencia es que se acabe el dinero de los proyectos.
P. ¿Dará marcha atrás el PSOE si vuelve a gobernar a la privatización de la sanidad? ¿Es posible y factible? ¿Contribuye eso a lo que se viene a llamar seguridad jurídica, de la que España, en general, resulta tan deficitaria?
R. El otro día escuché a un empresario dominicano en la cadena SER explicando que la privatización de la sanidad es una posibilidad de negocio con el turismo sanitario de Marruecos y de otros países. Eso no lo vamos a consentir. Daremos marcha atrás. Estamos siendo honestos con la gente. Estamos diciendo a los empresarios: “No os metáis en esto porque daremos marcha atrás”.
P. ¿Es presentable que se reforme la ley del aborto?
R. Pues no. No me parece razonable.
P. ¿Qué reforma de la ley del aborto estarían ustedes dispuestos a considerar?
R. Ninguna. No es un problema de empeñarnos en la nuestra. Si es que no es la nuestra. Lo que hemos hecho es una ley de plazos, la que hay en Europa. De lo que se trata es de garantizar el derecho de las mujeres a decidir libremente sobre su maternidad.