Londres declara las tormentas solares amenaza a la seguridad nacional
El Comité de Defensa del Parlamento Británico ha hecho público el informe ‘Amenazas en desarrollo: pulso electromagnetico (EMP)’, que ha venido desarrollando desde septiembre de 2011, en el que reconoce las tormentas solares como una amenaza para la seguridad nacional.
Según la investigación, solicitada de manera oficial por el parlamento británico, los riesgos de un pulso electromagnético para las infraestructuras de Reino Unido se centran en las tormentas solares extremas y los ataques humanos. En este último punto destaca la posibilidad de ataques de grupos como Hezbollah y otros “actores no estatales” cercanos al régimen de Irán.
“Todas estas medidas ayudarían a mitigar de alguna manera el pánico y el desorden subsiguiente a una emergencia con pérdida de la corriente eléctrica en el largo plazo”, destaca el texto.
Del mismo modo, a través de la experiencia de Fukushima, se ha estudiado el protocolo que deberán seguir todo tipo de plantas industriales cuya seguridad depende de sistemas eléctricos. En el caso de las plantas nucleares el fallo de la red eléctrica causaría una inmediata caída de sus sistemas con la única salvedad de sus generadores diesel, por ello “deberían contar con reservas diesel para 3 meses”, apuntan los expertos.
Entre las conclusiones del informe, está la necesidad de facilitar el información a los operadores industriales británicos de los aspectos prácticos del nuevo Plan Nacional de Emergencia para caso de caída del suministro de gas y electricidad de larga duración o la necesidad de culminar la nueva Política integral de Seguridad Nacional para el Espacio, que ya está en desarrollo.
En este sentido, el Observatorio del Clima Espacial (http://www.facebook.com/ClimaEspacial) ya han manifestado su preocupación por la ausencia de tales comisiones parlamentarias de investigación, mapas de impacto y otros preparativos preventivos específicos para un EMP en España. Según han señalado “informar con normalidad a la población y orientarles debe ser lo primero” y, aunque el país se encuentra de inicio más protegido por su latitud sur, “no parece prudente que se desatiendan las medidas de precaución”.
El observatorio ha indicado que “el riesgo estimado por los expertos británicos de que algo así pueda suceder en el próximo año y medio rondaría sólo un 1 por ciento”, pero, a su juicio, “es un 1 por ciento de la que podría ser la mayor catástrofe natural global de la historia” y, por ello, “es normal que las autoridades británicas se planteen en serio medidas preventivas básicas”.
En este sentido, ha apuntado que el riesgo en Reino Unido es
mayor que el que se registra para el norte peninsular, aunque ha reconocido que “tampoco es tanta la diferencia de latitud”. “Si una tormenta solar puede llegar a Londres, determinadas ciudades del norte de España no están tan lejos“, ha señalado.