Carrefour España entra en pérdidas y culpa al alza de impuestos al consumo
La grave crisis económica por la que atraviesa España y el consecuente parón del consumo ha provocado un hecho sin precedentes hasta ahora. Carrefour, la segunda empresa de distribución alimentaria en España, por detrás sólo de Mercadona, ha entrado por primera vez en números rojos. Al cierre del último ejercicio, la filial Centros Comerciales Carrefour obtuvo unas pérdidas después de impuestos de 21,7 millones de euros, frente a un beneficio el ejercicio anterior de 99,1 millones.
Ya en 2011, la cabecera de esta sociedad, Norfin Holder, declaró unas pérdidas de 1.375 millones de euros, pero en aquella ocasión se debió a que tuvo que apuntarse las minusvalía generadas en la venta de Dia a la matriz francesa justo antes de la salida a Bolsa de dicha compañía. El problema de Centros Comerciales Carrefour es distinto. Las pérdidas son operativas y obedecen a la caída de la rentabilidad tras las últimas bajadas de precios y, sobre todo, al descenso de las ventas. De hecho, la empresa ha tenido también pérdidas operativas de 38,7 millones.
Carga fiscal
En las memorias que acaba de remitir al Registro Mercantil de Madrid la compañía deja muy claro cuál es el problema: "El difícil entorno macroeconómico del país, caracterizado por el bajo crecimiento y los fuertes ajustes fiscales, que han repercutido claramente en un descenso generalizado del consumo". Es decir, que la subida de impuestos, especialmente el IVA pero también el IRPF, empieza a tener consecuencias porque el poder adquisitivo de los españoles es cada vez más pequeño. Y eso a la espera de que comunidades autónomas como Cataluña o Baleares aprueben nuevas tasas, como las que gravan las bebidas azucaradas en el primer caso o la de los envases, en el segundo.
De momento, la cifra de negocios de Carrefour se redujó un 4,6 por ciento en 2012, hasta 7.532 millones. Pero lo peor es que las ventas no han parado de caer desde que se inició la crisis, con un descenso acumulado desde el año 2009 de casi un 10 por ciento. Son datos que se han saldado además con una significativa reducción del nivel de empleo. En el último ejercicio se recortaron de hecho 1.190 puestos de trabajo, con lo que la plantilla se ha reducido hasta 28.777 empleados. La compañía asegura en las memorias que el objetivo para este año sigue siendo "una mayor flexibilidad en la oferta, apostando por aquel surtido que demandan los clientes y siempre al mejor precio".
Según dice, "queremos mantener un compromiso firme con las economías familiares, reinvirtiendo los ahorros y eficiencias obtenidas en la gestión diaria de nuestro negocio en continuas bajadas de los precios que ofrecemos al consumidor". Y es que, "en esta difícil situación económica, los hogares han convertido el precio en el eje central de todas sus decisiones". El camino que la cadena está siguiendo para ello es reducir los costes logísticos, optimizar los stocks y obtener una mercancía cada vez más barata en la negociación que mantiene cada día con los proveedores.
Carrefour ha cerrado, por otro lado, la compra del 25 por ciento de su filial de seguros que estaba en manos de la Banca March.